El pasado miércoles 19 de septiembre finalizaba en la madrileña sala Galileo Galilei la gira del disco “Ashes” de la violinista conquense Judith Mateo. Una gran noche la que nos ofreció con su música folk mezclada con el rock más potente.
Texto y Fotos: Alfonso Dávila

 

Siempre es agradable ir a ver de vez en cuando cosas distintas a las que estamos acostumbrados, generalmente tios melenudos y feos, sobre todo si la que está sobre el escenario es una bella mujer que no para de moverse y que hace disfrutar a todo el mundo que abarrotaba la sala Galileo Galilei. Judith Mateo cerraba la pasaba noche la exitosa gira de presentación de su último disco “Ashes” que la ha llevado a visitar varias ciudades por el Estado y a dar varios conciertos por el extranjero, el último de ellos en Las Azores (Portugal). Ha sido clasificada como demasiado macarra por los más puristas del folk y como demasiado blanda por los más puristas del rock, pero la única forma en la que se la puede definir es como una auténtica leona sobre el escenario, derrochando entrega y buen hacer.

Tras una divertida presentación de Vicente “Mariskal” Romero, en la que contó con la ayuda de “La Rafi”, salían a las tablas los músicos que componen la banda de Judith Mateo, formada por Chuchi Crespo (batería), Ricardo Esteban (bajo), David Pedragosa, increíble a la guitarra, Fernando Ponce de León, conocido por haber sido el flautista de Mägo de Oz, y la colaboración en algunos temas del cantante Luis Rodríguez. El concierto comenzó con “Haz lo que te de la gana”. Judith vestida con un bonito corsé de rosa y con una imagen muy roquera fue la reina del escenario aquella noche.

“Lark in the Morning” de su primer disco, el más folkie, “Tir Nan Og” fue la siguiente en ser interpretada y siguió con el tema que da nombre a su segundo trabajo, “Mientras el cielo no se caiga”. Judith con chulería nos presentó el siguiente tema y nos animó a movernos al preguntarnos “¿Estamos en un concierto de rock? Si o si”. Con “Raggle” convirtió la sala Galileo en una verdadera fiesta, además fue la primera aparición de la noche del cantante Luis Rodríguez. La primera colaboración de la noche, Kiskilla el exteclista de Mago de Oz y actualmente con José Andrea y Uróboros, llegó con la versión del tema que popularizaron The Animals, “The House of Rising Sun”, una verdadera delicia escuchar este tema.

La siguiente en sonar fue otra versión, en este caso la del mítico tema de Kansas “Dust in the Wind”, tema inmortal donde los haya y que además es el single de su último trabajo. Vuelta al sonido más celta con la fiestera “Devil is Dead”, para después mezclarlo con el hip hop con la canción “Esos sueños que viví”, en el que la propia Judith se puso a rapear.

Tras “Weila Weila” le legaba el turno a la segunda y última colaboración del concierto. Como bien dijo en la presentación Judith, “No puede haber un concierto de Judith Mateo en Madrid sin la colaboración de el Molina”, y dicho y hecho, allí salía el genial Jose Carlos Molina flauta en mano para interpretar junto a la conquense el tema de Ñu “De fiesta”, con el que consiguieron que el público más rockero disfrutáramos de lo lindo.

Después de presentar a todos los músicos que componen hoy en día su banda, y después de ser ovacionados por el gran trabajo que estaban haciendo, volvía a salir el Molina para colaborar en la canción “X-Sto”. Con todo el mundo de pie y con algunas bengalas encendidas para dar más ambiente, aquello ya era una verdadera fiesta con todo el mundo bailando y pasándoselo en grande. El concierto ya se iba terminando, pero aún siguieron cayendo más temas, como “Evil”, “The Irish Washerwoman” y “The Bog”. Para terminar eligieron “Drowsy Paddy” y volver a interpretar para alegría de todos “De Fiesta”, con la que dieron por concluido el concierto. Muy buen concierto, en donde todo el mundo se lo pasó en grande, desde los que estaban sobre el escenario hasta los que estábamos allí para verles. Solamente deseamos que anuncien más conciertos para repetir.

Texto y Fotos: Alfonso Dávila
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