Powerwolf + Amaranthe + Kissin’ Dynamite – 13 de Enero’19 – Sala La Riviera (Madrid)
A mediados del mes de Enero llegaba a España el esperado “The Sacrament of Sin Tour” de los lobos Powerwolf.
Texto y fotos: David Aresté
Se hicieron acompañar por dos grupos muy en boga, activos y mediáticos como Kissin’ Dynamite y Amaranthe, reventando todas las salas y consiguiendo soldout’s en la mayoría de la gira, como pasó en La Riviera de Madrid y a punto en la grande de las Razzmatazz.
Los primeros en actuar fueron Kissin’ Dynamite, los alemanes que ya pasan una década de trayectoria venían con su séptimo disco “Ecstasy” editado en verano de 2018, lleno de grandes canciones de metal melódico. La banda de los hermanos Braun estaba dispuesta a incendiar lo poco que les dejasen actuar para abrir esa noche que prometía ser de todo menos aburrida.
Abriendo puertas casi después de la sobremesa, una larga cola serpenteaba los accesos de la Riviera confirmando el sold out desde primer minuto de la tarde, con la situación muy probable de que la gente aún siguiese entrando y los alemanes ya hubieran comenzado. Dentro de su escueto set nos ofrecieron gran parte de temas de su último disco con temas como “I’ve got the fire”, “Waging war” o “You’re not alone”, con “Love me, Hate me” o “I will be king” de los antiguos y con Hannes para este último con capa y cetro.
Gran inicio de la noche con un concierto esperado por mucha gente tal y como se vio coreando parte de las canciones y ovacionando al grupo. Un gran bloque donde todos van a una y que inyectan energía en todos los temas que tocan. En otoño los tendremos de nuevo por España gracias a Madness Live con su gira propia, habrá que ver que da de si un repertorio completo de este torbellino llamado Kissin’ Dynamite.
Momento de cambios para despejar un poco más el escenario y cargar la máquina de humo para seguir gaseandonos para el turno de los suecos Amaranthe, que venían a presentar su último “Helix”. Los habíamos tenido en festivales el verano pasado presentando esos temas pero no en sala y ahora era una buena ocasión para hacerlo, como anticipo de su propia gira que imaginamos que también pasará por España.
Conscientes de ello y que venían con set reducido quizá para que Nils coja rodaje con la banda, tocaron más temas del primer disco que del último. Así que con un set más o menos equilibrado en el tiempo que tuvieron, rescataron clásicos como “Hunger”, “Digital World”, la discotequera “Call Out my name” o la balada “Amaranthine” (ha calado tan hondo que no le da paso a “Endlessly”) junto a las nuevas “Maximize”, “365” o “Helix”.
Volumen ciertamente alto, luces rojas (y humo a discreción) y tiempo para más canciones fue la sensación que nos quedó para un concierto que no era propio de alguien como Amaranthe. La banda como era de esperar funcionó como un tiro ya que tienen el esquema bien aprendido, sonaron más electrónicos que de costumbre por lo alto que estaban disparando los samples y por todo en general. Rápido, conciso y poco baile de disco… nos faltó algo más.
Más cambios, más despeje de escenario y mostrar todo lo que nos tenían preparado los lobos, que no era poco. A excepción de Kamelot, poca gente ha puesto tan patas arriba el escenario de La Riviera, teníamos el supuesto itnerior de una iglesia con una escalinata central, que subían a izquierda y derecha donde estaban Falk Maria Schlegel a los teclados y Roel Van Helden a la batería. Delante estarían Attila Dorn y los hermanos Greywolf a las guitarras.
Como toda gira de presentación que se precie, los lobos nos dejaron la mitad del último “The Sacrament of sin”junto a más de dos docenas de su clásicos que sonaron potentes, elegantes y certeros, sin que haya ningún momento de bajón, que si lo hubiera era necesario y emotivo a la vez. Así que como era de esperar comenzaron con “Fire and forgive” del último disco para seguir con “Army of the night”, hubiese sido gracioso que hubiesen salido Amaranthe a cantarla pero no fue así (recordamos que los suecos aparecen en el disco extra del “The sacrament of sin” de versiones, haciendo este tema).
“Incense & Iron” seguía el vuelo hacia arriba llevándose de calle a todo el público que coreaba hasta la última letra como “Amen & Attack” y como sucedería con todos los demás durante toda la noche. “Let There Be Night”, “Killers With the Cross” o “Blessed & Possessed” se iban alternando en el setlist de Powerwolf con elementos de fuego, incienso, vítores de Frank Maria… un show estudiado para ganar en cada uno de los temas y como decimos que no pareciese un tema de paso a uno que mereciese la pena de verdad.
Llegaba la recta final comenzando con la festiva “Resurrection by Erection”, “All We Need Is Blood” la clásica “All We Need Is Blood” o el himno “Lupus Dei” que terminó la fiesta por todo lo alto. Tiempo para un mínimo respiro y ya teníamos los bises encima con “Agnus Dei”, “Sanctified With Dynamite” y “Coleus Sanctus” y “Werewolves of Armenia” para acabar de rematar la faena. De los mejores setlist que hemos visto como hemos dicho.
Un combo ejecutado por unos hiperactivos Greywolf y más aún por Frank Maria, un señor Attila Dorn cantando de fábula y Van Helden pegando fuerte a los tambores, es raro que no tengan bajo pero se disparan con las intros. Llevan así mucho tiempo así que no les hará falta, ya se les queda pequeña La Riviera, y llevan montaje de telones enormes al fondo de escenario, escenografía y pirotecnia… si siguen tocando la tecla que ha servido para explotar en este “The Sacrament of Sin” seguro que en la próxima gira vamos a un sitio con un aforo mayor, que así sea.
Texto y fotos: David Aresté