“Fuego eterno” es de los pocos libros que cumplen todo eso que pone en su solapa para intentar pescar a posibles lectores, sensacional historia que Nick Tosches nos explica sobre la vida de Jerry Lee Lewis.
David Aresté
Que lo primero que explique este libro sea la situación surrealista de Jerry Lee aporreando las puertas de Graceland con una pistola porque quería hablar con Elvis, ya nos demuestra el calibre de la intensidad de la historia que Nick Tosches desarrolla en todo el libro.
JLL, un personaje que siempre ha ido en paralelo al gran triunvirato del rock, véase Chuck Berry, Little Richard y obviamente Elvis Presley… aunque bien es cierto, que por lo que leemos en el libro, no sabemos si Dios o Satanás han sido los causantes de que JLL no llegase a tener tanto éxito como los susodichos…. Pero bueno, sin pecar de mal gusto, al menos está vivo, aunque parezca mentira después de todo lo que ha vivido.
Como toda biografía, Nick nos explica la vida infantil de JLL, su familia, sus parentescos, y la devoción sobre la Iglesia de Dios que tenía toda su familia. Como era de esperar, JLL no era buen estudiante, y tras la muerte de su hermano se comenzó a interesar y a dedicar a tocar el piano… con una destreza más allá de lo común siempre sacó piezas con tan solo escucharlas en disco y en participar en bandas a una temprana edad.
La música por la que mostraba especial interés era la música de la gente de color, prohibida entre su entorno y la que según lo que se decía era la que invocaba el demonio. Así que JLL se iba al distrito negro de su barrio en Ferriday, a los tugurios más conocidos, a empaparse de todos esos sonidos.
Como cualquier niño “prodigio” de la época, Jerry Lee destacaba entre las bandas de bar, hoteles y similares … con la capacidad de transformar cualquier tipo de canción (incluso religiosas) a un boogie… así que probó suerte desplazándose a Nashville donde un tal Johnny Cash y previamente Elvis Presley habían grabado con Sun Records.
En el año 1953 fichó por el sello de Phillips y editó su primer gran single «Whole lotta shakin’ goin’ on«… a partir de entonces se unió a la cuadrilla de la Sun cosechando en sus primeros años una gran popularidad como estrella del Rock, aunque todo lo que sube baja y tuvo que cambiar al country para volver a reflotarse; la gente pedía que tocase sus temas más cañeros y lascivos y él era The Killer, así que no podía estar tocando country y volvió a sus raíces con sus temas más veloces e intensos.
Toda su carrera ha estado llena de altibajos causado por las drogas, la religión, sus escándalos sexuales, por pensar que hacía bien por tocar la música que le gustaba pero a fin de cuentas no estar en paz con sus ideas religiosas.
Una inestabilidad que a nadie le puede ir bien y por eso tuvo el carácter que tuvo durante sus años más activos llevando por la calle de la amargura a las discográficas y así mismo como decíamos.
A Nick no se le escapa detalle y explica todo con pelos y señales, quizá (como en la mayoría de biografías) la parte inicial se hace un poco más pesada pero luego no puedes dejar de leer algo tan crudo, realista y visceral.
Después de haber leído este libro hay que decir que si la película “Great balls of fire” parecía escasa, ahora lo parece mucho más, la película se tiene que hacer de este “Fuego eterno”, o si más no de la vida de JLL, porque sin duda es de película. Libro recomendadísimo de una de las leyendas del rock que gracias a Editorial Contra por fin podemos leer en castellano.
David Aresté