El evento, que originariamente tendría lugar en la sala La Riviera, tuvo que
cambiar de emplazamiento tan solo dos días antes d la celebración del mismo,
con el consecuente trastorno para la mayoría de metaleros que allí se congregarían.
Además, por si esto fuera poco, con el cambio de ubicación, del que no han sido
explicadas las causas, el cambio traería consigo un problema de horarios y espacio
en la sala, que desembocaría en la caída definitiva del cartel de Legion of
the Damned y Watain, que finalmente no actuarían esa noche para desgracia de
muchos que íbamos esa noche con la intención de disfrutar del directo de alguna
de las dos bandas teloneras.
Con la complicada situación que se había generado, la apertura de puertas se
vio retrasada hasta las 18:30, no dando comienzo la descarga de Celtic Frost
hasta pasadas las 8 de la tarde, estrategia evidentemente con la intencionalidad
de dar tiempo a la gran mayoría de personas que desconocían el cambio a leer
los carteles de la sala La Riviera y venirse corriendo para la Heineken. Cuando
al filo de las 20:15 la sala se hubo colmado con las poco más de 750 personas
que habían adquirido una de las entradas que se ponían a la venta, se apagaban
las luces, el humo se adueñada del aire, se encendían las luces de ambientación,
y con la intro que precede al clásico “Procreation (of the Wicked)” salían a
escena los suizos Celtic Frost, que plantados frente al público con las cabezas
gachas aguardaron unos segundos antes de arrancar.
Primera vez que nos visitaban tras la descarga en los Metalway Festival, dónde
no calaron hondo precisamente, o al menos para la inmensa mayoría de público
que en ellos se congregó. Pocos cambios desde entonces, como única variante
la inclusión en la gira europea de V. Santura (Dark Fortress) como guitarrista.
El chico, maquillado para la ocasión, cumplió con creces su papel y no paró
de menear la cabeza de arriba abajo un solo instante, muy metido en el papel.
El resto los mismos músicos que ya vinieran paseando el nombre de esta mítica
banda desde que se sumaran al carro de las reuniones en 2006 y lanzaran al mercado
“Monotheist”. Intimidatorio un Martin salvaje y sombrío como pocos, al igual
que el legendario “Tom “The Warrior” Gabriel Fischer que ralló a un nivel aceptable.
Con una acústica a nuestro juicio más correcta que la que obtendrían Kreator
más tarde pero sin ser del todo la requerida para los efectos, Celtic Frost
nos ofrecieron un repertorio ligeramente más duradero que el del resto de fechas
de la gira, pero en esencia similar al que ya pudieran leer los lectores en
las crónicas de Metalway Festival o Wacken 2006 publicadas aquí meses atrás.
Tras “Visions of Mortality”, contenida en “Morbid Tales”, vino uno de los mejores
momentos de la noche con la rápida “Cyrcle of the Tyrants” y “The Usurper”,
ambas contenidas en “To Megatherion”, y uno de los pocos toques que la banda
dio a su último trabajo discográfico con “Ain Elohim”, tendría lugar uno de
los habituales discursos del bajista Martin a lo largo de sus shows, en el que
nos instaba a la no creencia en ningún Dios, dado que según él “There is no
God”.
Aburrido para la mayoría (sobre todo para los que no lo entendieron), lo cierto
es que causó un efecto de ambientación muy bueno, elemento este cuidado al milímetro
por la banda y característica sobresaliente siempre en sus descargas, pese a
que en esta ocasión por cuestiones de dimensión de la escena no pudieron desplegar
los paneles con los tribales que ya exhibieran durante la gira festivalera del
pasado verano.
Continuaban cayendo temas repartidos por la amplia trayectoria de la banda,
sonaría “Necromantical Screams”, a la que le seguiría “Mesmerized” y “Dethroned
Emperor”, nuevo guiño al que a juicio de muchos es, junto a “To Megatherion
(cuestión de gustos, servidor se queda con el primero), mejor álbum de los suizos.
“Morbid Tales” fue uno de los temas incluidos a última hora en el set list,
uno de los grandes aciertos de la noche y coreados también por lo sorpresivo,
que enlazada con el trallazo “Into the Crypts of Rays”, supuso sin lugar a dudas
el momento más espectacular de la velada.
La oración final de Martin hacía presagiar el final del concierto, y el “Amen”
daba paso al tema de cierre por excelencia. “Sinagoga Satanae” ponía fin a un
buen concierto de la banda suiza, muy en la línea de lo que viene ofreciendo
últimamente con una elección de temas que no termina de convencer a muchos por
el alto contenido de temas doom que trae consigo. Aunque quizá un poco por debajo
de lo esperado, cumplieron, Celtic Frost abandonaban la escena con la misma
frialdad e irradiando la misma malignidad que cuando entraron.
La notable diferencia musical entre ambas bandas suponía en todo momento una
alta probabilidad de que no todo fan de Kreator lo fuese también de Celtic Frost.
Evidentemente así era, y desde un principio se supo que los thrashers alemanes
obtendrían más apoyo que los “doomies” suizos. Un estilo más directo y accesible
quizá, el caso es que Kreator tiene mayor respaldo entre el público español,
de eso no cabe duda. Tras los habituales minutos de cambio de equipo, en los
que presenciamos al despliegue del gran telón que serviría de pantalla para
las proyecciones que la banda tenía preparada para ambientar su show, dándole
un toque maníaco, y últimos retoques al sonido de los instrumentos (que quizá
se quedaron cortos…), con cuarto de hora de antelación sobre la hora prevista,
las 22:00, la sala Heineken se quedaba a oscuras para escuchar “The Patriarch”,
la clásica introducción que precede a sus conciertos, para que tras la aparición
de uno a uno todos los miembros de la alineación, Madrid enloqueciera con “Violent
Revolution”.
Desde el fulgurante comienzo pudimos apreciar como el sonido, lejos de mejorar
después de la descarga de Celtic Frost, que como decimos no es que fuese malo
pero era mejorable, empeoró un punto, llegando a resultar dificultosa la escucha
de la guitarra de Sami y antojándosenos la batería de Ventor algunos decibelios
por encima del nivel aconsejable. En conjunto la banda sonó compacta pero como
contamos, con algunos pequeños matices mejorables, aunque la mayoría de los
presentes no llegaron a apreciar y por supuesto no empañaron el disfrute del
show por su parte.
La banda, que como sabemos es asidua a nuestro país (al menos una vez al año
no falla), desplegó en esta ocasión un repertorio que sin verse ampliado lo
más mínimo por las circunstancias de la velada, incluyó algunas variantes interesantes
con relación a actuaciones anteriores que les salvaron de la critica generalizada,
incluyendo como es lógico esos temas intocables que todo el mundo paga por escuchar.
“Pleasure to Kill” es otro de esos temas que la gente no perdona, y fue la segunda
en sonar, completando así un inicio que al menos en cuanto elección, tenía la
intencionalidad de meterse al público en el bolsillo desde el principio. Con
Mille como principal maestro de ceremonias, pero ligeramente menos comunicativo
que en anteriores ocasiones (quizá producto del cúmulo de contratiempos sufridos),
con Ventor erigiéndose definitivamente como uno de los mejores bateristas del
thrash alemán, para qué decir menos, con un Christian Giesler al bajo correcto
y con un Sami a la guitarra tan soso y con tan poca capacidad de transmisión
como de costumbre, la banda continuaba con su particular repaso a su extenda
discografía.
“Some Pain will Last”, incluída en su “Extreme Agression ” del 89’, fue uno
de los temas menos esperados de la noche, que se agradeció por la diversificación
en cuanto la interpretación habitual de temas pero que lógicamente obtuvo menos
respaldo por parte del público por no tratarse de una de las “vacas sagradas”
de la banda, por así decirlo. Positivo reencontrarse en directo con temas que
permanecían en el olvido para la banda desde hacía mucho, en todo caso. “Enemy
of God” supuso una de las varias pasadas que la banda llevaría a cabo de su
homónimo álbum. Disco ya contrastado del que algunos temas como este, precisamente,
se ganan a pulso actuación tras actuación la permanencia en el repertorio en
el paso del tiempo. Le seguiría la clásica y coreada “People of the Lie” y “Suicide
Terrorist”, nueva vuelta a “Enemy of God”.
Con “Europe after the Rain”, contenida en su “Renewal” del 92’, caería otro
de los temas poco esperados de la noche, seguido de un más que notable medley
entre “The Awakening of the Gods” y “Behind the Mirror”, merecidísimo homenaje
a uno de los mejores y más clásicos trabajos de la formación, “Terrible Certainty”,
opciones todas estas poco barajadas habitualmente en los directos de los alemanes,
como decimos. “Renewal” traería de nuevo la locura a la Heineken, que se totalizó
con la interpretación del “Extreme Agression” y de “Phobia”, tema perfecto para
corear y para la interactuación de Mille con su público, que para entonces ya
estaba completamente entregado. De los mejores momentos de la noche, sin lugar
a dudas. “Betrayer” prolongó el éxtasis del respetable, formando tímidos “mosh-pits”,
reclamados por Mille en repetidas ocasiones y que en contadas ocasiones adquirían
dimensiones significativas. “Voices of the Dead”, como penúltimo guiño a “Enemy
of God”, y la inmortal “Reconquering the Throne”, antecedida por unas sinceras
palabras de agradecimiento de Mille a un público que no falla cada vez que su
banda descarga en este territorio, suponían la antesala de los bises y de la
parte final del concierto.
Ya cuando la banda hubo regresado, sin mediar palabra arreciarían con uno
de los mejores temas del último trabajo, “Impossible Brutality”, para pronunciar
Mille las últimas palabras antes de que la locura se desatara nuevamente con
“Flag of Hate” y “Tormentor”, temas con los que de manera habitual Kreator da
por concluídos sus conciertos. Al final, por la inclusión en el set list de
algunos temas poco comunes, quedaron en el tintero clásicos de la banda del
calibre de “Comma of Souls”, “Terrorzone”, “Terrible Certainty”, “All of the
Same Blood” o la que más dolió no escuchar al que escribe esto, “Riot of Violence”,
uno de los mejores temas en toda su discografía que por desgracia sólo hemos
tenido ocasión de escucharla por aquí una vez en tres años, demasiado tiempo
sin escuchar la voz de Ventor, ¿no creéis?
Al final y a pesar del dantesco cúmulo de contratiempos con el que fuimos castigados,
buen sabor de boca el que dejaron sobre todo unos Kreator que pese a las críticas
que puedan recibir por su asiduidad a nuestras tierras, y pese a no encontrarse
en un nivel óptimo, no pueden ser tachados de no darlo todo en cada actuación
y de hacer enloquecer a cualquier generación de público que se acerque a verles,
aunque ciertamente y como pudimos comprobar, esta cada vez sea menos numerosa.
Quizá una parada en la frenética actividad en directo y un período de composición
de temas y reposo sea la solución para Kreator, ya que dieron la sensación de
estar un tanto desgastados ellos mismos y también para el público de nuestro
país.
Texto: Raúl del Amo
Fotos del concierto de París: le-hiboo.com
Set list Celtic Frost:
Procreation (of the Wicked)
Visions of Mortality
Cyrcle of the Tyrants
The Usurper
Ain Elohim
Necromantical Screams
Mesmerized
Dethroned Emperor
Morbid Tales
Into the Crypts of Rays
Sinagoga Satanae
Set list Kreator:
The Patriarch
Violent Revolution
Pleasure To Kill
Some Pain Will Last
Enemy Of God
People Of The Lie
Europe After The Rain
Suicide Terrorist
Awakening of the Gods/
Behind the Mirror ( Medley )
Renewal
Extreme Agression
Phobia
Betrayer
Voices Of The Dead
Reconquering The Throne
Impossible Brutality
Flag Of Hate
Tormentor