Rock the Ring – 20-22 de Junio’19 – Hinwil (Suiza)
En plena temporada de festivales de verano, siempre hay momentos para experimentar y cambiar de aires, para probar cosas nuevas. Haciendo un descanso en nuestro habitual y querido Sweden Rock Festival, giramos unos grados a la derecha y nos topamos con este Rock the Ring… Un momento… un festival de rock en Suiza? Nos vino el viento favorable y allí que nos fuimos.
Susana Manzanares / David Aresté
Desconocíamos que en la tierra del chocolate, los caramelos balsámicos y la precisión relojera hubiese tradición festivalera, porque rockera la hay, y mucho, tienen buenos embajadores como Krokus y Gotthard por ejemplo. Indagando por este festival descubrimos que lleva seis ediciones (no hemos visto apenas promoción ni carteles por las redes y su web sólo está en alemán y el contenido se limita a los detalles para la edición actual y algunas fotos de ediciones anteriores) y se aparta un poco de lo que es un macro festival al uso. Quizá no es a lo que estamos acostumbrados y parezca que hagan cosas “extrañas”, lo que hacen es programar a pocos grupos a partir de primera hora de la tarde y sin ningún solape, lo que hace más llevadero y disfrutable al usuario su transcurso por el festival.
Para ponernos en contexto, puntualizar antes que nada que algunos de los nombres que han pasado por estas ediciones del festival no son nada desdeñables y de lo más variado. Por Hinwil han pasado bandas como Nightwish, Judas Priest, Alice Cooper, Ub40, Limp Bizkit, Deep Purple, Carlos Santana, Bonnie Tyler, Cheap Trick, Mastodon, Papa Roach, Eluveitie, John Fogerty, Simple Minds, Uriah Heep, Black stone cherry y muchos nombres más como parte importante de esos carteles, además de Krokus y Gotthard en alguna edición como emabajadores rockeros suizos. Nuestra sensación es que hasta cierto punto han ido creando año por año festivales “específicos” destinados a un determinado tipo de público y no juntando en una misma edición a Journey y a Napalm Death, por poner un ejemplo para que nos entendamos… Este año esa especialidad ha ido hacia el hard rock más clásico, creando un cartel bastante homogéneo con bandas como Inglorious, Tesla, Def Leppard, Whitesnake, Saxon, Jared James Nichols o FM. sumado al plato fuerte de los festivales europeos este año, Lynyrd Skynyrd.
Es evidente que no sólo había bandas “importantes”, sino que existía un segundo escenario más pequeño donde actuaban una serie de bandas promovidas por el equipo de “Souls of Rock”, escenario que estaba algo lejos del principal y que en una primera impresión quizá podría parecer que está puesto como algo de “relleno”. Pero lejos de eso, descubrimos grandes bandas como veréis en las crónicas y vamos a seguirles la pista… Entre ellas, y no precisamente de las desconocidas para nosotros estaban los barceloneses Kilmara, que hemos de decir que fue todo un orgullo poderlos ver tocar en un festival tan selecto entre tanta gente de tan alto nivel y estilos diferentes. Hay que decir también que por su situación, ese escenario estaba muy cerca de la entrada al recinto haciendo de elemento de reclamo para que se pudiera quedar más gente que pasaba en ese momento por allí, luego quizá su situación no es algo fortuito y sí premeditado.
En cuanto a la ubicación, el festival se desarrolla en un circuito de seguridad vial, en del TCS, uno de los más grandes de Suiza y más moderno de Europa. Apartado del núcleo de la ciudad, puedes dejar el coche en uno de los 5 parkings en los que correctos y disciplinados voluntarios de todas las edades ayudan a todo el mundo a aparcar hasta el punto de colocarte exactamente en tu plaza y así conseguir un orden lógico para ir llenando todos los espacios medidos al centímetro. Tras impresionarte por ver parte de los Alpes al fondo y saludar a las vacas que están pastando por la zona, hay que recorrer esos parkings de verdísimo césped para llegar al recinto que comentábamos, que se encuentra a no más de 10 minutos cruzando una carretera que han cortado para uso exclusivo del festival.
Entre todo el recinto, la parte del festival estaba en una cuesta (parte de ese circuito de pruebas) teniendo al final de su parte más baja el escenario principal y en el otro extremo de la cuesta antes de comenzar a bajar, el segundo escenario. Entre ambos se dispusieron algunos, muy pocos, puestos de ropa con cinturones, alguna camiseta y demás enseres típicos, pero otra cosa de lo más sorprendente, ninguna de discos. Además, repartidos por gran parte del recinto se disponían todos los puestos de comida que puede haber en un festival… hamburguesas, wraps, patatas, comida vegetariana, comida china, tailandesa, crepes, churros, gominolas, sumados a 3 o 4 grandes puestos de bebidas y como algo exclusivo hasta uno de mojitos. Pero lo que sí verdaderamente nos pareció exclusivo fue encontrarnos algo que normalmente brilla por su ausencia en los festivales, en un puesto de comida tailandesa había un enorme mostrador de fruta con una colocación y apariencia tan perfecta como si fuera uno de esos puestos gourmet de algunos supermercados.
Al llevar “horarios diferentes” nos resultaba gracioso ver como a las 18/19h estaba la mayor parte de la gente cenando, dejándonos libres todos los puestos de comida a las horas que acostumbramos cenar en España algo más tardía. La limpieza del recinto era escrupulosa y no advertimos nada fuera de lugar durante todo el festival, al igual que en los lavabos siempre limpios y con papel. En los laterales y aprovechando el desnivel del terreno se pusieron las dos zonas vip del festival, en un nivel superior y cubierto al que se tenía acceso según la entrada vip elegida. Un tercer espacio completa la distribución vip y que ya viene siendo habitual en muchos festivales es lo que conocemos comúnmente como “Black Circle” y que ocupaba las primeras filas del escenario principal.
Otro factor que no puede faltar en los festivales, son los patrocinadores/anunciantes. Nada más entrar al recinto varias chicas y chicos ofrecían a todo el mundo todo tipo de productos de esos patrocinadores, desde caramelos, gafas de sol, ponchos para la lluvia, tapones para los oídos, pañuelos, gorros, bolígrafos, etc… De entre esos patrocinadores, el principal del festival, la empresa MIGROS. Dato curioso también que se trate una de las dos cadenas de supermercados más grandes de Suiza, junto con Coop. Migros es una empresa comprometida en fomentar la cultura, educación, salud y bienestar social, apoyando en todos estos ámbitos como quedó constatado y bien presente en Rock The Ring.
La exactitud helvética es de destacar y no sólo por los relojes, pero no hubo ningún tipo de retraso en cumplir los horarios del festival, que cuando dejaba de sonar un concierto se ponía en marcha el siguiente. Lo único que sí que falló un poco fueron las colas de acceso al recinto el primer día, pero nada que sea en cierta forma habitual en todos los festivales. Quitando ese pequeño inconveniente pudimos disfrutar de lujo de todos los conciertos sin recortes, con sus sets completos en unas instalaciones cómodas y sin obstáculos visuales ni problema alguno de sonido.
Disfrutamos de conciertos maravillosos e inolvidables como el de Lynyrd Skynyrd, de grandes shows como el de Tesla o Def Leppard; de grandes sorpresas con Maverick o JD Miller; nos sentimos orgullosos de nuestros Kilmara y ya no tanto de unos Whitesnake que fueron y ya no son, como ya explicaremos después al detalle… Nos mimetizamos con sus paisanos para disfrutar con cariño de los niños mimados de casa, que también se esmeraron haciendo Gotthard un show exclusivo recreando su último “Defrosted II” y Krokus dándolo todo en su show especial de 40 aniversario. También nos pasamos, y pecamos, por el merchandise oficial, pero como no era ni por asomo la cantidad de bandas que pueda haber por ejemplo en el Sweden Rock, con un puesto sencillo les bastó de sobra para ir poniendo la variada selección del de las bandas que tocaban ese día. Por último, destacar la excelente atención y condiciones para trabajar para la prensa por parte de la organización, quienes se mostraron en todo momento atentos con este humilde medio que no habla alemán más que para poder decirles hola, adiós y por encima de todo, gracias.
En definitiva, sirvan estas primeras impresiones como adelanto a los reportajes detallados de cada día y para hacerse una idea de este festival que para nosotros ya no va a pasar desapercibido…
Susana Manzanares / David Aresté