Ayer hubiese cumplido 85 años el hombre de negro que hizo famoso el country, Rockabilly y que fue un pionero del Rock’n’Roll, Johnny Cash.
David Aresté
Este “Cash, Man in black” ya indica en su propio (sub)título que nos vamos a encontrar en sus páginas “Su propia historia en sus propias palabras”… aunque no es del todo cierto ya que el libro solo llega hasta 1975, pero también es verdad que fueron los años más intensos del de Cleveland.
Comenzando por su infancia el propio Cash nos explica como era la recolecta de algodón que practicaban en su casa, y como admiraba a su hermano mayor Jack que estaba interesado en predicar la palabra de Jesucristo, el por su parte estaba más interesado en las canciones de Gospel que sonaban en la radio cantándolas con una gran retentiva y una gran voz que no se correspondía a la de su edad. Con el paso de los años todo ese interés en la música fue a más… hasta probar suerte para la grabación de sus primeros sencillos en un estudio de Memphis llamados Sun Records, regentados por Sam Phillips y que ya descubrió a un tal Elvis Presley unos años atrás. Tras varios rechazos, finalmente Sam accede a grabar sus primeros discos consiguiendo un notable éxito llegando a debutar en el Louisiana Hayride y en el Grand Ole Opry por donde ya pasó Elvis.
En 1956 como artista ya del sello y ayudando a otro como era Carl Perkins, estaban grabando un tema de Perkins llamado “Blue Suede Shoes” cuando en ese momento (ya saboreando el precio de la fama) Elvis hizo una visita al estudio, y con Sam Phillips presentando a un tal Jerry Lee Lewis… se produjo un momento para la historia donde los cuatro comenzaron a improvisar con algunos temas quedando en la grabación (también improvisada) del Million Dollar Quartet.
Era muy dificil aguantar los conciertos, las giras y el éxito así que hicieron aparición las drogas como método alternativo para aguantar toda esa presión, Cash los llamaba demonios que aunque le hicieran mal le ayudaban a llevar su día a día. Siguió la fama y Johnny Cash fichó por Columbia Records en 1958, eso implicó más éxito, más tensión y más drogas para aguantar volviendo más frágil y decrépito a una figura tan emblemática como la de Cash.Todo eso se iba transformar en cancelaciones que llegaron en 1960 por laringitis y que Roger Miller un amigo de Johnny haría algunas por él; aquello fue a más y tuvo que desaparecer de la escena para recuperarse y volver a ser el cantante aseñado y correcto que era cuando empezó… los cambios de humor y personlidad le hicieron hacer cosas ilógicas y salvajes que casi le hacen perder la vida, pero como siempre le decía su madre tenía una protección divina que le salvaba de todo.
En este impass se refugió en la palabra de Jesucristo y en June Carter, que siempre estuvo ayudándole en parar su ingesta desproporcionada de pastillas. Johnny y June coincidieron muchas veces en conciertos de country donde compartían escenario en un mismo cartel, entablaron amistad y llegaron a casarse siendo el segundo matrimonio de Cash. Ya en el año 67 vuelve a los escenarios ayudado por June como decíamos y por su amigo Carl Perkins que pasó por lo mismo que él pero con la bebida… En todos esos años en su peor época, le hacía preguntarse cosas sobre sus raíces, la muerte o la religión. Hubo espacio para la denuncia social y la preocupación de los más desfavorecidos como eran los presos, otorgándoles otro capítulo importante en su historia como los directos grabados en prisiones destacando el de Folsom.
Tras estos acontecimientos, la estabilidad vuelve a la vida de Cash y el libro ya pasa a una linealidad que al fin y al cabo no deja de ser lo que le pasó a él… conciertos con June, un viaje a Israel para preparar su disco “Holy Land” y lo que más nos sorprendió en las últimas páginas: una película protagonizada por el propio Cash sobre Jesucristo llamada “Gospel Road”. Él siempre dijo que su mensaje iba a través de su música y es lo que hizo durante toda su vida. Como final emotivo, dedica el libro a Ezra Carter, padre de su mujer y que le ayudó durante toda su vida en muchos aspectos de su carrera.
Lectura más que recomendada sobre uno de los pilares de la música que nos interesa y amamos tanto, respetamos al máximo esta constelación de astros del rock que nos ha dejado tanto. Feliz cumpleaños Johnny.
David Aresté