Fórmula explosiva la de unir dos conceptos simbióticos, algo tan ancestral como la música y la tecnología actual. “Apps para Músicos” nos introduce en el fascinante mundo donde se unen la música con herramientas tan actuales como son las aplicaciones para dispositivos electrónicos, ya sean ordenadores, tablets o móviles.
Toni Marchante
Hablamos de un libro orientado a un público muy diverso, va dirigido tanto al principiante como al músico profesional, es quizás esta falta de especialización la que para el lector unos temas sean más relevantes que otros. El libro se estructura en seis bloques, el primero se destina a la iniciación musical por tanto a principiantes, niños y todo a aquel que se empieza a interesar por la música, el segundo trata aquellas aplicaciones destinadas a aprender a tocar un instrumento, el tercer bloque está orientado a aquellas personas que estén estudiando música, perfeccionamiento de la técnica, entendimiento de la teoría musical. También tiene un apartado en el cuarto bloque orientado a la enseñanza, sobre el uso de estas aplicaciones por parte de profesores a la hora de introducirlas en la formación con el fin de interaccionar con los alumnos. El quinto bloque se adentra en estilos musicales modernos, dejando el clásico a un lado, cerrando con una sexta parte dirigida fundamentalmente a todos aquellos que quieran promocionarse o vender su música por internet, por tanto finaliza con una temática quizás más dirigida a un perfil más profesional.
Evidentemente hablamos de un libro que trata de inculcar la motivación por las apps en tanto en cuanto el lector interesado adquiera la cultura de navegar por las aplicaciones y busque aquella que crea más apropiada para sus fines. El autor lo que busca principalmente es despertar la curiosidad del lector con el fin de que interacciones con los dispositivos electrónicos y se divierta a través de la música. Como todos sabemos, la tecnología avanza a pasos agigantados y la gran mayoría de aplicaciones que se mencionan en el libro con el tiempo pasarán a ser obsoletas con la aparición de nuevas aplicaciones mucho más modernas y avanzadas. Esto da pie a que el autor en un futuro pudiera hacer revisiones, pero no se trata de un catálogo de aplicaciones, aunque comenta numerosas de ellas para que el usuario vaya descubriendo y se divierta con aquellas que satisfagan su curiosidad.
La lectura es fácil y fluida, además el autor nos deja siempre unos sabios consejos, siempre provechosos, remarcados en un recuadrado en trama gris, intentando en todo momento eliminar la desazón que pudiera producir el estudio, enfocando la adquisición de conocimientos hacia los medios interactivos, mediante juegos, en lo que se denomina gamificación.
En el libro encontrarás aplicaciones musicales de todo tipo y de todos los colores, pero evidentemente se trata de una muestra selectiva dada la infinidad de productos que ofrece el mercado. Podemos ver como iniciarnos o iniciar a nuestros hijos en la música, como aprender a tocar el piano, la guitarra, cantar, violín, percusiones, etc…, como perfeccionar nuestra técnica, como inculcar a nuestros alumnos, si somos profesores, conocimientos musicales donde incluso el autor nos propones varios proyectos; aplicaciones que nos ayudarán a retener las grandes ideas musicales que nos vienen en los momentos de inspiración, que nos ayuden a componer o a ayudarnos a salir del pozo cuando no sepamos como continuar, incluso te ayuda a de dónde tirar para elaborarte tu propio videoclip.
En cuanto a la promoción y venta de la música, nos aconseja de las vías, aunque los canales ya son conocidos por todos, el uso de las redes sociales por las que se debe ir ganando la cuota de seguidores adecuada para promocionar al máximo los trabajos. El libro finaliza con un anexo con otros recursos interesantes de la red, así como un índice de aplicaciones. En definitiva, un intento del autor para seducir al amante de la música o al que tenga el gusanillo de adentrarse en su mundo y dar ese paso tecnológico que acabe de enganchar o complementar al lector en este mundo tan apasionante.
Toni Marchante