Ya esta bien de “reuniones” sin nada que ofrecer, ya esta bien de arrastrar nombres de bandas que en su día fueron lo suficientemente grandes para que hoy en día vapuleen sin piedad lo que fueron y lo que hoy no son.
Señores, King Kobra han vuelto y esperemos que para quedarse. Si bien es cierto que nunca consiguieron estar entre los mas grandes, tuvieron un hueco muy importante a mediados de los 80’. Quizás una mala gestión y promoción de la banda, quizás alguien que no supo llevarles como se merecían pero no llegaron a cuajar adecuadamente. Aun recuerdo su visita a la capital, a la mítica sala Canciller vendiendo todo el papel durante dos días consecutivos, y es que King Kobra aterrizaba en Madrid para ofrecer su único concierto en Europa ¡¡¡
Ver a King Kobra en directo fue una experiencia religiosa que diría aquel, pero tampoco era complicado después de la materia prima que venían presentando, “Thrill of a lifetime”. Después de su opera prima “Ready to strike”, era muy difícil ponerse a la altura de aquellos añorados tiempos. Lo intentaron ablandando su sonido y “comercializarlo” con “Thrill of a lifetime”, nada. Lo volvieron a intentar con III, menos que nada. Con unos King Kobra que ya ni tan siquiera inmutaban pese a contar en sus filas con Johnny Edwards, la magia se acabo.
Han pasado muchos años ya de todo aquello, y cual ha sido la sorpresa de encontrarnos con la formación cuasi original de la banda, excepto a Mark /Marcie Free. Todos pensamos que serian otros que se apuntarían al carro de pasar por caja sin ofrecernos nada a cambio, pero nada más lejos de la realidad ya que estamos posiblemente ante uno de los discos de este 2011. Si, King Kobra han vuelto y pegando muy fuerte. Quizás no lleguemos al nivel de ese “Ready to strike” pero amigos, poco falta, muy poco falta.
A la formación clásica de Carmine Appice, batería incombustible y un tanto personal, se unen sus viejos amigos de juergas, Mick Sweda, Johnny Rod, David Michael Phillips, ahora con el sobrenombre de David Henzerling y la gran sorpresa de este combo de estrellas, Paul Shortino que quizás sea una de las voces mas infravaloradas del Hard Rock, grandísimo cantante con una tesitura rasgada y muy de la escuela de la añorada Janis Joplin, formación de autentico lujazo para presentarnos este disco que simplemente se hace llamar King Kobra. Y es que no hace falta decir más, ni presuntuosos títulos que no dicen nada ni cover art llenos de florituras sin contenido alguno.
Abrimos con “Rock this house” y vemos que sus armas siguen engrasadas. Mientras Carmine machaca insistentemente su doble bombo, Rod hace un empaste perfecto junto a David y Mick. Shortino sigue estando en plena forma y la banda suena, suena compacta, suenan como esos King Kobra de antaño que se quedaron en un quiero y no puedo, con la diferencia de que ahora pueden. “Turn up the good times”, y es que ya el titulo lo dice todo. Nos encontramos con un terrible parecido en la estrofa al riff de “Paradise City” de Guns and Roses aunque King Kobra se lo terminan llevando a su terreno.
“Live forever” es el tercer corte de este álbum, un tema mucho mas melódico que los anteriores donde Paul Shortino directamente brilla con luz propia, aunque no será la única vez que lo haga en este disco. Melodía típica de King Kobra y un tema que tiene todos los visos para que acabe como single. Ya empezamos a escuchar esos solos de guitarra doblados entre Mick y David, que eran marca de la casa.
“Tear down the walls” tiene otro aire a un clásico del Hard Rock, “Sword and stone” que popularizara Paul Dean aunque Bonfire la la relanzara tiempo después. Tema machacón en el que Johnny Rod junto a Carmine Appice marca la cadencia del tema. Grandes estribillos y grandes coros que exprimen al máximo este tema.
“This is how we roll”, se presenta como firme candidata para abrir sus conciertos, tema directo y con un aire a “Ready to strike”. Tema con el que abrían sus conciertos antiguamente y perfecto para darle la comunión a sus feligreses. “Midnight woman”, otra facturación mas marca de la casa y que a medida que va transcurriendo, te vas dando cuenta de que lo que estas escuchando es grande y merece la oportunidad que no tuvieron en su día. Melodía en estado puro acompañado por un colchón de piano apenas perceptible pero que esta ahí apoyando durante toda la canción.
“We got a fever”, y aquí es donde queríamos llegar amigos. Le toca el turno a Paul Shortino lucirse haciendo una melodía vocal junto a Rod, Sweda y Appice en sus respectivos instrumentos. Melodía con cadencia de Soul o Rhytm & blues donde Shortino esta como pez en el agua. “Top of the world” continua dejándonos con un muy buen sabor de boca, y ya sabemos que esta nueva alianza, como decíamos antes, funciona perfectamente.
“You make it easy” nos adentra en un medio tiempo también muy coreable y épico que a buen seguro será una pieza clave de sus directos. Y nos encontramos con la primera y única “balada” del disco, “Crying turns to rain”. Guitarras acústicas al mas puro estilo americano entremezcladas con unos aderezos eléctricos que conjugan perfectamente para que este “Crying turns to rain” no se convierta en algo sin sustancia. “Screaming for more” y va tocando ya el punto final de este nuevo álbum de King Kobra, otro tema rápido con un ejercicio magistral por parte de Carmine Appice en los que el doble bombo, sus clásicos ataques a los platos y caja, dejan patente que este también esta en muy buena forma.
Finalizamos ya con “Fade away”, entrada acústica que poco a poco nos mete en una atmosfera un tanto especial, buen tema para finalizar este nuevo disco de King Kobra y que esperemos que no se convierta en otra decepción para sus seguidores ya que de nuevo han trazado la línea que nunca debieron abandonar.
King Kobra han vuelto, larga vida al Rey Kobra ¡¡¡
Sixx
Temas:
01. Rock This House
02. Turn Up The Good (Times)
03. Live Forever
04. Tear Down The Walls
05. This Is How We Roll
06. Midnight Woman
07. We Got A Fever
08. Tope Of The World
09. You Make It Easy
10. Cryin’ Turns To Rain
11. Screamin’ For More
12. Fade Away