Tras más de dos años de espera, la joven Dorothy acompañada del espantapájaros, el hombre de hojalata y el león cobarde, nos vuelven a sumergir en un fantástico y musical viaje a través del camino de baldosas amarillas. En este caso, se nos presenta el circo maldito “Ilussia” el cual, tras largo tiempo abandonado, cobra vida en medio del bosque gracias a un payaso demoníaco que nos hace las veces de maestro de ceremonias.
En una de esas interminables conversaciones alrededor de una mesa llena de latas de cerveza, donde el humo de los cigarros se mezcla con el olor a Jack Daniels y las conversaciones pasan del rock al fútbol para acabar solucionando los problemas del país, uno de mis colegas dijo que negar la importancia de Mägo de Oz en el rock de nuestro país es como negar la propia existencia del grupo. Entre tanto disparate sin sentido, tal afirmación me hizo reflexionar, y es que no puedo estar más de acuerdo con tales palabras pues, queramos o no, Mägo de Oz es una de las bandas más importante nuestro país en los últimos veinte años.
“Ilussia” es el decimocuarto disco de estudio de los madrileños, donde nos presentan un disco cuasi conceptual basado en la historia de un circo abandonado que, cual ave fénix satánico, resurge de sus cenizas gracias a que una niña lo encuentra en mitad del bosque junto con una luz que acabará convirtiéndose en el payaso Skippy jefe de pista del mencionado circo. Una historia con cierto deje romántico que bien vale un disco como el que nos ocupa.
El disco ha sido grabado durante los meses de julio, agosto y septiembre de dos mil catorce por Alberto Seara “Flor” en los Estudios Cube de Madrid y, ni que decir tiene, que el trabajo de producción del disco está a la altura de una banda como Mägo de Oz, dándole, quizá, un sonido algo más moderno y actual, sin perder las raíces del grupo, o lo que queda de sus raíces.
El art work ha sido llevado a cabo por el habitual Gaboni, realizando una portada en la que se puede ver un vetusto cartel de circo en cuyo centro el payaso Skippy, muy parecido a Pennywise de la novela “It” de Stephen King cuando se adaptó a televisión, claro está, que maneja los hilos de una marionetas con forma de niños y cuya figura se superpone al circo Ilussia, apareciendo en el fondo de la obra diversos animales y figuras propias del mundo circense. Cabe destacar la estética de los miembros del grupo, muy en la onda de grupos actuales como Nightwish.
En líneas generales nos encontramos ante un buen trabajo, algo alejado de los primeros y, dicho con todo el respeto, mejores Mägo, buscando un sonido más moderno y actual y adaptando musicalmente los temas a la voz de Zeta. Personalmente, creo que se ha realizado un gran trabajo en las melodías de guitarra y de bajo siendo, por momentos, de una gran calidad. Asimismo, la introducción de voces femeninas sigue siendo un acierto y, más concretamente, la de una soprano que da a los temas en los que participa un aire sinfónico espectacular. Temas con cierto aire hard roquero se mezclan con otros más folclóricos marca de la casa y con unas letras, salvo alguna excepción, muy trabajadas como viene siendo habitual saliendo de la pluma de Txus di Fellatio.
El cd se inicia con “Pensatorium”. El tema arranca con una armonía de guitarra unido a otra de flauta muy épico y medieval a los que, finalmente, se une el violín, todo ello da paso a un pasaje muy sinfónico con unos coros grandilocuentes que culminan con el inicio del tema en sí, con un ritmo rápido, directo y muy comercial, 100 % Mägo de Oz. Las primeras estrofas en las que se escucha la voz de Zeta están marcadas por las guitarras para, posteriormente, arrancar de nuevo a una alta velocidad y darle al tema un toque alegre y atractivo. Aparece por primera vez la voz de la soprano Pilar Jurado que, como ya dije, está de lujo, dando un toque elegante y tranquilón al tema justo antes de que arranque el estribillo de manera veloz siendo muy pegadizo, marca de la casa, rápido y con los teclados dando un toque envolvente. Hacia el final del tema nos encontramos con sendos solos de guitarra y de teclado absolutamente brutales. Muy buena canción para abrir el disco como siempre ha hecho Mägo.
El siguiente tema es “Melodian” que arranca de manera rápida y compacta con un ritmo muy alegre que recuerda a los primeros Helloween. Se trata de una canción sobre el amor a la música en general y al rock en particular, donde Zeta se defiende fenomenal, quizá se eche en falta algo más de fiereza en algunas partes de la canción. Muy buen estribillo pegadizo, fácil de corear. Merece la pena destacar la parte de violín de Moha, que queda de escándalo y la segunda parte de la canción, con unos punteos de guitarras dobladas para finalizar, ahora sí, con Zeta dándolo todo.
A continuación nos encontramos con “Abracadabra”, se trata de una de las canciones más identificables con Mägo de todo el disco. Arranca con un ritmo folk marcado por las guitarras, bajo y batería, para culminar con un riff de guitarra contundente muy moderno y actual. Aparece por primera vez Patricia Tapia como voz principal, alternándose las estrofas con Zeta, para acabar en un estribillo cantado a dúo, muy chulo y alegre, donde aparece hasta un acordeón ¡fiesta pura y dura! Excelente el solo que se marca Carlitos, muy roquero, largo y rápido de excelente facturación. Una de las mejores canciones del disco que se hace corta incluso y la que más gustará a los viejos fans del grupo.
Con “Vuela alto” se nos muestra en una sola canción lo que, a día de hoy, es el grupo, la mezcla de la vieja tradición heavy-celta con sonidos más actuales y ritmos rápidos y contundentes. La canción arranca con un ritmo muy folk y un piano que parece de la corte de algún rey del siglo XVIII, una introducción de banda sonora de película. Pronto arranca con un ritmo rápido, doble pedal inclusive, y un ritmo de flauta con mucha preponderancia. La primera estrofa destaca por una especie de ritmo militar marcado con la caja de la batería donde Zeta canta con una tonalidad muy grave tanto estas estrofas como el preestribillo para culminar con un estribillo muy rápido en el que Zeta alcanza unos registros de los más altos de todo el disco.
“Si supieras…” es el primer corte melancólico y tranquilo del disco. Un tema lento con un aire sinfónico en ciertas partes de la canción. Zeta se mueve como pez en el agua en estos registros medios tan hard roqueros.
“Pasen y beban” se trata de una canción de denuncia social, donde la letra de la canción es muy directa y agresiva. Personalmente, la letra no me ha gustado, me parece muy loable la protesta social en el mundo de la música, pero ese tipo de letras, bajo mi punto de vista, no hacen justicia a Mägo de Oz. Un grupo que se caracteriza por un cuidado casi enfermizo de la parte literaria de las canciones no se merece una letra tan burda como esta, quizá para grupos como Porretas o Reincidentes sea una gran letra, pero no para Mägo, que han “protestado” con geniales letras como “El que quiera entender que entienda”, “Los renglones torcidos de dios”, “Fiesta pagana” o “Molinos de viento” entre muchas otras. Musicalmente se trata de un tema de excelente facturación muy roquero, directo y rápido, como debe ser, y un estribillo muy pegadizo y alegre. De nuevo fenomenal solo de guitarra de Carlitos hacia final del tema.
A continuación aparece “Salvaje” que, en mi humilde opinión es, junto con “De la piel del diablo” la mejor canción del disco. Se trata de un tema hard roquero que recuerda a grupos como Bellabestia o Beethoven R, estilo en el que mejor se desenvuelve Zeta pues le viene como anillo al dedo, además, va acompañado de unos muy buenos coros de Patricia y un estribillo muy pegadizo con unas melodías de guitarra muy ochenteras, con un inicio y un final muy compacto y contundente. Un fenomenal tema.
“La viuda de O´Brian” pone el tono jocoso al disco. En este caso, la voz corre a cargo del propio Txus, relatando la historia literaria de la canción, basada en hechos reales, parece ser, hasta el estribillo cantado por Zeta. La canción se desarrolla con un estilo muy folclórico de un rollo celta que tanto gusta a Mägo, siendo a medio tiempo todo el grueso de la canción, hasta que, finalizando la canción, se produce un aumento considerable de la velocidad del tema hasta el punto de realizar un ritmo más propio de grupos de ska.
“Cadaveria” fue la canción que eligió el grupo para presentar este último trabajo al tratarse de un tema que entra muy bien por el oído desde la primera escucha, aunque no es la mejor canción del disco. Las estrofas se desarrollan a medio tiempo con un riff de guitarra cortante acompañado de unos arreglos que dan un toque sinfónico al tema, la compañía de las gaitas le dotan de un ritmo muy alegre y entretenido que desembocan en un estribillo bastante comercial. Hay que buscar nuevos oyentes.
En “Constelación Alpha DCI” es Patricia la que lleva la voz cantante en un tema bastante extraño, muy relajado, melancólico y tranquilo. Desde luego, muy curiosa, tanto la letra como el apartado instrumental de la misma.
Tal como adelantábamos, “De la piel del diablo” es otro de los buenos temas del trabajo con un rollo ochentero que tira para atrás, en la onda de grupos como Sangre Azul o Beethoven R. De nuevo, se produce un fenomenal trabajo a las guitarras con unas melodías súper pegadizas que enganchan desde la primera escucha y nos transportan a una época pasada en la que grupos de este estilo abundaban en nuestro país. Fenomenal solo de guitarra hasta el final de la canción que, prácticamente, cierra la misma y que con un estribillo pone punto y final a una sobresaliente canción.
“Ilussia” es la canción más larga del disco con casi ocho minutos de duración. Arranca con una especie de satánica invocación que da paso a la voz prácticamente en solitario de Zeta acompañado únicamente de una bonita armonía de guitarra en acústico para desembocar en el riff principal de la canción. Con una estrofa a medio tiempo y un estribillo muy sinfónico y coral de muy buen gusto. Se trata de un tema complejo pero que es ameno a la vez, no se hace pesado a pesar de sus ocho minutos de duración, más bien todo lo contrario. La canción más completa del disco que, además, goza de la participación de Pilar Jurado cuya voz aporta al tema el toque operístico que le faltaba para cerrar un tema redondo. Muy chulo la parte netamente instrumental hacia la mitad del tema con un apartado progresivo muy trabajado y que queda muy bien.
Mägo de Oz despide su plástico con “Moriré siendo de ti”, una nueva balada que arranca con un piano muy agradable acompañando la voz de Zeta, en primer lugar, y de Patricia después. Un tema muy romántico con unos arreglos apenas perceptibles con la intención de no romper la atmósfera creada por Zeta y Patricia.
Evidentemente, Mägo de Oz ha decidido dejar atrás el pasado y mirar hacia el futuro sin volver la vista atrás, un futuro que será prometedor si la banda sigue realizando trabajos de la calidad y la pulcritud de este “Ilussia”. El pasado de Mägo es grande y glorioso pero no volverá y, como grandes trabajadores que son, han decidido liarse la manta a la cabeza y tirar para adelante. Esperemos verlos pronto en la gira de presentación del disco y corroborar que se encuentran en un gran estado de forma donde realmente son grandes, sobre las tablas. ¡Animó CABRONESS!
Luis de Juan// @SentenciadeJuan
TEMAS:
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Pensatorium
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Melodian
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Abracadabra
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Vuela alto
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Si supieras
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Pasen y beban
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Salvaje
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La viudad de O´Brian
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Cadaveria
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Constelación Alpha D.C.I.
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De la piel del diablo
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Ilussia
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Moriré siendo de ti
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