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Fito y los Fitipaldis+ Zodiacs – 23 de Diciembre – Pabellón Príncipe Felipe ( Zaragoza )

   

Hacia las 9 de la noche, abrían el concierto los teloneros de Fito y Fitipaldis,
la banda de rock descafeinado ZODIACS, que durante media horita larga, casi
sin descanso entre un tema y otro, dejaron caer su carta de presentación. Yo
supongo que tienen futuro, se les ve salida comercial, aunque, personalmente,
no fueron de mi gusto. Lo dicho, rock’n’roll bastante descafeinado en lo musical,
agresividad en el escenario, mucha pose, y estribillos muy pegadizos. Suficiente
para dar de qué hablar en un futuro.

Tengo que reconocer que nunca antes los había oído, y sólo me llamaron la atención
un par de temas: «Criminales del rock» y «Chica normal», su actual single con
el que intentan darse a conocer. Por lo demás, un sonido muy aceptable (cosa
no muy común, desgraciadamente, cuando se habla de los teloneros), y muchas
ganas de seguir en la brecha.

Una media hora de espera y, rondando las 10, con el Pabellón Príncipe Felipe
ya lleno (todas las entradas vendidas, unas 10.000 personas viendo el concierto,
que se dice pronto), Fito y Fitipaldis ya se dejaban ver, tras una intro audiovisual
de jazz y unos divertidos «títulos de crédito» presentando a los músicos. «Un
buen castigo» abrió la veda, dando paso a una primera parte en la que la tónica
principal fue la simple ejecución de los temas de sus discos. No hay gran cosa
que reseñar, realmente, de esta primera parte, en la que el público, como cabía
esperar, reaccionó muy bien, y la banda se limitó a tocar las canciones de los
discos tal como están editadas. «Viene y va», «Por la boca vive el pez», «Whisky
barato» y «Sobra la luz» cayeron una tras otra, con la banda y el público entregados
a la música.

«Para toda la vida», sería la primera balada que se dejó oír, con la ya imaginable
aparición de mecheros, móviles, y cualquier tipo de luz. Tampoco se molestaron
en improvisar nada, ni introducir ningún cambio en la canción, aunque no pareció
que a nadie le importara eso. Siguió la emoción y el medio tiempo con «Me equivocaba
otra vez», de su nuevo álbum «Por la boca vive el pez», introducida con un brillante
solo de Fito Cabrales, y «Como pollo sin cabeza» finiquitó la primera tanda
de música de la noche.

Llegado este momento, tuvo lugar el que para mí, y parece que es la opinión
general, fue el mejor momento de la noche. La banda se retiró durante dos minutos
(cabe señalar que son gente de palabra: dos minutos exactos de reloj, cronometrados
en las pantallas gigantes), tiempo en el que se colocó en el escenario un pequeño
corro de sillas y una batería más simple. Dos guitarras acústicas, bajo acústico,
percusión sencilla, acordeón, saxo y voz formaron el set acústico de cuatro
canciones, dos suyas y dos versiones, que nos haría disfrutar. «Rojitas las
orejas», de su ópera prima «A puerta cerrada», fue interpretada con pocas variaciones,
y le siguió la versión de Los Secretos, también incluída en aquel primer disco,
«Quiero beber hasta perder el control».

La sorpresa llegó en este punto, en el que pudimos oír una versión en clave
de rumba del tema de Barricada «Callejón sin salida», con cambios hasta en la
letra («Callejón, callejón sin salida, que esta noche a la luna se le ve el
ombligo»), a la que siguió una brillante interpretación de «El funeral», en
la que pudimos disfrutar de un increíble «pique» de acordeón y saxo, que dio
final al set acústico. Como ya he dicho, la mejor parte del show, de largo.
Nuevo «mini-descanso» para volver al escenario normal y dejar atrás la sentada,
y el Príncipe Felipe al completo rugió y saltó con la versión del clásico «Deltoya»,
que abrió la que en mi opinión tenía que haber sido la última tanda del concierto.
Piano, solos, saxo, movimiento… El momento rock’n’roll de la noche. Fito y
Fitipaldis siguieron haciendo las delicias de los que amamos el rock y el swing,
interpretando perfectamente, también sin variaciones, la instrumental de su
último disco, «214 Sullivan Street».

Tocaba presentar a la banda, y, tras recibir los pertinentes aplausos cada
músico, sonaron los dos grandes éxitos de la trayectoria en solitario de Fito,
«La casa por el tejado», y «Soldadito marinero», alargada hasta el aburrimiento
y en la que se hizo saltar al público con un oportuno sonido más cañero al final
de la canción, y se le hizo también cantar el estribillo una y otra vez, para
dar paso a la segunda retirada de la banda.

Aquí viene la única gran pega que tuvo para mí el concierto: después de casi
dos horas de concierto, con todos los éxitos del grupo ya tocados, no creo que
fuera el momento para tocar las canciones más lentas y las menos conocidas del
último disco. «Abrazado a la tristeza», canción rescatada de aquel disco de
«Extrechinato y tú», fue interpretada a dúo por Fito Cabrales y Carlos Raya
tocando guitarra de slide, y «Medalla de cartón» parecía dar fin definitivamente
al concierto… pero no.

Todavía quedaban «Acaba de llegar», el rockabilly con «Esta noche» y la emoción
con «Donde todo empieza». Un total de 24 canciones, que se dice pronto, en aproximadamente
dos horas y cuarto de concierto.

Concluyendo, un buen concierto, en el que la improvisación y los cambios en
la música más bien brillaron por su ausencia para lo que cabe esperar de un
concierto de Fito y Fitipaldis, y en mi humilde opinión, mal acabado. Especialmente
si se tiene en cuenta la cantidad de años que llevan todos, sobretodo Fito,
en este mundo, cuando el público ya empieza a estar cansado no parece que sea
el momento ideal para tocar lo que tocó. Aun así, repito, un buen concierto,
muy profesional, en el que no se dejó palo por tocar y en el que el público
agradeció muy bien la actitud de la banda.

Texto y Fotos: Guillermo Royo

Setlist Fito:
-Un buen castigo
-Viene y va
-Por la boca vive el pez
-Whisky barato
-Sobra la luz
-Yo le doy mi querer al querer
-Solo Fito / Me equivocaba otra vez
-Como pollo sin cabeza
-Quiero ser una estrella
-Cerca de las vías
-Rojitas las orejas
-Quiero beber hasta perder el control
-Callejón sin salida
-El funeral
-Deltoya
-214 Sullivan Street
-A la luna se le ve el ombligo
-La casa por el tejado
-Soldadito marinero
-Abrazado a la tristeza
-Medalla de cartón
-Acaba de llegar
-Esta noche
-Donde todo empieza

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