Hoy se ha publicado el decimoséptimo álbum de la banda británica Iron Maiden, un álbum muy esperado por todos y que va a provocar todo tipo de reacciones, las de aquellos incondicionales para los que todo lo de estos señores vale, aun a sabiendas que nunca vendrán tiempos mejores.
Y en el otro extremo aquellos que se posicionan en sus obras de los ochenta, considerando sus trabajos posteriores como algo tedioso, rechazándolos y alimentando el rencor hacia una banda que les hizo inmensamente felices y que ahora no les corresponde.
Toni Marchante
Y es que en la vida se pasan muchas etapas, Iron Maiden no son lo mismo que hace 35 años, ni nosotros tampoco. Nuestros gustos van cambiando y en este caso los suyos también. Lo único cierto aquí es que esta pandilla de sexagenarios británicos, siguen vivos y siguen haciendo conciertos, siguen haciendo buena música y eso tiene mucho mérito.
“Senjutsu” es el nombre de esta nueva obra, que hace alusión a la cultura japonesa, donde la banda siempre ha tenido un gran éxito. Una palabra que viene a significar “táctica y estrategia” en japonés. Lejos de aquel EP “Maiden Japan” de nuevo rinden tributo a el país del sol naciente.
En la portada creada por Mark Wilkinson, nos presentan a un Eddie caracterizado de samurai, con un fondo oscuro, similar a su anterior álbum, perdiendo de nuevo el aliciente de enriquecer el fondo con elementos y referencias al mundo Maiden que al fan siempre le ha gustado buscar.
Aunque “Senjutsu” sea un álbum de canciones nuevas, estas no se han concebido recientemente. Ya en 2019 había ruido sobre un nuevo álbum de estudio de los británicos, pero el éxito de la gira de “The Legacy of the Beast” no hacía más que posponer el lanzamiento. Si a esto le sumamos el imprevisto de la pandemia, los planes se han demorado hasta hoy.
El grupo en su anterior y exitoso «The Legacy of the Beast Tour»
De tal forma que la banda se juntó en un descanso de la gira en Paris en 2019 para cristalizar y grabar los temas que componen este álbum. Un disco que se grabó en los estudios Guillaume Tell, donde Maiden grabó ‘Brave New World’ (2000) y ‘The Book Of Souls’ (2015).
La primera noticia que tuvimos de este disco fue el 15 de julio donde nos presentaron su nuevo single «The Writing On The Wall», precedido días antes por mensajes subliminares y respaldado por un excelente vídeo animado, realizado por dos antiguos ejecutivos de Pixar, fans de la banda, basado en una historia escrita por Bruce Dickinson.
En “The Writing on the Wall” percibimos un aspecto novedoso en la composición, conservando el aura del sonido Maiden. Un corte de connotaciones blues donde la mano de Adrian Smith es muy evidente.
“The Writing on the Wall” nos ofrece grandes momentos de guitarra, donde sorpresivamente el bajo pasa demasiado desapercibido. La voz de Bruce se desenvuelve en las tonalidades de los últimos trabajos, acercándose a referencias de sus discos en solitario.
El 18 de agosto nos dieron a conocer “Stratego”, tema firmado por Harris que se evidencia por el sonido galopante del bajo marca de la casa y Janick Gers. Es una canción que respetan el estilo de la banda y que sin duda gustará a sus fans.
Iron Maiden – Stratego
De lo que no hay duda, en esta canción y prácticamente durante todo el disco, es de la gran aportación a la batería de Nicko McBrain. Con una rítmica entretenida y original dota a este corte en concreto de un toque de distinción, a pesar de ser de los temas más convencionales del disco.
Días después vimos la portada y el set list. Diez temas y 82 minutos, una alegría a priori para los amantes de la vertiente progresiva de los británicos y una decepción para aquellos que esperaban temas cortos y directos.
Con esa información, observamos que se nos presenta un lanzamiento muy similar al de su anterior “The Book Of Souls”’, con diversos tipos de formatos entre ellos doble CD y triple vinilo además de la producción a cargo de nuevo de Kevin Shirley, con la coproducción de Steve Harris.
Una vez escuchado la totalidad del disco llego a la conclusión de que, si bien el disco presenta algunas novedades, la banda sigue el estilo cosechado en sus últimos discos, no hay vuelta atrás, la orientación de las canciones al heavy metal de sucedáneos progresivos continúa.
Iron Maiden comenzaron un camino sin retorno a partir de “Brave new world” hacia unas estructuras más orientadas al progresivo. Por tanto, aquellos que hasta ahora le hayan gustado sus discos se encontrarán con una nueva obra más a disfrutar. Sin embargo, aquellos que se quedaron anclados en los ochenta volverán a renegar y afirmarán de nuevo que los Maiden murieron en 1990.
Iron Maiden – The Writing on the wall
“Senjutsu” es un álbum sin estridencias, carece de canciones de ritmos acelerados, donde la velocidad se deja a un lado. Hablamos de un disco que hay que trabajarse, con estribillos no dotados de demasiado brillo, pero con grandes momentos marca de la casa.
Las cabalgadas del bajo de Harris, un excelente trabajo en la batería de Nicko, las guitarras mostrando grandes matices y los arreglos de teclados al nivel de siempre, rellenando pero sin empalagar; son los aspectos que distinguen el decimoséptimo trabajo de su discografía de estudio.
En “Senjutsu” encontramos claras alusiones y detalles que nos recuerdan a momentos puntuales del pasado que marcan la denominación de origen del sonido Maiden, aunque también, nos encontramos con cosas que Maiden no había hecho nunca hasta ahora y que por tanto son novedad.
Foto promocional para Senjutsu
Como novedad por ejemplo tenemos en tema de apertura “Senjutsu”, algo fuera de lo común en la discografía de los Maiden, en un tema que me ha recordado mucho al “I am I” de los Queensrÿche en la apertura de su álbum “Promised Land”.
Aquí, Nicko McBrain vuelve a hacer un trabajo extraordinario a la batería y los puentes son muy entretenidos, aunque quizás le falte un poco de punch al estribillo, pero desde luego, nos ofrece una estructura atípica en la discografía de los británicos.
“Lost In A Lost World” es el primero de los cuatro pilares sonoros que nos deja Steve Harris en este trabajo, no hace falta que nos lo digan, por su estructura es más que reconocible, intro suave con guitarras y arranque a medio tiempo.
Aquí nos aparece en un pasaje una novedad que posteriormente usa en otra canción, el dueto de la voz de Dickinson con una de las guitarras. La parte a partir del minuto 4:40 en adelante la hemos escuchado en muchas otras canciones de la banda, por ejemplo la parte central del “Afraid to shoot strangers” del Fear of the Dark.
Iron Maiden – Senjutsu
En “Days Of Future Past” Bruce y Adrian juntas sus fuerzas para ofrecernos, otro de los temas que le da variedad, en el corte más corto del disco. La presencia de las guitarras y los arreglos de teclado les da un aire y un sonido muy cercano a la época del “Brave new world”.
En “The time machine” fusionan elementos novedosos con sonidos reconocibles. De arranque pausado, pasa a un medio tiempo donde el tratamiento de las guitarras es peculiar al menos, con un Bruce Dickinson a muy buen nivel a la voz.
“Darkest hour” es la magnífica balada que abre el segundo CD y es la tercera entrega par este disco del combo Dickinson/Smith. La voz de Bruce, un excelente trabajo en las guitarras y unos buenos arreglos hacen de este corte uno de los más atractivos de esta entrega.
A partir de aquí nos encontramos con tres piezas salidas de la mente de Steve Harris de más de diez minutos y evidentemente, en los tres se nota con mucha intensidad su forma de componer, con sus momentos pausados, sus cambios de ritmo y desarrollos instrumentales.
El primero en aparecer es “Death of the Celts”, que nos hace recordar “The Clansman” aunque muy de lejos. Un medio tiempo donde la voz de Bruce en tonos graves nos hace recordar bastante a la de Blaze Bayley y donde los desarrollos instrumentales son los protagonistas.
Las ediciones del disco
“The Parchment” flirtea con melodías de corte oriental. A un comienzo suave le sigue un entorno musical ya visitado en “Powerslave” o “Book of souls”. Tema épico pero demasiado repetitivo, sin los cambios de escenario que te ofrecen por ejemplo un “The Rime of the Ancient Mariner”. Contiene de nuevo dueto de Bruce con una de las guitarras.
Para cerrar la obra “Hell on Earth”, de estos tres últimos el que más me ha gustado, porque tiene más brillo, se muestra más épico y captura la esencia de los Iron Maiden de hoy, usando los mismos recursos de siempre y sonando a los Maiden del siglo XXI.
Los formatos en los que se presenta este lanzamiento van desde el audio en las diversas plataformas digitales, pasando por su versión en doble cd sencillo y 2 cds formato libro, triple vinilo negro y colores plata y rojo y una edición box con los 2 cds, un blu-ray y memorabilia.
La Doncella ha vuelto, demostrando que aún está viva y que todavía está en condiciones de componer cosas que nos hagan disfrutar. Presentan cierto aire fresco en alguno de sus temas, sobre todo en las partes donde canta Bruce.
Sin embargo, en las partes instrumentales son muy reconocibles, por lo que más de uno lo podría considerar como poco original. Claramente aquellos que renegaban de la banda por sus últimos discos tienen un argumento más para seguir haciéndolo.
Ahora nos queda sacarle todo el jugo a este disco y esperar a ver si en las giras anunciadas para el próximo año dejan definitivamente el “Legacy tour” para centrarse en la presentación de este nuevo disco.
Lo único que deseamos es que no dejen pasar tanto tiempo hasta el próximo trabajo de estudio, todavía somos muchos los que seguimos disfrutando sus grandes discos de ahora y veneramos como obras de arte únicas sus trabajos en los 80.
Up the Irons!
Toni Marchante
Temas:
01. Senjutsu (8:20)
02. Stratego (4:59)
03. The Writing On The Wall (6:13)
04. Lost In A Lost World (9:31)
05. Days Of Future Past (4:03)
06. The Time Machine (7:09)
07. Darkest Hour (7:20)
08. Death Of The Celts (10:20)
09. The Parchment (12:39)
10. Hell On Earth (11:19)
