Opus Eponymous – 2010
Aunque fue en 2006 que Ghost nació como banda, no fue hasta 2010 que el gran mundo supimos de ellos con su disco de debut, «Opus Eponymous». Y ya desde el primer momento dejaron claro, como mínimo, que no eran una banda al uso: high-concept band con deje religioso, imagen impactante conservando el anonimato de los miembros y una portada de disco misteriosa muy reminiscente del póster de la película «El Misterio de Salem’s Lot» (1979). De entrada, ya tenían medio corazón de los fans del rock teatral ganado. Y lo bueno venía cuando dejabas que la aguja del tocadiscos empezara a viajar por los surcos del vinilo en un viaje alucinante.
Con un sonido añejo más propio del rock lisérgico a caballo de los 60 y los 70, el primer contacto con la música de Ghost descolocaba totalmente. Melodías extrañas, teclados poperos alternándose con órganos eclesiásticos, riffs que eran puro metal, una voz nasal y aparentemente inexpresiva…
Todavía recuerdo la primera vez que escuché este disco: no entendía nada, pero algo me impulsó a pincharlo de nuevo, y luego otra vez y así hasta quedar irremediablemente prendado de joyas como «Elizabeth», «Death Knell» o «Stand by Him», todas ellas con riffs pegajosos y oscuros combinados con melodías siniestramente celestiales en estribillos de otro mundo. Era algo nuevo, algo extraño, algo… feo. Pero querías más, y más, y más…
Ghost – Genesis
Es muy difícil de describir lo que uno siente al escuchar este disco: es como estar en un musical decadente que está siendo representado en una pequeña iglesia, con incienso flotando en el ambiente que se mete en tu cabeza y se apodera de ella mientras presencias un ritual lisérgico de rockeros de los 70 que llevan máscaras y no quieren que te los tomes en serio. Y tú no puedes evitar hacerlo.
Melodías incómodas como las de «Prime Mover» o «Con Clavi Con Dio» resultan extrañamente adictivas, a la vez que una instrumentación bastante básica pero totalmente certera y sin apenas florituras te lleva de la mano hasta un final de disco épico y a contracorriente como es la maravillosa «Genesis», un número instrumental de los más enigmático, bello y evocador.
Ghost – Opus Eponymous
Todo en «Opus Eponymous» se alineaba para ser lo más excitante que había parido el rock en muchos años: una banda misteriosa, con buena imagen, buen sonido y, por encima de todo, buenísimas y extrañas canciones con una personalidad apabullante.
Una joya absoluta del S. XXI que solo sería el punto de inicio de un ascenso meteórico al olimpo del metal.
Tres temas imprescindibles: «Ritual», «Death Knell», «Genesis»
Infestissumam – 2013
Después de un inicio tan prometedor, Ghost se veían en la difícil tesitura por la que pasan las bandas que consiguen que su ópera prima despierte interés: el temido segundo disco.
La banda se había hecho un nombre entre la comunidad más underground, pero es que además contaban entre sus fans con nombres como James Hetfield o Phil Anselmo. La cosa no podía fallar, y para ello se contrató a Nick Raskulinecz (Foo Fighters, Deftones, Rush, Alice In Chains, Coheed and Cambria…) como productor para que Ghost diesen el salto de calidad en cuanto a sonido y la banda fue a Estados Unidos a grabar.
Pero lo que hacía brillar a «Opus Eponymous» eran sus canciones, y para «Infestissumam» la banda no logró alcanzar esas cotas de brillantez, algo lógico y comprensible por otra parte.
Ghost – Year Zero
El estilo era bastante continuista, todo hay que decirlo. La sorpresa y confusión que causaba el trabajo anterior ya era algo que no teníamos aquí: Ghost nos gustaba, ahora solo queríamos más y mejor.
El inicio del disco era espectacular con otra intro instrumental épica que daba título al álbum, y empalmaba con «Per Aspera Ad Inferi», un tema potente pero que no tenía le gancho de ninguna de las canciones que conformaban su predecesor. Y esa es una tónica que planea sobre todo el disco.
Había algunos temas que destacaban por méritos propios como «Year Zero» (todavía una fija en los directos), «Jigolo Har Megiddo», «Monstrance Clock», la sesentera «Body and Blood» o «Ghuleh/Zomibie Queen».
Ghost- Infestissumam
Sin embargo, otros temas como «Secular Haze» (que fue uno de los singles del álbum), «Depth of Satan’s Eyes» o «Idolatrine» se quedaban un poco en tierra de nadie, muy, muy lejos del nivel de «Opus Eponymous». Se suele citar que la banda no acabó muy contenta con el resultado final del disco debido a las prisas por terminarlo, y la verdad es que se nota.
Quizá la calidad de sonido supere al trabajo anterior, pero la mezcla suena extraña y desde luego no tiene la magia de aquél. Las letras de la banda seguían flirteando con el satanismo con cierto tono de crítica social y comedia a partes iguales, y eso les causó algunos problemas en Nashville, la ciudad sureña donde grabaron el disco.
A pesar del resultado irregular de «Infestissumam», la banda continuó con su trayectoria ascendente y sus directos eran cada vez más potentes. Solo hace falta escarbar un poco en vídeos de Youtube de esa época para ver los inicios de concierto tan increíbles con la banda sonora de la película «Eyes Wide Shut» para luego seguir con «Infestissumam» y el público volviéndose absolutamente loco.
Ghost empezó a telonear bandas muy populares y sus propias giras atraían cada vez a más y más gente. El hecho de que la banda siguiera manteniendo su identidad en secreto bajo las túnicas propició rumores como que el propio Dave Grohl hizo un tramo de la gira americana de la banda tocando la batería, un dato que años más tarde el Grohl acabó confirmando.
Parecía que Ghost habían aguantado el bache del segundo disco como habían podido, y tras capear ese temporal, la banda había subido un par de peldaños en la escalera que llevaba a la cima. El tercer disco sería crucial.
Tres temas imprescindibles: «Infestissumam», «Year Zero», «Monstrance Clock»
Meliora – 2015
Tras la maratoniana gira de «Infestissumam», Tobias Forge solo tenía clara una cosa: no quería prisas. El plan para llevar a Ghost a lo más alto no se podía permitir otro disco como «Infestissumam», así que la siguiente obra debía ser un disco matador.
Forge siempre había llevado el peso compositivo en los temas, y para «Meliora» (en Latín: «la búsqueda de algo mejor») ese hecho se iba a acentuar. Por primera vez, la banda recluta al productor de estrellas pop sueco Klas Åhlund, y a una leyenda de la mezcla como Andy Wallace para grabar el disco a caballo entre su Suecia natal y Estados Unidos de nuevo.
Y que me aspen si Forge no consiguió su objetivo.
El Papa Emeritus III venía como un vendaval cuando el 30 de Mayo de 2015 la banda presentó «Cirice» como su primer single, un tema inquietante, poderoso, oscuro y maravilloso que podía recordar a los mejores medios tiempos de Metallica y con una melodía muy evocadora. Así empezaba el camino del hype hasta el mes de agosto, cuando finalmente «Meliora» vio la luz.
Ghost – From the Pinnacle to the Pit
Hasta ese momento, dos temas más habían sido adelantados, la espectacular «From the Pinnacle to the Pit» y un tema quizá algo más discreto como «Majesty».
Las críticas fueron casi unánimes: Ghost habían hecho un paso gigante hacia adelante. A pesar de la extraña elección de productor, el disco suena limpio y amenazador a la vez; melódico y contundente, extraño y accesible.
Ghost – Meliora
De nuevo, el disco empezaba con una pequeña intro instrumental muy reminiscente de las pelis de ciencia ficción de los 50 para atacar con «Spirit» y sus tambores del infierno. Un tema perfecto para iniciar los conciertos de la gira. En «From the Pinnacle to the Pit», el bajo tomaba el protagonismo como hacía tiempo que no sucedía en una canción de rock.
Una pieza de la delicadeza de la instrumental «Spöksonat» daba paso a la que, probablemente, sea una de las tres mejores canciones que Ghost hayan grabado jamás, «He Is». Un tema épico y solemne con una melodía preciosa que no sabes si te alegra el día o te lo hunde y que, desde luego, no se parecía en nada a lo que hubiera grabado Ghost antes ni ninguna banda del género.
Ghost- Cirice
Era un tema de 2007 que la banda ya había intentado meter en «Infestissumam» pero que, por una razon u otra, no acabó cuajndo. Pero es con él que Ghost demostraron que juegan en otra liga: la liga de hacemos lo que queremos porque queremos. Y funcionó. El hecho de que un tema tan bello propusiera un mensaje tan camufladamente satánico y lo rubricara todo con un solo de guitarra tan mágico, no hace más que dar números a «He Is» para ser un serio candidato a mejor tema de Ghost.
Había algún que otro tema algo menos inspirado, aunque no flojo, como «Mummy Dust» y sus flashazos de teclados AOReros mezclados con riffeo guitarrero por doquier, o «Absolution».
Sin embargo, a pesar de no brillar tanto cuando fue presentado, «Majesty» mantenía un nivel sólido dentro del conjunto antes justo del tramo final que cerraba con la maravillosa «Deus in Absentia», otra bizarrada marca de la casa, que mezclaba melodías de cabaret decadente con un estribillo propio de cualquier gigante del AOR ochentero. Este tipo de mezclas que, poco a poco, se acabarían convirtiendo en el sello y un de las mayores virtudes de Ghost.
Ghost- He is
El disco era un pepinazo y el público lo trató como tal. Ghost empezaron a subir escalafones en los carteles de los festivales más potentes y, a la vez, empezaron a labrarse una carrera muy exitosa en Estados Unidos, donde su calidad, mezclada con su polémico mensaje satánico, les hicieron gozar de mucha popularidad entre los metalheads del país, desde luego mucho menos acomplejados que los puristas europeos. No es que Ghost no crecieran en Europa, por supuesto que sí, pero ya se sabe: Ghost eran un chiste y no había que tomárselos un serio y ay de ti si lo hacías.
De hecho, a Ghost le iban tan bien las cosas que en 2017, los miembros de la banda (Simon Soderberg, Mauro Rubino, Martin Hjertstedt y Henrik Palm) decidieron demandar a Forge por el reparto de royalties.
Ese triste incidente provocó un antes y un después en Ghost que se puede resumir en dos puntos: el primero es que se acabó desvelando la identidad de todos sus miembros (que debido a fans inquisitivos ya no eran tan secretas aunque se decidió seguir el juego a la banda en mayor o menor medida) haciendo que la mística alrededor de Ghost se desvaneciese, y el segundo es que Forge decidió echar a todos sus compañeros y Ghost como tal pasó a ser Tobias Forge vestido de Papa Emeritus acompañado de unos Nameless Ghouls que él podría ir cambiando según sus antojos y necesidades.
Tres temas imprescindibles: «He Is», «Cirice», «From the Pinnacle to the Pit»
Prequelle – 2018
La carrera de Ghost estaba un poco en entredicho tras el incidente de los royalties y Tobias Forge no iba a permitir que eso quebrantara su visión. Tras el show final de la gira de «Meliora» el 30 de septiembre de 2017, Forge (ahora bajo la piel del cachondo Cardinal Copia) se puso a crear como un loco y antes de que acabara el año ya estaba encerrado en el estudio con el productor Tom Dalgety (Opeth, Rammstein, Killing Joke, Pixies) para dar forma al cuarto trabajo de Ghost.
Para este disco que iba a girar en torno a la temática medieval y de la Peste Negra, Forge contaría, por supuesto, con músicos de sesión. Para grabar «Prequelle» se optó por una manera de trabajar concisa y sin florituras. Se quería ir por faena, justo lo contrario que con «Meliora», y pruebe de que el objetivo se consiguió fue que el 18 de abril de 2018, Ghost ya adelantaban un tema nuevo, «Rats», con un cachondísimo videoclip.
Lo primero que sorprendía era el giro hacia un sonido más ochentero, sin ningún tipo de rubores: un riff más propio de Jake E. Lee para el «Bark at the Moon» de Ozzy que para un disco de Ghost, melodías luminosas, un estribillo revienta-estadios y un solo memorable. De alguna manera, «Rats» era todo lo opuesto a lo que Ghost nos tenía acostumbrados… pero seguía siendo sonando 100% a Ghost.
Ghost – Rats
Solo un mes más tarde, Forge nos soltó otro adelanto titulado «Dance Macabre» y allí ya fue cuando nuestras mandíbulas tocaron el suelo: hard rock popero sin concesiones, sin ningún tipo de vergüenza. Melodía sacada directamente de 1985, un estribillo diseñado para arrasar y un buen rollo general que descolocaba al más pintado. Desde luego, si este tema hubiera sido editado en los 80 hubiera sido un éxito global.
No todo el disco iba del mismo roll AORero. Por ejemplo, «Faith» tenía un inicio que es puro heavy metal y un riff pesado de guitarra y sintetizador que nos retrotrae a los tiempos de «Meliora». También había sitio para los baladones como «See the Light» salpicados de destellos prog o los temas instrumentales como la maravillosa y épica «Miasma», uno de los puntos álgidos de los shows de la banda, o la extraña «Helvetesfonster», con aires de banda sonora de giallo de los setenta.
El Cardinal Copia seguía con la vena solemne con un engendro tan inclasificable y delicioso como «Pro Memoria», mientras que, de nuevo, se cerraba el disco con un momento cumbre como «Life Eternal», una power ballad muy en la onda del nuevo giro musical de Ghost, que encaja a la perfección con el resto del disco.
Ghost – Dance Macabre
Por supuesto, la gira de «Prequelle» fue la que vio a Ghost tocar, como mínimo, en pabellones de capacidad media (incluso en nuestro país). Conciertos multitudinarios donde todo funcionaba a la perfección: la puesta en escena, el sonido, la imagen, el repertorio (una sabia mezcla de temas de todas las épocas, pero favoreciendo los dos últimos discos, como es lógico) y un público cada vez más entregado.
Es cierto que sobre el escenario estaba Forge y un grupo de músicos (por cierto, más numeroso que nunca con la inclusión de un teclista y dos coristas femeninas para poder, por fin, dejar de lado las pistas de coros pregrabadas). No eran «una banda» como a todos nos gustaría, pero poco importaba eso.
Ghost – Prequelle
El espectáculo era bueno y, como era de esperar, los músicos que acompañaban a Forge en la carretera eran más que solventes. Otra muesca en el arma de Forge, que ya podía rozar su objetivo con la punta de los dedos: Ghost estaban a un paso de entrar, por derecho propio, en la primera división mundial no ya del metal, si no del rock en general.
Tres temas imprescindibles: «Rats», «Dance Macabre», «Life Eternal»
Impera – 2022
El plan de Tobias Forge llega a uno de sus momentos más importantes con «IMPERA». Después de una gira apoteósica, Forge ya comentó que necesitaba tomarse un descanso (no es para menos) y tuvo la gran suerte de que el parón coincidió con la pandemia mundial que lo detuvo todo.
Ghost – impera
Durante ese tiempo, Forge tuvo tiempo de disfrutar de su familia, escribir material nuevo y llevarlo al estudio para colaborar de nuevo con Åhlund y Wallace sin prisas. El resultado: uno de los mejores discos de Ghost hasta la fecha.
«IMPERA» es un disco que crece a pasos agigantados con cada escucha. Desde luego, presenta la producción más cuidada hasta la fecha en un disco de Ghost y además cuenta con Fredrik Åkesson de Opeth a todas las guitarras.
Ghost – Call me little Sunshine
Para una reseña más detallada, puedes leer la que publicamos en su día, pero valga decir que el sonido de Ghost ya no se parece en casi nada a lo que me hizo enamorarme de la banda en «Opus Eponymous» y aun así, de algún modo, todo sigue sonando a Ghost. La evolución hasta este punto ha sido gradual, confortable y apenas traumática.
En entrevistas, Forge ya ha confirmado que tiene un plan trazado hasta 2025. Que sabe cómo se titulará el próximo disco, la temática que tratará y el look de la gira correspondiente. Pero los meros mortales vivimos a otro ritmo, y de momento seguimos disfrutando de un «IMPERA» que, de momento, ya ha catapultado a Ghost a lo más alto del cartel del festival metálico más importante del mundo, Hellfest. Y eso es solo el primer capítulo del nuevo tomo en la carrera de una banda que, de seguir así, acabará marcando una época… si es que no lo ha hecho ya.
Tres temas imprescindibles: «Call Me Little Sunshine», «Watcher In The Sky», «Respite On The Spitalfields»
OTROS TRABAJOS
Desde sus inicios, Ghost han ido intercalando otras referencias en su discografía entre álbum y álbum. Sin ir más lejos, ahí está «Ceremony and Devotion», un disco en directo editado en 2017 y grabado durante la gira de «Meliora» que, a decir verdad, carece de toda emoción.
El doble álbum es un documento de la gira que llevó a Ghost al siguiente nivel, pero adolece de los mismos problemas que la mayoría de discos en directo ahora mismo: sonido demasiado perfecto, ejecución exquisita y unas versiones demasiado parecidas a las de los discos de estudio, detalle más acentuado aquí porque Ghost tocaban sobre voces pregrabadas que hacían imposible la improvisación en directo. Un disco para coleccionistas y no mucho más.
La chicha se encontraba en los EP’s de versiones «If You Have Ghost» (2013) y «Popestar» (2016), donde la banda daba rienda suelta a sus filias musicales. De aquí sale una joya imprescindible en la carrera de la banda como «If You Have Ghosts», una versión absolutamente mágica de Roky Erickson, por ejemplo.
Ghost – If You Have Ghosts
Grabaron versiones de bandas tan dispares como ABBA, Depeche Mode, Echo & the Bunnymen o Eurythmics, sin olvidar que uno de los temas más queridos por los fans, «Square Hammer», aparecía en «Popestar» y no en ninguno de sus álbumes oficiales. Tampoco hay que olvidar el siete pulgadas «Seven Inches of Satanic Panic» (2019) del que suelen recuperar «Kiss the Go-Goat» en directo.