Los veteranos HEATHEN vuelven con este flamante “Empire Of The Blind”, cuarto disco de estudio de la formación y el primero en 10 años desde aquel “The Evolution Of Chaos”(2010). Sin duda uno de los mejores discos del año para todos los amantes del thrash metal en su vertiente más clásica y en el que, como de costumbre, HEATHEN demuestran tener una calidad compositiva e instrumental excelente.
La formación actual de estos thrashers fundados en 1984 por Lee Altus en la Bay Area de San Francisco está formada por el guitarrista de EXODUS Lee Altus, el vocalista David White, ambos miembros de HEATHEN desde el primer trabajo de la banda, el guitarrista Kragen Lum (desde 2007) y los recién incorporados bajista Jason Mirza (2019) y ??batería Jim DeMaria (2020). Añadido a esto, para la ocasión la banda ha contado con las colaboraciones especiales de Gary Holt (EXODUS, SLAYER), Rick Hunolt (ex-EXODUS) y Doug Piercy (ex-HEATHEN).
"Empire Of The Blind" ha sido grabado, producido, mezclado y masterizado en gran parte por Christopher "Zeuss" Harris en Planet Z Studios. Por su parte, el mismo guitarrista Kragen Lum ha realizado trabajos de grabación adicionales en el SubLevel Studio en Little Rock, Arkansas. En relación al diseño de la portada del disco, el responsable ha sido Travis Smith (OVERKILL, EXHORDER).
Como apuntaba antes, HEATHEN inició su andadura en 1984 en plena ebullición del thrash metal de la Bay Area. Pronto empezaron con las maquetas y a aparecer en discos recopilatorios de bandas que por aquel entonces justamente empezaban a rodar. Personalmente, tuve ocasión de conocer a la banda con aquel vinilo recopilatorio llamado Speed Kills III (1987) en el que la banda aparecía presentando el tema “HEATHEN”, que estaba incluido en su primer disco “Breaking The Silence”(1987), un trabajo, por cierto, cargado de adrenalina pero también de una técnica inusual para la época. Como gancho también recuerdo aquella versión de SWEET titulada “Set Me Free” y que, de largo, supera la original en cuanto a velocidad e intensidad. Tres años más tarde llegaría su segundo trabajo titulado “Victims of Deception”(1991) – con versión del “Kill the King” de Rainbow incluída – con una producción muy mejorada y donde la banda creció exponencialmente en cuanto a técnica y composición. Por aquel entonces el dúo de hachas Lee Altus y Doug Pearcy arrasaban y la voz limpia de David R.White le daba a la banda esa personalidad que les tendría que haber elevado al estrellato. Pese a todo, y habiendo brillado por encima de muchas otras bandas, HEATHEN no llegaron a superar el mazazo que supuso la dichosa década de los noventa para muchas formaciones de metal.
Tuvieron que pasar casi dos décadas para que HEATHEN volvieran a la carga con su tercer larga duración titulado “The Evolution Of Chaos”(2009 en Japón y 2010 en Europa y EEUU), nuevamente con David R.White al a voz, Lee Altus a la guitarra y el batería Darren Minter. Para entonces se sumaron a la banda el también genial guitarrista Kragen Lum y el bajista Jon Torres (R.I.P.2013) y juntos volvieron a demostrar que la creatividad de la banda seguía intacta. La publicación del disco vino acompañada de la correspondiente gira, con visita a España incluida, y después volvieron a silenciarse durante una década.
Ahora, diez años más tarde, y después de haber remasterizado aquel magnífico “The Evolution Of Chaos” incluyendo la instrumental “Seasons In Purgatory” a modo de bonus track, han vuelto al estudio para parir otra obra maestra del género de la que no se desaprovecha ni un solo compás.
El disco en cuestión está formado por un total de 12 temas, ideal para que así se haya podido editar también en vinilo y en cassette (formato este último que ya han agotado). Así, la estructura de los mismos sigue la tradición ochentera, a saber, una dramática intro instrumental “This Rotting Sphere” ideal como inicio de concierto y cuyos compases se repetirán en “Moment to Ruin”, a saber, la “outro” instrumental con la que cierran este fabuloso trabajo y que sirve para cerrar el círculo que contiene un auténtico golpe de adrenalina capaz de desvertebrar los cuellos más salvajes. “The Blight” es, sencillamente demoledora y junto a la potencia vocal de White (que probablemente conserva dicho registro gracias al hecho de que su forma de cantar no es gutural) hallamos unas guitarras marca de la casa que protagonizaran a lo largo y ancho del disco esa marcada personalidad basada en melodías constantes, por un canal, y riffs cortantes, acelerados y aplastantes por el otro. No vayamos a pensar que ese tremendo disparo iba a ser solamente el postureo que supone buscar un single facilón. En absoluto, “Empire Of The Blind” emerge como uno de los cortes más apocalípticos de la colección que rompe con un estribillo que supone un auténtico lamento de desesperación…”Behold the rising empire, Behold the empire of the blind” acerca de la decadencia a la que ha llegado nuestra raza. Le sigue “Dead and Gone”, algo más groove pero de intensidad sobresaliente, para dar paso al medio tiempo “Sun In My Hand”, que por buscar algún referente bien podría ser considerado el equivalente al “My Friend Of Misery” de METALLICA (para que el lector me entienda rápido).
Llegados al ecuador del disco nos encontramos con mi favorita. “Blodd to Be let” podría haber sido titulada perfectamente “Arrows of Agony II” porque sigue exactamente el mismo patrón. Guitarras dando cortantes hachazos a diestro y siniestro, con un White en su faceta más agresiva y con infinitos solos distribuidos por los 3:36 minutos que dura esta auténtica joya de thrash que, desde ya, deberá ser considerada un clásico en la corta pero intensa discografía de HEATHEN. Pasada la también contundente “In Black”, llega la balada del disco con “Shrine Of Apathy” porque, como buen disco de thrash, los más duros deben demostrar que también tienen su faceta sensible así que, siguiendo con la tradición marcada en el género y también en su propia discografía, esta balada está compuesta con los mismos cánones que la anteriores “A Hero’s Wellcome” (2010), “Prisoners Of Fate”(1991) o “Worlds End”(1987).
El momento de pausa se ve superado con otro de los obuses del disco. “Devour” contiene esos riffs a medio tiempo, con ritmo de locomotora de vapor sacando humo por cada traste de los afilados mástiles de Altus y Kragen. Tendencia que, sin duda alguna, explotan con otro de mis favoritos. Estoy hablando de la inconmensurable instrumental “A Fine Red Mist”. Este es otro de los elementos clásicos del formato del disco, es decir, todo buen disco de thrash debe tener su instrumental y esta, además, es capaz de convertirse, como digo, en uno de mis temas favoritos.
Llegado a la recta final del disco nos encontramos con la agresiva “The Gods Divide”. Permitidme la insistencia a la hora de hacer alusión a los clásicos del thrash pero para los que venimos de la época del vinilo siempre nos viene a la cabeza el momento de pinchar la cara B del disco y esperar a ver con qué tema se cerraba el disco y si la banda de turno lo hacía con el tema más duro de todos entonces es que triunfaban. Bien, pues eso es lo que pasa exactamente con “The Gods Divide”. Aparte de la letra, que para mi contiene un auténtico lema muy acorde a nuestros tiempos cuando escupen eso de “To limit knowledge is to limit all debate”, la llegada del estribillo es la explosión del circle pit y del headbanging más descontrolado. Sin duda, uno de temas más rápidos y agresivos de este trabajo y que, además, contiene ese tipo de estribillo grandilocuente, repleto de poderosos coros que deja al oyente con ganas de más HEATHEN. “DESTROY, REBUILD and watch them fall. A resurrection for mankind. DESTROY, REBUILD and make them crawl. A modern era for the blind”.
Por lo pronto, y si la pandemia lo permite, HEATHEN ya tienen programadas visitas en varios festivales europeos para mayo y julio del próximo año. Esperamos con ganas que tengan a bien volver a nuestras tierras y, por supuesto, que no nos hagan esperar tanto entre entrega y entrega.
Marcel·lí Dreamevil
Temas:
01. This Rotting Sphere
02. The Blight
03. Empire Of The Blind
04. Dead And Gone
05. Sun In My Hand
06. Blood To Be Let
07. In Black
08. Shrine Of Apathy
09. Devour
10. A Fine Red Mist
11. The Gods Divide
12. Monument To Ruin