Como ya dijeron en su día sus paisanos Abba, gracias por la música. Gracias por crear de nuevo una obra maestra dando con la varita mágica esa chistera de la que sale el buen hacer. Nicke Andersson lo vuelve hacer declarándole la guerra al Pop, siempre a su estilo, siempre con la caballerosidad que le caracteriza y por supuesto llevando las riendas de lo que es su nuevo proyecto más que consolidado. Sixx |
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Nota:9/10 |
Imperial State Electric ya no es la nueva banda de Nicke, Imperial ya pertenece a ese grupo de bandas de cabecera por derecho propio. Después de que Nicke decidiera aparcar a sus Hellacopters y con una de las razones más sorprendentes y llamativas que he escuchado en mi vida, Imperial State Electric se pone su nueva meta, llegar al límite de Hellacopters.
Nicke en su día aparco a Hellacopters porque pensó que había llegado a su límite, que había dejado a la banda en muy buen lugar y que más alto no podía haber llegado. Es cierto, tan cierto que su planteamiento muestra al gran Andersson como una persona con la cabeza bien amueblada, que sabe quien es y sobretodo que sabe a donde va, y de esta forma deja su proyecto en la cima, en lo más grande que un músico puede esperar.
Quizás su culo inquieto y su afán de superación se impuso al volver a empezar de cero creando desde el principio una nueva meta. Muy rápido esta yendo Nicke para conseguir en tampoco tiempo lo que tardo años con Hellacopters.La banda se presenta con un disco redondo de principio a fin, con claras alusiones a sus influencias, unos Kiss más bisoños, unos Cheap Trick inconmensurables y unos maestros como so los Beatles. Han conseguido de nuevo y sin que suene similar, crear una nueva obra maestra con temas muy cortos, un disco muy corto y que te deja con ganas de más.
Ya desde la portada se muestra a un Nicke Andersson con trazas de emperador, una cover sencilla pero mostrando el poderío de su principal protagonismo dejando claro que es un autentico Mariscal del Rock. Como decimos, un disco muy corto que recrea musicalmente toda la fuente de la sabiduría de este hombre, destilando clase por todas partes.Otro detalle importante es que por fin la banda se centra en lo que a miembros se refiere, ese baile de músicos que ofrecía Nicke por fin se estabiliza en esta guerra del Pop.
Vamos por partes como decía Jack el destripador, abrimos con “Uh huh”, y no, no es el grito de cualquier mandril, es un alegato de poco mas de un minuto que literalmente te deja los calzoncillos a la altura de los tobillos. Su estructura es claramente marciana y no por extraña, sino porque no es de este mundo. Unos arreglos de guitarra que son impresionantes da paso a un estribillo que literalmente te hace saltar de la silla, y si no lo haces es que estas muerto amigo.
Producción añeja, con un sonido por parte de la batería como antaño y sin overdubbs ni movidas extrañas que la pueden hacer “marciana”. Prácticamente no nos da tiempo a terminar de flipar con este primer tema, cuando le tenemos que dar al play de nuevo.“Narrow line” se extiende en el metraje algo mas ofreciéndonos otra joya de grandísimo valor con un sonido personal al máximo, con un sonido a Imperial State Electric mezclando todas esas influencias antes comentadas de los Beatles o Cheap Trick. Si cerramos los ojos parece que estamos escuchando a Ace Frehley puntear en la canción.
“Can’t seem to shake it off my mind” literalmente te pone los pelos de punta con lo que se han sacado de la manga. Claras alusiones a la forma de componer de los Beatles con esos coros creando varias tonalidades llevando todo a algo fuera de lo normal. Hace poco tiempo hablaba con un amigo y juntos llegamos a la conclusión de que si los Beatles funcionaran hoy en día, sonarían mucho a Imperial State Electric.
“Back on main” nos ofrece un corte mas crudo en formato de Hard rock mas clásico pero con esos toques especiales de Andersson y que recuerda mucho también a los solitarios de Kiss, una medida de cada uno de ellos, y es que no es ningún secreto la devoción que siente Nicke Andersson por los Kiss. De nuevo ese sonido tan particular de Ace Frehley toma protagonismo en el disco.
“Waltz for Vincent” es la parte un poco bizarra de este disco, ya sabemos que la perfección no existe aunque tampoco es mal tema, simplemente baja la cadencia y esa sensación de ir en un Testarossa a 290 por hora, rebaja la intensidad del set list.“Sheltered in the sand” llega al ecuador del álbum y me es imposible compararla con una obra maestra que escribió Paul Stanley para su disco en solitario “Wouldn’t you like to know me”. Otra vez claro sabor a Kiss..
“Empty hands” nos lleva a una composición algo mas alejada en el tiempo, manteniendo esa tensión y dibujos del Rock mas clasicote de los setenta. Guitarra y bajo doblando a la perfección sus notas al mas puro estilo de bandas como Golden Earring.
“Monarchy madness” viene acompañado de todos los ingredientes para un comensal del Rock, panderetas, palmas y estribillos cortantes aderezados con unos riffs mas que punzantes. “Deride and conquer” toca casi el final en este nuevo compendio de Andersson presentándose como otra clara y firme promesa a disco del año en este 2012. Como comentábamos, disco muy corto y muy digerible lo que le hace inmensamente más grande. No hacen falta turronazos de hora y media de solos que provocan indigestión y diarrea para hacer un buen disco de Rock and roll.
Imperial State Electric lo han conseguido de nuevo, han conseguido darle una vuelta más a ese engranaje para que en poco tiempo nos quedemos sin ellos como ya paso con Hellacopters. No es una visión catastrofista, todo lo contrario, es una visión positiva de alguien que sabe que si ya no tiene nada mas que ofrecer, pues a otra cosa mariposa. Primero fue Entombed, luego fue Hellacopters, ahora Imperial State Electric, pero y mañana? Da igual, de momento gracias de nuevo por esta obra maestra que nos brinda el maestro Andersson.
Sixx
Temas:
01. Uh Huh
02. Narrow Line
03. Cant Seem To Shake It Off My Mind
04. Back On Main
05. Waltz For Vincent
06. Sheltered In The Sand
07. Empty Hands
08. Monarchy Madness
09. Deride And Conquer
10. Enough To Break Our Hearts