Otro trabajo más del magnífico guitarrista George Lynch, que está viviendo una segunda juventud, erigiéndose como un compositor prolífico, mezclando su trabajo en Lynch Mob con sus trabajos en solitario como es el caso de este “Kill All Control”.
A estas alturas no vamos a descubrir la calidad que tiene este señor en sus dedos, pero que nadie espere un trabajo de guitar hero ni nada por el estilo. Si por algo ha destacado ha sido precisamente por su capacidad de componer y ser un gran guitarrista de grupo.
En este caso, propone un disco largo, de 14 temas, con sonidos bastante modernos, siempre dentro del hard rock como era de esperar, pero sí que tiene un aire más actual, quizás incluso demasiado. Se encuentra (en cuestión de producción y sonido, no en cuanto a las canciones en sí) a medio camino entre sonidos típicamente ochentenos y discos como el “Crush” de Bon Jovi, Domino Effect de Gotthard, de cara a hacernos una idea. Incluso por momentos puede tener un cierto aire pop y comercial, con algún corte especialmente radiable en cadenas incluso no roqueras.
De hecho, tras haber disfrutado del discazo “Smoke and Mirrors” en Lynch Mob, y teniendo en cuenta toda su discografía con la cantidad de buenos temas creados, cuando uno se dispone a escuchar este trabajo puede llevarse una sorpresa e incluso una mala impresión. La primera escucha da la sensación de temas simplones, basado en clichés, y en cierto modo es así, ya que este trabajo no inventa nada y no se ha complicado lo más mínimo.
Por lo tanto, no es un disco que entre a la primera y a la segunda escucha a los fans acérrimos de Dokken y del guitarrista americano aunque los temas sí estén pensados para que sean fáciles de escuchar para el gran público. Sin embargo, una vez te obligas a escucharlo, sí que encuentras ciertos aspectos; alguna guitarra, algún solo, algún estribillo que se te pega, e incluso ciertos momentos excepcionales de gran lucidez que demuestran la calidad de este genio americano.
Junto a él, encontramos a Keith St. John (Montrose, Burning Rain) y Will Martin (Earshot), Marq Torien (Bulletboys) a la voz y Fred Coury (Cinderella) a la batería.
Todos ellos crean un colchón sonoro para que los temas luzcan, quedando en un plano superior, como es de esperar, la guitarra de Lynch. En muchos momentos resalta de tal manera que carece de sentido e incluso desmerece los temas. Pero es evidente que no deja de ser un superguitarrista y que tiene que lucirse, no tanto con mucho virtuosismo, pero sí con la presencia que su guitarra tiene en la producción,
Temas a destacar serían el tema que abre y que da nombre al disco, que, aunque no es un tema directo, posee una elegancia y un estribillo 100% single, Voices in my heard con un trabajo vocal espléndido, Wicked witch con un Legrand sentando cátedra en su mejor interpretación de todo el disco, o Son of Scary, gran tema con un ciertas reminiscencias a aquel Mr. Scary.
No es su mejor disco, ni de lejos. De hecho, este disco deja con ganas de escuchar un nuevo trabajo de Lynch Mob y a más de uno le defraudará, pero es un disco que merece unas escuchas si lo que quieres es escuchar música que entra fácil por el simple hecho de pasar un buen rato.
Belch
Temas:
01. Kill all control
02. Done
03. Fly on the wall
04. Brand new day
05. Wicked witch
06. Voices in my head
07. Resurrect your soul
08. Rattlesnake
09. Sun
10. Man on fire
11. My own enemy
12. Son of Scary
13. Go it alone