Pero, si comenzamos por el principio, debemos hablar de los madrileños Kaothic.
Orgullosos de telonear a KSE (y no es para menos), se presentaron en Barcelona
dispuestos a preparar el terreno de lo que se nos iba a avecinar. Nos ofrecieron
un concierto bastante cañero basado en temas de su último disco Order To Chaos
y también pudimos escuchar algún tema nuevo.

Cumplieron con su papel de teloneros calentando el ambiente de la sala Razzmatazz
2. El único punto negativo fue el sonido bastante saturado que no dejaba entender
los temas en algunos momentos. Salvando este problema, hay que decir que la
actuación fue bastante correcta, demostrando en todo momento que son buenos
músicos con bastante experiencia sobre el escenario.

Tras la actuación de Kaothic y unos pocos minutos para acabar de preparar el
escenario, aparecían Killswitch Engage y dejaban boquiabiertos a todos los presentes
con un salvaje comienzo, como pocos he visto nunca. A Bid Farewell era la manera
de comenzar esta corta noche de metal, ya que la actuación de KSE se limitó
a una hora exacta. Sobre el escenario, el simpático Howard Jones haciendo sus
labores de front-man, Mike D’Antonio con su espectacular manera de aporrear
el bajo, el extraordinario Justin Foley en la batería (con una frondosa barba),
el amigo Joel Stroetzel a la guitarra (a quien tuvimos la ocasión de entrevistar
unas horas antes del concierto) y el ex-Soilwork Peter Wichers quien reemplazaba
al carismático Adam Dutkiewicz.

Precisamente es la ausencia de Adam la que está marcando esta gira europea
de KSE. Su grave lesión en la espalda le ha obligado a abandonar la gira y nos
hemos perdido su capa y sus carreras en shorts por el escenario, además de su
increíble manera de tocar la guitarra. El bueno de Peter tenía la difícil responsabilidad
de reemplazarle, pero estamos ante un extraordinario guitarrista que ha sabido
estar a la altura de las circunstancias, ya que KSE no se caracterizan precisamente
por hacer un trabajo simple de guitarras, sino más bien al contrario.

Una vez explicado esto, nos centramos en lo que ocurría en la abarrotada sala,
donde pudimos disfrutar de una noche repleta de temas de sus tres últimos trabajos.
Temas como My Last Serenade, When Darkness Falls, Take This Oath o Rose Of Sharyn,
así como muchos de su magnífico último trabajo como Unbroken, Daylight Dies,
el single My Curse, Eye of the Storm o This is Absolution, centraron buena parte
del repertorio. El momento más espectacular de la noche llegó cuando interpretaron
The End Of Heartache, donde el público se une a Howard haciendo que el resultado
sea casi estremecedor, sólo tenéis que echar un vistazo a este tema en su DVD
en directo y sabréis a lo que me refiero.

Todo en KSE está perfectamente encajado para que el grupo suene de manera imponente,
gracias a su precisión a la hora de interpretar los temas y al sonido aplastante
que siempre ofrecen sobre el escenario. Quizás sea el sonido lo más destacable
en un concierto de KSE: las guitarras perfectas se distinguen a ambos lados
del escenario y la batería de Justin tiene un brillo y unos matices que sorprenden
y es que, KSE suenan en directo casi como si estuviera sonando el cd a través
de las pantallas de la sala.

Tenemos que destacar también el buen trabajo de Howard Jones en la voz. Su
entrega fue absoluta, saltando y corriendo por todo el escenario y demostrando
tener una voz capaz de ir de los gritos más guturales a una intensa voz que
no tiene que envidiar nada a muchos cantantes de otros estilos más melódicos.
Con buen sabor de boca, aunque con ganas de más, la gente que llenó hasta la
bandera la Razz 2 (entre ellos alguna cara conocida como el famoso batería Mike
Terrana) abandonaba la sala pensando que ojalá no tengan que pasar otros
cinco años hasta la próxima descarga en Barcelona de los cinco de Westfield.

Texto y fotos: Nacho Picher

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