El próximo 16 de enero tendrá lugar un evento exclusivo en la sala The Music Station de Príncipe Pío en Madrid, de la mano de Madness Live! y Northern Music. El gran evento no es, ni más ni menos, que un concierto en formato “Evening with…” con la banda Leprous, que dado el formato, no vienen única y exclusivamente a presentarnos su último trabajo lanzado al mercado esta año “Melodies of Atonement”, sino que a buen seguro nos regalarán los oídos, con lo más granado de su discografía.
Toni Marchante
Es por ello, por lo que pasamos a recordar su trayectoria desde sus orígenes hasta hoy. Leprous se fundó en 2001 en Notodden (Noruega), tierra más famosa en aquellos tiempos en lo relacionado con el metal, por las legendarias bandas de black metal. Concretamente en una de ellas, Emperor, tocaba Vegard Sverre Tveitan, más conocido como Ihsahn , toda una institución en el metal Noruego, también componente de Peccatum y que a día de hoy mantiene su carrera musical en solitario. Lo cierto es que el mundo de la música en Noruega es reducido pero muy intenso, por ello, es fácil que gente de mucha creatividad prolifere y sorprenda, como su cuñado Einar Solberg, piedra angular de Leprous, junto con el otro miembro original de la banda desde su creación, el guitarrista Tod Oddmund. Incluso curiosamente, los músicos de Leprous han sido los músicos de Ihsahn en sus conciertos en directo en muchas ocasiones.
Hablamos de una banda que ha ido evolucionando durante toda su trayectoria definiendo su sonido, hasta tal punto que existen muchas diferencias entre su álbum debut y su último trabajo. Aunque la banda se formó en 2001, sus primeras grabaciones fueron demos autofinanciadas que no vieron la luz hasta “Silent Waters” en 2004 y “Aeolia” en 2006. Por las filas de Leprous han pasado muchos músicos, salvando a sus dos miembros fundadores, antes de su primer disco pasaron por la banda Kenneth Solberg (guitarra de 2001 a 2004), Esben Meyer Christensen (guitarra de 2001 a 2003), Stian Lonar (bajo de 2001 a 2002), Truls Vennman (batería de 2001 a 2005) y Tor Stian Borhaug (batería de 2005 a 2007).
Su primer larga duración a través de una discográfica fue “Tall Poppy Syndrome” bajo el sello americano Sensory Records en 2009, acumulando buenas críticas y presentado un estilo novedoso, aunque desconcertante para muchos en aquel momento, sin poder negar de ninguna de las maderas de que se trataba de algo innovador. Este primer álbum tiene mucha influencia de Ihsahn, en los riffs, los usos de guturales y en algunos matices melódicos. Para promocionar este debut, se embarcaron en una gira donde compartió escenario con Ihsahn, Therion y Loch Vostok, participando también en los festivales Progpower de USA y Europa. El line up en aquel momento fue Einar Solberg (voz y teclados), Tod Oddmund Suhrk (voz y guitarra), Orners Andersen (batería), Oystein Ladsverk (guitarra) y Halvor Strand (bajo). Tras esta gira, salió de la banda su bajista Halvor Strand, siendo reemplazado por Rein Blomquist.
En febrero de 2011 firman con Inside Out y Century Media y editan en agosto su segundo disco “Bilateral” , donde vemos que la banda empieza a marcar el camino de transformación en su sonido. La voz de Einar Solberg sigue siendo atrevida, manejando varios registros y en la música se puede apreciar los matices math metaleros en los riffs de algunos de sus temas. Importante resaltar la variedad en las canciones, de tal forma que la banda habría en aquel momento un abanico muy amplio en cuanto a la elección del camino a seguir
El 20 de mayo de 2013 la banda edita “Coal”, un disco melancólico y oscuro y que centra el camino a seguir en el futuro. En él podemos ver como Einar, aparte de dar un cambio radical a su imagen dejando atrás las rastras y el pelo largo, explora más con el recurso de cantar en falsete, algo en los que irá creciendo e incrementando su uso en el futuro y también percibimos la resistencia por parte de la banda en abandonar los matices oscuros de las voces guturales, aunque en lo musical se percibe, una tendencia a sonidos más pop sin abandonar en ningún momento el respeto a los riffs de guitarra.
El siguiente paso y para mí el más definitorio en cuanto a alcanzar una posición destacada entre las nuevas bandas que invadían el metal progresivo en 2015, fue “The Congregation”, lanzado en mayo de ese año. Si “Bilateral” y “Coal” los puso en el mapa, “The Congregation” fue su consagración y el salto definitivo en la nueva generación de bandas de metal progresivo en ese momento. Uno de los factores diferenciales en el sonido, es la entrada de Baard Kolstad sustituyendo a Tobias Ornes Andersen. Baard es un magnífico batería que le da un plus adicional a la banda con su incontestable técnica, combinando en la actualidad tocar en Leprous con su otra banda Rendez Vous Point. “The Congregation” mantiene si cabe las sensaciones de oscuridad, pero incrementa la sensación de melancolía, acotando y definiendo el sonido de la banda definitivamente, incrementando la programación, los riffs de guitarra, una base rítmica colosal y la voz de Einar Solberg en unos registros ya muy definidos También en esta época Simen Daniel Borven sustituyó a Martin Skrebergene al bajo.
Un año después, fruto de la exitosa gira de presentación de este disco, editaron el único audiovisual hasta la fecha, “Live at Rockefeller Music Hall”, grabado en su Noruega natal el 4 de junio de 2016 en Oslo.
Robin Ognedal sustituyó a Oystein Landsverk tras 13 años en la banda con el que grabarían su siguiente álbum “Malina”. Lanzado al mercado el 25 de agosto de 2017, “Malina” nos muestra a unos Leprous con tintes más tendentes al pop, pero conservando la esencia del progresivo. Einar destierra completamente los guturales y los falsetes cubren esa falta. La programación sigue siendo un punto fundamental en la música del grupo. A partir de este momento y hasta nuestros días la formación sigue inalterable.
El 25 de octubre de 2019 nos llega su sexto álbum de estudio llamado “Pitfalls” dando un giro más hacia lo comercial. La voz de Einar acapara todo el protagonismo, hasta tal punto que aspectos tan importantes en los anteriores discos como la complejidad en la batería o los riffs de guitarras se simplifican, e incluso estas últimas en algunos casos desaparecen, enfatizando así el aura de melancolía que siempre ha desprendido la banda. La melodía cobra protagonismo y los matices math metal desaparecen por completo. Hablamos del disco más cercano al pop dentro de su discografía. Si escuchamos su primer álbum y este nos sorprendería el cambio, sólo comprensible escuchando la evolución que se percibe por pasos en cada uno de sus discos.
Tras la pandemia, el 27 de agosto de 2021 presentan al mundo “Aphelion”, un álbum que sigue la senda y el camino marcado por su anterior. Pocas variaciones en cuanto a recursos, pero dando rienda suelta a la creatividad, quizás con más protagonismo que su anterior para la base rítmica, el bajo, y sobre todo, la majestuosa batería de Baard. ”Aphelion” suena más experimental, pero sin abandonar las cotas de comercialidad que hereda de sus dos obras anteriores.
Tres años después, el 30 de agosto de 2024, recibimos lo que es hasta hoy su último trabajo “Melodies of Atonement”. Un álbum donde se aprecia con mayor claridad la diferenciación de los instrumentos con ambientes sonoros muy trabajados. El rango vocal de Einar Solberg es asombroso, predominan los falsetes, aunque nos deja algún gutural. Einar, como suele hacer en todos los discos, arma sus armonías vocales aportando una riqueza emocional que dota a las canciones de un aura especial. Las guitarras están muy equilibradas y el bajo le da elegancia a los temas. La programación crea ambientes irrepetibles, adquiriendo matices muy orgánicos en combinación con el resto de instrumentos. Un disco que siguiendo la senda de sus anteriores, nos ofrece nuevas ideas avivando la llama de registros que parecían ya olvidados.
Con ocho discos de estudio bajo el brazo Leprous se ha convertido en toda una referencia en lo que se refiere a la música progresiva contemporánea. Ocho grandes trabajos, porque Leprous no tienen ningún disco flojo. No vale solo con decirlo, lo mejor es comprobarlo y para ello, qué mejor oportunidad que acudir a The Music Station el próximo 16 de enero.
Toni Marchante
Leprous: Ocho obras de progresivo Contemporáneo