Un par de años han pasado para que estos tres grandes músicos nos ofrezcan su segundo trabajo, tres músicos que tienen su prioridad en sus bandas, pero que gustan de juntarse para dar rienda suelta a su creatividad ilimitada. Nos encontramos con un nuevo disco, también instrumental de casi setenta minutos de duración que colmará las delicias de los amantes del virtuosismo progresivo.
Toni Marchante
Repasamos la trayectoria de estas tres eminencias, sobre todo para aquellos que no los conozcan. Tony Levin es un reputado e innovador bajista componente de los legendarios King Crimson, aunque también pasó las filas de Peter Gabriel o por Liquid Tension Experiment. Además es un afamado músico de estudio, habiendo grabado con John Lennon o Pink Floyd. Para este disco Tony además de su Inseparable Chapman Stick, también ha utilizado diversos bajos y cello. Minnemman representa la juventud, la fresca creatividad en su más pura esencia. En la batería es absolutamente increíble, hasta el punto de afirmar que es uno de los mejores y más sorprendentes baterías que han surgido en los últimos años. Su versatilidad es tremenda, es extraordinario en lo progresivo tal y como podemos ver con Steven Wilson o Waken Eyes, como en el jazz como se ve en The Aristocrats y hasta nos sorprende con el death metal en Necrophagist. Hablamos de un músico muy prolífico capaz de tocar en multitud de bandas o girar con músicos de prestigio, tal y como lo pudimos ver en la gira de Joe Satriani. Por último Jordan Rudess. Jordan ha pasado por Dixie Dregs, numerosos trabajos en solitario y proyectos compartidos, como músico de estudio con numerosos personajes (Vinnie Moore, David Bowie, Steven Wilson, Neal Morse, etc… ) hasta llegar a Dream Theater donde en la actualidad es un elemento clave. La innovación también ha sido uno de sus fuertes, incansable en la creación, investigación y desarrollo de nuevos instrumentos y software; Para este disco, Jordan usa además de diversos teclados, su Continuum, Geoshred, Wizardly Sounds y el Seaboard.
Este nuevo disco es una continuación a su anterior obra, lanzada hace dos años, donde básicamente lo que nos sigue sorprendiendo es la gran calidad interpretativa y la destreza a la hora de manejar los instrumentos. Como la vez anterior, Jordan Rudess es quien tiene más presencia, al tener más huecos que llenar: melodías, arreglos, orquestaciones… impresionante el dominio de las situaciones y en la variedad de sonidos tanto principales como secundarios.
Con los 17 temas que componen el disco, da lugar para manifestar muchas sensaciones y ofrecernos variedad, pero siempre dentro de la limitación de los que supone ofrecer música instrumental progresiva con matices de otros estilos (jazz, new age, etc…). Si hablamos antes del trabajo de mayor calado de Jordan, las líneas de bajo de Toni Levin son magistrales, porque entre otras cosas, juega constantemente con los otros dos instrumentos principales (bajo, guitarras y teclados) entrelazándose continuamente de manera muy orgánica. El estilo de Tony Levin está presente en todo momento y realiza un excelente trabajo. Y lo de Marco Minnemann es auténticamente de traca, continuamente variando, encorsetando al resto de instrumentos en una estructura rítmica nada homogénea pero sosteniendo con firmeza la arquitectura de los temas, el que conozca a Marco ya sabe de lo que hablamos, este muchacho vive intensamente todas las canciones y en ellas pone toda su pasión, dejando como resultado momentos verdaderamente asombrosos.
Como hemos dicho todos los temas giran bajo los mismos elementos, pero nos ofrecen diversidad, desde el comienzo con “Back to the machine” empieza la exhibición y así se van encadenando los temas unos detrás de otros, fundamentados sobre todo en los seductores virtuosísimos de Jordan Rudess, con curiosidades como “What is the meaning?” donde los teclados en su parte final nos recuerdan a bandas como Génesis o Marillion. Otras curiosidades como “Witness” tema simpático donde la línea principal se realiza con silbidos simulados con el teclado, un tema en el que seguro que Marco ha tenido mucho que ver además de dejarnos un solo de guitarra de infarto, porque es Marco quien se hace cargo de las guitarras en el disco, tal y como ocurrió en su disco anterior. Hay temas como “When the gavels falls” que bien podrían haber salido de cualquier disco de Rudess en solitario. También cosas magnánimas y pomposas como “Good day Hearsay”; de la misma forma que podemos escuchar temas más tranquilos, muy new age como “Balloon” o “Shiloh´s Cat” con un sonido saxo muy bien conseguido.
En definitiva, un grandísimo disco de rock progresivo moderno instrumental. Si esperas canciones convencionales con estribillos facilones este no es tu disco, si quieres sumergirte en un océano de sonidos manejados con extrema creatividad, interpretados excepcionalmente, este disco te encantará. Ya solo nos queda que las agendas les cuadren algún día para poder realizar una gira conjunta y poder disfrutar de ellos en directo. Sería un auténtico espectáculo.
Toni Marchante
Temas:
1. Back to the Machine
2. Ready, Set, Sue
3. Riff Splat
4. What is the Meaning?
5. Marseille
6. Good Day Hearsay
7. Witness
8. Balloon
9. When the Gavel Falls
10. The Verdict
11. Free Radicals
12. Magistrate
13. Shiloh’s Cat
14. The Tort
15. Testimony (Bonus Cut)
16. Habeas Porpoise (Bonus Cut)
17. The Tort (Ver. 2xb-74) (Bonus Cut)
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