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Con la fuerza de un huracán y dejándonos sin capacidad de reacción nos llega lo nuevo de los suecos H.E.A.T. Con tres discos en su haber y el cuarto a punto de caramelo, definitivamente podemos decir que estos chicos ya han llegado donde se proponían, están a punto de coronar la cumbre y asoman temerosa no, valientemente la cabeza en el top de todas las listas que, o mucho me equivoco o las van a reventar… Susana Manzanares |
| Nota: 9,5/10 |
Ya han pasado unos cuantos años desde que unos jovencísimos chavales se juntaron en 2008 y sacaron un disco que dejó boquiabiertos a sus compatriotas y a los que no lo somos también. Ya por aquél entonces y todavía con Kenny, su anterior vocalista, ya se vaticinaba que lo que teníamos delante era un diamante en bruto que sólo era cuestión de tiempo verlo pulido…
Desde entonces han trabajado muy duro, no han parado de componer, de girar, han sacado 3 discos y ahora con el 4º prometen ser un auténtico bombazo y si algún despistadillo aún no sabía quiénes son H.E.A.T., ahora es cuando se va a enterar pero bien…
H.E.A.T. siempre se han movido en un hard rock melódico con mucho toque AOR, pero lo que a primera escucha parece intuirse en este nuevo trabajo, es que suenan algo más durillos, como que han subido ligeramente los niveles de hard pero se mantienen en perfecto equilibro con esa melodía aorera que siempre les ha caracterizado.
Hace pocas semanas ya nos hicieron levantar las orejillas con el adelanto de su single y vídeo ‘A Shot At Redemption’, con el que irrumpieron abruptamente en todos los medios, internet y redes sociales extendiéndose como la pólvora entre el sector más hard-rockero de la escena. Con este tema, aparte de que te conquista a primera escucha, ya nos demuestran que han encajado perfectamente la marcha de su guitarrista Dave Dalone, que dejó la banda hace unos meses para centrarse en proyectos personales, y nadie diría que falta una guitarra para nada… reforzando la otra, la percusión, los teclados y con la soberbia interpretación de Erik a las voces el resultado que han conseguido es sonar con más garra y más fuerza que nunca.
Grabado en los Bohus Studios y de nuevo bajo la producción del prestigioso Tobías Lindell, el disco nos abre la puerta y nos da la bienvenida con una intro pausada, melodiosa y preparando cuidadosamente el terreno de menor a mayor intensidad hasta que de la misma manera que el agua entra en ebullición empieza ‘Point Of No Return’, el –permitidme la expresión- TRALLAZO escogido que abre el álbum y desde luego que no se puede empezar de mejor manera, hacía tiempo que no me producía esa agradable sensación en el estómago la primera toma de contacto con un disco… Acto seguido viene el single, ya buen amigo nuestro pues como decía líneas atrás, ‘A Shot At Redemption’ nos viene acompañando hace semanas y como es tan estupendo y entra tan bien ya desde la primera escucha, a estas alturas no hace sino reafirmar las buenas sensaciones que nos ha dejado el primer corte.
El siguiente, ‘Inferno’, es el ‘tema H.E.A.T.’ por excelencia, está hecho a imagen y semejanza de la banda, con gancho, de fácil escucha y con madera de directo 100%, si no es uno de los que podremos ver, oír y cantar su pegadizo estribillo en sus –ojalá- prontas giras, me sorprendería bastante y me extraña también que no haya sido éste el elegido como single, la verdad…
‘The Wreckoning’, una breve intro instrumental entre solemnes teclados y truenos que bien podrían servir para una película de misterio, da paso de inmediato al tema que da título al álbum, ‘Tearing Down The Walls’, un bonito medio tiempo que nos obliga a bajar el ritmo y disfrutar de la voz de Erik, en su máximo esplendor en este disco pero no en éste tema en el que más, que eso para mi gusto vendrá unos cuantos más adelante… aun así, hará las delicias tanto de los que piensan que la banda ha ganado con el cambio de vocalista, como de los que aún añoran a Kenny…
A estas alturas parece como que los temas se van ‘tranquilizando’, no llevan el ritmo tan frenético del principio y es justo en estos ritmos donde la banda se maneja, y donde se explaya. En este contexto encontramos ‘Mannequin Show’, el inminente segundo single, que te atrapa con unos traviesos teclados nada más empezar y ‘We Will Never Die’ donde se esconde un interesante sólo del ya único guitarra, Eric Rivers que asume definitivamente el control de las 6 cuerdas él solito y gran control además. Pero no es él sólo, así como decía al principio encuentro bastante reforzada la percusión, Crash, el batería se ha puesto las pilas en este disco, si cabe todavía más que en los anteriores, siendo un importante protagonista en todos los temas, y en algunos al principio como nos encontramos en ‘Emergency’, el siguiente corte que abre con un atractivo tamborileo inicial.
Tras ella llega el momento de derretirse con la balada ‘At the nights’, aquí vuelven a ser los protagonistas absolutos los teclados y de nuevo, Eric a la voz y en mi opinión, aquí sí, aquí es donde el Sr. Grönwall se deja la garganta y el aliento enterito… impresionante de lo que es capaz de cantar este muchacho… sólo llegar hasta este punto ya merece la pena el disco. Aun así, quedan todavía tres, tres estupendos pasos antes de llegar al final como son ‘Eye For An Eye’ y ‘Enemy in Me’ tema con gancho total donde vuelven a girar la rueda hacia la derecha y subir el voltaje para afrontar el final con energía terminando con ‘Laughing At Tomorrow’, el himno… no es ni la mejor ni la peor canción pero si hay un himno en este disco, no puede ser otro, es éste…
Ya lo decía al principio, estos cinco suecos si siguen así se van a hacer con lo más alto de las listas antes que nos demos cuenta, vienen pisando fuerte y sin duda los veremos bien arriba dentro de nada porque reúnen todas las condiciones para triunfar, ganas, juventud, talento y un directo de caerse de posaderas, que decir de culo igual está feo…
Susana Manzanares
Temas:
Point Of No Return
A Shot At Redemption
inferno
The wreckining
Tearing Down The Walls
Mannequin Show
We Will Never Die
Emergency
All the Nights
Eye For An Eye
Enemy In Me
Laughing At Tomorrow
