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La hermandad del Padre Wylde vuelve a arrasar en Barcelona

La hermandad del Padre Wylde vuelve a arrasar en Barcelona

Black Label Society + Eternal Psycho – 21 de Junio 2022 – Salamandra (L’Hospitalet, BCN)

Tras el parón que suposo para casi todo el mundo la pandemia de marras, estaba claro que la avalancha de bandas que volverían a arrancar motores para volver a la carretera, sería considerable. Los Black Label Society de Zakk Wylde no han sido una excepción: volvieron en 2021 con su onceavo disco, «Doom Crew Inc.» y ahora están haciendo la obligatoria gira de presentación. El problema es que la mencionada avalancha de bandas girando afecta directo al bolsillo del espectador, y es por eso que el concierto, originalmente anunciado en la sala Razzmatazz, tuvo que ser movido a Salamandra en L’Hospitalet, imagino que por la baja venta de tickets debido a la ingente oferta.

Antes de que los de Los Angeles tomaran el escenario, los madrileños Eternal Psycho se encargaron de caldear el ambiente de una sala que, poco a poco, se iba llenando. La banda consta con dos discos en su haber: «Your Demons are Real» (2018) y el reciente «Trail of Agony» (2022) y pudimos disfrutar de unos pocos temas de cada una de las dos referencias.

El foco de atención de la banda es la cantante Beka, que alterna voces melódicas con toques más chillones, mientras que el guitarrista Lucky se encarga de ir aportando destellos guturales aquí y allá. Temas como «Fire Will Fire», «The Living Dead» o «Crystallized»  formaron la columna vertebral del corto set. La banda suena compacta y se nota el buen hacer de sus componentes, especialmente del guitarra Jorge, que consigue paisajes bastante interesantes cuando consigue combinar sus partes melódicas con la apisonadora sónica.

El grupo se vio algo mermado por el espacio limitado del que pudieron disfrutar en el escenario, pero eso no supuso ningún problema para Beka, que se movía y contoneaba como podía alrededor de la batería de Arjan, sorteándola como si de una carrera de obstáculos se tratara. Tras 40 minutos justitos, la banda se despidió del público para dar paso a las estrellas de la noche.

Mucho ha llovido ya desde que Zakk Wylde debutara con la banda de Ozzy Osbourne con «No Rest for the Wicked» (1988). Ya se sabe que ser el guitarrista de Ozzy te da un prestigio automático, pero para seguir en la brecha tienes que valer, y Zakk ha demostrado su valía con creces durante todos estos años. La aventura Black Label Society se inició en 1999 y desde entonces, esta atmósfera de club motero ha servido para que los fans de la banda en todo el planeta se unan como una hermandad, y ese es el rollo que la banda sigue explotando a día de hoy. Una banda, por cierto, que cuenta ya con una formación estable desde 2014.

Con un ligero retraso, el enorme telón que cubría el escenario cayó al son del riff de «Bleed for Me» y el público que ya llenaba Salamandra hasta la bandera rugió de aprobación. Con un volúmen (demasiado) atronador, al apisonadora BLS no perdió el ritmo con «Demise of Sanity» y «Destroy & Conquer». Como era de esperar, Zakk y su kilt son el centro de atención de todas las miradas, y él las corresponde subiendo a un pedestal continuamente y haciendo las poses marca de la casa mientras masacra sus guitarras (cada una más fea que la anterior, por cierto) sin piedad alguna.

El setlist no dejó ninguna sorpresa, ya que fue calcado al del resto de conciertos de la gira actual. Si acaso, sorprendió que el vikingo no se regalara con ninguno de sus interminables solos. Esta vez optó por incluir los momentos de lucimiento dentro de las canciones, y la verdad es que es un detalle que se agradece. Por supuesto, en este frente, destaca el duelo de guitarras detrás de la cabeza que Wylde mantuvo con Dario Lorina durante la parte alargada de «Fire It Up».

Hubo momentos para la calma en los que Wylde se sentó al piano con «Spoke in the Wheel» seguida de «In This River», que incluyó un sencillo pero bonito homenaje a los hermanos Abbott. Quizá os suenen más los nombres de Dimebag Darrell y Vinnie Paul, miembros de Pantera que ya no están con nosotros y que siempre mantuvieron una cordial y estrecha relación con Zakk Wylde.

La base rítmica formada por John DeServio y Jeff Fabb es una máquina engrasadísima que no para ni un segundo, y eso ayuda a que el ritmo del show sea fluidísimo. Zakk no se entretiene con demasiados parlamentos y deja que la música hable por sí misma: «A Love Unreal», «Trampled Down Below» o las esperadísimas «Suicide Messiah» y «Stillborn», que cerraron el show, dejaron a la hermandad del ‘Barcelona Chapter’ más que satisfecha.

Sea por la causa que sea, el hecho de la baja convocatoria para la primera visita de BLS a Barcelona desde 2018 no fue nada que condicionara la actitud de la banda. Zakk Wylde y sus allegados vinieron a sermonearnos a base de riffs, chalecos de cuero y actitud para parar un tren. Sorprende un poco la inclusión de tan pocos temas del nuevo disco en el set, pero eso no creo que suponga un problema para los fans de la banda. Quizá se hubiera agredecido un sonido algo más comedido y equilibrado pero no hay más que echar un ojo a la figura de Wylde para saber que las medias tintas no valen con este hombre.

Texto y fotos: Edko Fuzz

SETLIST

Bleed for Me
Demise of Sanity
Destroy & Conquer
Heart of Darkness
A Love Unreal
You Made Me Want to Live
The Blessed Hellride
Spoke in the Wheel
In This River
Trampled Down Below
Set You Free
Fire It Up
Suicide Messiah
Stillborn

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