Dentro de la oleada indie que azota la escena musical catalana siempre quedan atisbos de esperanza de jóvenes promesas, ya sea en el metal o fuera de él que sacan adelante sus propuestas musicales. En este caso nos vamos a centrar en la segunda variante, ya que el grupo revelación de blues rock de Tarragona Ivory, volvieron a actuar en la ciudad delante de un público mayor que la anterior vez que los vimos. Texto y Fotos: David Aresté |
La anterior vez estuvieron acompañando a los locos instrumentistas de Cuzo en el Cau, y esta vez lo hacían como grupo principal en la Sala Zero, donde repetían después de tocar en su reapertura. Tal y como están las cosas, perfectamente podría haber sido al revés… pero esta vez, el grupo de pop-rock NachoNando y Miguel fueron los teloneros de estos pequeños amantes de la Creedence, Hendrix y Zeppelin.
Como decimos,el power trio de melodías accesibles y pegadizas con el reputado guitarrista de la escena de Tarragona Miguel (todo hay que decirlo) reunió y caldeó al gran número de personas que se había reunido aquella noche en la Sala Zero. Así que Ivory, cerraron la noche, comenzando tarde fuera del horario marcado por los retrasos, como todo buen concierto de underground que se precie.
Aun siendo tarde, la sala no les cortó y pudieron interpretar sus 11 temas que ya escuchamos en su anterior concierto del Cau. La única diferencia con aquel concierto, es que ahora su segunda demo “Triple Trouble” está cada vez más cerca y que imaginamos que presentarán en directo generando nuevos conciertos para el grupo.
Con el equipo a punto y camino de la media noche todo estaba listo para que las sonoridades añejas de Ivory llenaran cada uno de los rincones de la Sala Zero. Comenzaron con su intro instrumental, en la que una vez más pudimos ver la técnica más que solvente de todos los integrantes del grupo, enlazándola con “Maggot Soup” para luego seguir con su repertorio.
Fueron cayendo temas de sus dos demos, El voodoo child de Hendrix, el Johny b Goode de Little Richard y el How Many Times de Led Zeppelin. Todo eso acompañado por una fantástica labor de Albert al micro, que se encargó de presentara cada uno de los temas, salvando un mínimo feedback con el público y que no todos los cantantes hacen . Blues rock intenso en esos 11 cortes, llegando a la cima con momentos cubres en “Alive and Kicking” o “Pegasus” con toda la banda dando el 110% destacando la pegada de Joan a la batería.
En cuanto al grupo como vimos la vez pasada, la técnica y el feeling lo demuestran sobradamente, sobretodo su guitarra Albert… aunque por desgracia, siguen con el mismo problema que su concierto anterior, sumado a que ahora era una sala más grande y con más público Albert y Joel estaban más nerviosos de lo normal. El día en el que ambos se comiencen a mover (más) por el escenario, muestren complicidad, y lo llenen más que lo llenan ahora el grupo ganará muchísimo y su nivel escénico llegará a su nivel técnico haciendo directos con más actitud de los que hacen ahora.
Para acabar, nos vamos a permitir el lujo de hacer un llamamiento a los señores de Genio equivocado, B Core o Producciones Doradas, que se dejen de preocupar de grupos "de camisas a cuadros, patillas y barba" y que a una hora de camino y entre alguna que otra ruina romana, les espera el futuro de su sello discográfico con Ivory, avisados quedan.
Texto y Fotos: David Aresté