Si tienes claro tus principios, tus objetivos y que has venido hacer en la escena… da igual quien seas, con que sello estés o cuantos años lleves en la brecha. Un claro ejemplo de todo eso son Los Zigarros, el grupo de rock que sigue presentando su debut discográfico hasta el último rincón de la península. Texto y Fotos: David Aresté |
Decimos eso de rincón, porque no es para nada normal que un grupo como ellos acabe en un sitio tan recondito como es Reus, apartado del circuito de conciertos estatal salvo la Sala Toman que está a las afueras de la ciudad… por lo demás Reus, al igual que el resto de la Comunidad vive la plaga de los grupos de pop folk catalán que asolan el territorio.
Siguiendo la tradición, este concierto lo veríamos más para Tarragona y de manos de Vortex Produccions, pero no fue así que ya la gente del Oniria se llevó a la banda a Reus, al ecléctico y estiloso Centre d’art Cal Massó.
El concierto comenzó cpn la banda cayendo por el agujero, sin mas… movimientos d cabeza pero ya está, en cambio hablan sin decir nada y el publico bailaria hasta el amanecer. Ovidi pidió perdón por la afonía, pero que aquello se iba arreglar durante la noche mientras calentaba loz cancion tras canción.
Un inicio de concierto más que correcto con supuso una ruta hasta lo más alto de las emociones y energia de los allí. Presentes. Para no tener muchos conciertos de este tipo, dieron buena repuesta al grupo, bailando y tarareando en algunos momentos los temas de la banda. Hubo tres momentos clave en que el grupo si derrumbó la sala metiéndose el grupo en el bolsillo, el primero fue con "Voy a bailar encima de ti" con un Álvaro desatado y Ovidi llevandolo con su particular maestria cazando a todo el mundo.
Aún con un disco en el mercado, el grupo fue desgranando ese debut discográfico con "Desde que ya no eres mía","No obstante lo cual" o "Voy hacia el mar" entre otras, en las que el público, las recibio más que interesados. Si solo tocasen el disco sus conciertos no llegarian a una hora, pero por suerte no es asi… ya que como todo grupo que comienza la banda interpreta versiones, y en este caso son de cualquier época del rock y del blues.
Hubieron de más conocidas como American Girl , Lucille, My Generation, Something Else o un recitado de Elvis por parte de Ovidi, pero nosotros nos quedamos con “Desconfio”, un blues de Pappo como uno de los momentos más frágiles y con mas clase de la noche y con un in crescendo brutal de toda la banda, destacando a Adrián y Nacho aportando esa potencia final a la canción.
Para el bloque final siguieron las versiones y los temas propios, pero fueron estos segundos los que marcaron al público con un "Dispárame" y un "¿Que harás amor?" de campeonato, haciendo bailar y cantar a todo el mundo como final de fiesta rematado con otro "hablar,hablar,hablar".
Es evidente que después de tantos conciertos la banda se encuentre en tal estrado de forma, sin apenas presentar los temas, hablar un poco entre ellos y con eso ya basta para encandilar a los que tienen delante. Ovidi parte como un autentico frontman con mucha actitud,clase y distinción mientras que Álvaro le sigue a la sombra potenciando la velocidad y el sonido gamberro de las guitarras en las canciones. Nacho con subajo le da el punto de cuerpo y groove a las canciones, acabando por Adrián Ribes, que cada vez que lo vemos parece que le quede poco para cargarse la bateria.
Conciertazo, actitud, se lo creen, nos lo hacen creer, movemos las caderas y somos del rock durante más de una hora… que más se puede pedir? Que llegue rel nuevo material ya, para tener otra excusa para repetir.
Texto y fotos: David Aresté