KISS – 3 de Julio 2022 – Wizink Center (Madrid)
Los seguidores de KISS en la capital vivieron un deja vu ya que al igual que pasó hace 4 años, la banda pasó por el Wizink Center tras cerrar el Rock Fest de Barcelona.
Texto y fotos: David Aresté
Esta vez no vinieron con Megadeth aunque podrían haberlo hecho, ya que la banda de Mustaine también estuvo en Barcelona… pero este año las dos bandas que se desplazaron del festival a Madrid fueron Alice Cooper que actuó el día anterior en Leganés y los KISS como decimos en el Wizink Center, este año sin teloneros.
Metidos de lleno en su “End of the Road” que durará varios años, llegó la pandemia y tuvieron que aplazar su nueva venida hasta este 2022. Así que sin mucha novedad salvo conseguir el Record Guiness por llevar la mayor cantidad de pirotecnia en un show como el streaming que dieron desde Dubai en 2021, el grupo volvía a las carreteras europeas para seguir con esa última gira.
Como decíamos ¿iba a ser un deja vu? Íbamos a ver lo mismo que hace 4 años? Con tan solo entrar al recinto ya vimos que no, porque en los laterales del escenario ya se erigían unos hinchables enormes de los integrantes del grupo que flanquearon el escenario durante toda la noche. Def Leppard y Iron Maiden fueron muy celebrados mientras sonaba el hilo musical hasta que llegó el negro absoluto para desatar la euforia colectiva y que se oyeran por los altavoces del pabellón “You want the best, you’ve ot the best…. The hottest band in the world, KISS!!!”
Caída de telón y ya se pudo ver al trío Simmons, Stanley y Thayer bajar del techo del recinto cuáles divinidades bajo un fondo de fuegos artificiales, llamas, chispas y miles de luces mientras sonaban los primeros acordes del “Detroit Rock City” confirmando desde esos 30 primeros segundos iniciales que aquello no iba a ser como hace 4 años.
Quizá a nivel musical si que iba a ser en parte igual, o no… Pero la puesta en escena fue mejor que la anterior visita… Ya lo vimos en ese primer tema todo lo que llegaron a disparar.
«Deuce» y «Shout it out loud» acabaron de rematar el trío inicial para ganarse a todos los que llenaban el Wizink Center. Gente de todas las edades que miraban impresionados por primera vez el despliegue de medios que junto a esos temas eran combinación ganadora, mientras los que ya los hemos visto pensábamos que siempre hay que ir a ver a Kiss, siempre.
Aunque bueno, la duda eterna siempre está ahí… Como iba a cantar Paul Stanley, y la verdad es que hizo lo que pudo y no perdió las ganas en ningún momento de hablar con el público. No paró en ningún momento tampoco con sus típicos bailes y sus idas y venidas con la tirolina para cantarse un emotivo “Love Gun” y el archiconocido «I was made for lovin you» donde el pabellón rugió al cantarla.
Ese ímpetu de Paul quizá viene dado por que viene mejor preparado desde la pandemia, y de hecho hicieron 5 temas más que hace 4 años, aunque si que es verdad que por aquel entonces se hicieron más fechas por España. No se limitaron a hacer sota, caballo y rey, que lo hubo y siempre ganador… También se permitieron el lujo de rescatar temas como «Tears are falling», «Do you love me» o «100.000 years» por decir alguno y demostrar que llevan aquí más de 50 años. Las únicas referencias a la actualidad fueron «Say Yeah» del Sonic Boom y «Psycho Circus» que se coreó hasta la extenuación como todos los demás.
Simmons sigue siendo un pilar básico para la banda y para Stanley, pudiendo descansar de la voz principal llevando las riendas de muchos temas como “Cold Gin”, “Calling Dr.Love” su momento estelar en “God of Thunder” y el final perfecto con “Rock and Roll all Nite” y sus kilos de confeti volando por el aire. Eric Singer también ayudó en las partes vocales cantando “Black Diamond” y una emotiva “Beth” a piano y voz.
Stanley podrá aguantar más o menos y hacerlo de una forma o de otra… eso ya depende de los gustos de cada uno, pero lo que es innegable es que siguen manteniendo la esencia de lo que puede llegar a ser un concierto de KISS (aunque para muchos ya sea siempre lo mismo), pero el despliegue de medios está ahí, la pirotecnia, el descomunal juego de luces… todo eso sumado a los temas atemporales de los que disponen solo hacen que rendirte a la evidencia y ver una vez más a los putos KISS. Ojalá que antes de llegar al final de la carretera se den otra vuelta más por aquí. Habrá que ir.
Texto y fotos: David Aresté