Desde Los Ángeles nos llegaban W.A.S.P., comandado por el siempre polémico Blackie Lawless, que vienen celebrando 32 aniversario, con un telón de fondo gigante donde dentro de una sierra grande, se podía ver el logo y la inscripción “1982-2014 – 32 Years”, aunque no nos tocaran temas de sus últimos discos. Una verdadera pena no haber podido disfrutar del concierto, ya que un sonido penoso en la gran parte de su show que hizo que no se escuchara a Blackie. Texto y Fotos: Manu Cabaleiro. |
Pero vamos con los que dio de si su concierto, que empezó a todo trapo con un medley con un par de temas de su primer disco “W.A.S.P.” 1984, que fueron “On your Knees” al que siguió sin pausa “The tortures never Stops”. Para terminarlo se fueron a su cuarto disco, y de este nos tocaron “The real Me” versión de los míticos Who. La locura y los cánticos despertó con los primeros acordes de “L.O.V.E. Machine”, otro de los temazos de su gran primer disco, que tuvo una gran participación en el set list de la noche.
Continúo la fiesta con el tema que abre su segundos disco “The las Command” 1985, “Wild Child” con la voz de Mr. Lawless desaparecida por momento y si se escuchaba era de manera muy tímida. El primer descanso llegó con la tranquila “Sleeping in the Fire”, para levantar definitivamente a la gente con una coreada hasta la extenuación “I wanna be Somebody”, ambas nuevamente de su disco de debut, que se llevaba la palma en esta primera parte del concierto. Desaparecen momentáneamente del escenario, al rato empieza a sonar “The titanic Overture”, lo que hacía presagiar que la segunda parte se la llevaría el discazo, que ya nos tocaron al completo en su última gira, “The crimson Idol” 1992.
Y que mejor que otro medley del estupendo disco e historia, y así empezaron a sonar temazos del calibre de “The invisible Boy”, al que le siguió el brutal “I am One” con un trabajazo a cargo de su guitarrista Doug Blair., al igual que en el último tema de este popurrí,”The gypsy meets the Boy”. Pero no se acabarían aquí los temas de este disco, ya que en la parte final, como no, le tocó el turno a la lenta “The Idol”, y con el sonido motosierras a todo trapo empezó “Chainsaw Charlie (Murders in the new Morgue)”, último pildorazo del álbum conceptual. Para terminar el concierto volvieron a sus inicios con otra de las más cantadas y saltadas por la gente “Blind in Texas”.
Durante el concierto pensaba que Blackie Lawless sacaría su genio y dijera algo de los numerosos fallos de sonido, e incluso nos dejara plantados, pero no, se apoyó más en que cantara el público, animándolo y consiguiéndolo en más de una ocasión, e hizo caso omiso a la pena de sonido. Salvo los grandes problemas de sonido el concierto y su set list fueron correctos, aunque se basara en tres discos y se dejaran muchos temazos fuera, yo hubiera variado un poco más, y como una de sus últimas giras que vino por aquí fue la del aniversario de “The Crimson Idol”, aunque me encanta, hubiera tocado menos de este disco y alguno más de sus segundo y tercer disco.
Turno para otros de lo grandes Michael Schenker, que no para de girar y girar, y así, parece que se olvida de hacer cosas nuevas, aunque su penúltimo disco es un gran trabajo, todo sea dicho. Y de ese disco, viene este Michael Schenker´s Temple of Rock, que cuentan con un disco “Bridge the Gap” 2013, que ha pasado bastante desapercibido, pero que alguna buena canción tiene. Esta formación ya había pasado por aquí, pero sin disco, los ex Scorpions Francis Bucholz al bajo y Herman Rarebell batería, con Doogie White a la voz y su escudero Wayne Findlay guitarra y teclados, una bandaza a la que da gusto ver en directo. El comienzo como nunca lo había visto, nada menos que con “Doctor, Doctor”, un himno del hard rock que nos trajeron los U.F.O. de Schenker, que para empezar nos dejó sin aliento.
El único tema del citado disco de esta formación fue "Where the wind Blows", en la que disfrutamos de la buena voz de Doogie, que le va ideal y canta al estilo Rainbow, que es lo que sabe hacer. Le llegaba el momento a alguna canción de los alemanes Scorpions, las elegidas en este inicio de concierto fueron, “Lovedrive” y “Another piece of Meat”, dos buenos temas en los que la banda demostró mucha solidez, se nota que llevan un par de años girando y tocando juntos. Turno para temas de los inicios de MSG con dos joyitas como “Assault Attack” y “Armed and Ready”, en la que vimos la mejor versión del genio Schenker, que sigue como un fideo y andando con dificultad, pero que con su guitarra sigue haciendo locuras.
Tiempo de descanso y relax para Doogie, mientras el maestro nos obsequiaba con una maravillosa “Into the Arena”. Tras esta tremenda instrumental, le llegaba el turno al único tema de su penúltimo disco de estudio “Temple of Rock” 2011, del que nos tocaron “Before the devil knows you’re Dead”, otra que le viene como anillo al dedo a Doogie. Hubo otras que no tanto y llegó a dar en “cante” en alguna, uno tampoco puede, ni pretende, cantar como Meine, Mogg o Bonnet, pero creo que por su bien debería de trabajarlas algo más o intentar elegir otras que le vayan mejor a su tono de voz.
La parte final fue de traca, pero con más énfasis en U.F.O, empezando con un celebradísimos “Lights Out”, con un solazo de Schenker, a este temazo le siguió “Shoot Shoot”, otra muy cantada y celebrada, pero no le llegó ni a la suela de los zapatos a una atronadora “Rock you like a Hurricane”, una de las más míticas de los Scorpions que la gente cantó por completo, y la en la que peor lo paso Doogie White. Y como colofón al show, otra de los londinenses U.F.O, la fiestera “Too hot to Handle” en la que Doogie nos invitó a echarle un cable a la hora de catar el estribillo y la joya final fue para “Rock Bottom”, fiestaza para terminar este buen concierto, no el mejor que les he visto, pero sí cumplieron con creces.
Lo siguientes en salir eran los polacos Behemoth, a los que vi sus dos primeros temas iniciales, y poco puedo decir de su actuación, ya que quería ver el inicio de concierto de Alquima, la última banda del gran Alberto Rionda, que llenó el escenario Mark Reale, como había hecho minutos antes el gran Sherpa. No los había visto hasta el momento y me gustó su directo mucho y la gente estuvo entregada en todo momento, y tanto con sus temas nuevos, como “El lobo y el Arca”, “Dama Oscura” o “Aliento”, que completo un trío de temas iniciales de altura y con una gran voz como la de Ismael.
Tras este inicio con temas de su único disco homónimo hasta la fecha, llegó el primer tema de sus Avalancha con una coreada y celebrada “Pelayo”. Continuaron desgranando su único disco hasta la fecha, con temas del calibre de “Pelayo”. Realmente una banda con futuro, o eso me pareció, por la acogida y por lo bien que lo hacen en directo. La power metalera “Divina Providencia”, la última perlita que pude ver de estos Alquimia, de los que vamos a seguir hablando en el futuro, vista la buena acogida que va teniendo esta nueva aventura de Rionda.
Corriendo para llegar a la despedida de Panzer, aunque no dijera nada Carlos Pina, pero así se anunció en su momento. Se presentaron con su formación clásica Carlos Pina a la voz, Juan Leal guitarra, Fernando Díaz-Valdés al bajo y Rafa Ramos a la batería, contando con Miguel Ángel López (Cachorro) desde el inicio de su vuelta. No contaron con mucha gente, pero los que estuvieron disfrutaron con todos sus clásicos y podrán decir que vieron su último concierto.
Comenzaron el repaso a sus cuatro discos con la cañera y ideal para cantar “Escapa”, y continuaron, sin bajar el ritmo con “Arriba” y “Dios del Rock” dos de los grandes temas que contiene su tercer disco “Tocar Madera” 1985. Gran Carlos Pina el que disfrutamos esta noche, hasta se echó en falta algún comentario de los que hacía entre tema y tema, pero la verdad es que no hizo ni uno, se centró única y exclusivamente en cantar los temas en esta despedida y lo hizo a un gran nivel, no se puede decir los mismo de su compañero Juan Leal, que en algún tema que otro se equivocó.
Muy bien sonó “No hay quien nos Pare” canción que abría su cuarto disco “Caballeros de Sangre” 1986, muy cantada por la gente que se quedó a disfrutar de uno de los grupos “Leyendas”. Siguieron navegando en su discografía, turno para su primer disco “Al pie del Cañón”, con “Gedeón” también muy celebrado por sus seguidores, que no cabía duda que quien se había quedado, lo había hecho para cantarlo y celebrarlo. Como hicieron con la rápida “Galones de Plástico”, con un perfecto solo por parte de Cachorro y Juan Leal, y que cuenta con una letraza a cargo de mi paisano Xaime Noguerol.
Continuaron con “Número Negro” y la coreada “Perro Viejo” y que dio paso a otro de los grandes momentos del concierto de Panzer con “Caballeros de Sangre”, de nuevo coreada con ganas. La parte final de esta despedida de los madrileños, empezó con otra de las más cantadas “Danza de Muerte”, y en la que Pina nos hizo colaborar. El momento tranquilo del concierto llegó con la balada “Junto a Ti”, que sin duda es una de las más queridas por cualquier amante de las bandas clásicas de los ochenta. Como también lo son, su temazo por excelencia “Toca Madera” y su himno “Panzer”, con el que pusieron fin a su gran despedida, un final un tanto precipitado, digo el de la banda, pero con los tiempos que corren, no se podía esperar otra cosa.
Sin descanso empezaba el último concierto del día, que como de costumbre le toca a los gaditanos Saurom, no les desagrada, y visto la cantidad de gente que congregan, año tras años más, además de las fiestas que montan, no es de extrañar. Y este año no sería menos. Con los mismo telones del año pasado, en vertical, con dibujos trozos de sus portadas, muy coloridos y que dan una vistosidad al escenario muy bonita. Además de sus fuegos, malabaristas, juglares, bufones, vamos un elenco de personajes que entraban y salían del escenario.
El set list muy variado y con alguna que otra sorpresa. La fiesta comenzó con “La posada el poney Pisador”, “La batalla de los cueros de Vino” y “La noche de Halloween”, con Narci a la flauta y gaita, y sus compañeros de batallas danzando de un lado para otro del escenario, especialmente el inquieto José Gallardo y su bajo, al que también acompaña en sus correrías Raúl Rueda y su guitarra. Una de esas sorpresas fue la inclusión de “El Saltimbanqui”, muy celebrada por gran parte del público, aunque con “Dracum Nocte” se montó la gorda, con un público entusiasmado con la potente canción.
Dejó Narci a un lado su gaita y flauta, se colgó la guitarra y empezó la parte menos folk de los de Cádiz, con temazos de la categoría de “Irae Dei”, “Ángeles” y “Aquel paseo sin Retorno”, con una banda perfecta y un Miguel cantando de lujo, y lanzándose a dar una pequeña charla antes de interpretarnos “Cambia el Mundo” con la gente nuevamente muy participativa. Y ya en la parte final del concierto empezaba la traca con “La musa y el Espíritu” un gran temazo con locura encima del escenario.
Que sería la tónica en las dos últimas canciones, empezando por “Fiesta” con todo el elenco de personajes pululando en el escenario, globos entre el público y el fuego que no faltara. Y para terminar el concierto eligieron “La Taberna”, en la que se les fue la mano, con una cascada de artificios colgados de la parte frontal de las luces y que se llegó a soltar de una primera cinta de seguridad, hasta que los dejaron sin luces y rápidamente los hicieron desalojar en escenario, por su seguridad y la de las primeras filas.
Un fin de fiesta precipitado, al que ellos le quitaban importancia, mientras se podía ver al bueno de Marcos intentando apagar pequeños fuegos que se iban haciendo en el escenario, hasta que dijo que todos fuera y así se terminó este gran fin de viernes leyendero por parte de los incansable Saurom, que año tras año, nos siguen sorprendiendo con un show especial o con cosas nuevas para ofrecer a su fiel público.
Texto y Fotos: Manu Cabaleiro