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Marc Milà, autor de «Judas Priest. Dioses del metal»

 

   

M.S.: Hola Marc, gracias por tu tiempo. Comentarte que eres el primer autor de libros que entrevistamos en nuestra nueva sección, así que es un placer tenerte por aquí, ¿qué tal estás?

M.M: Muy bien, gracias. Encantado de responder a vuestras preguntas y muy honrado porque contéis con esta entrevista para inaugurar vuestra nueva sección.

M.S.: La primera clara y en bandeja: ¿por qué Judas Priest? ¿Qué tienen ellos que no tengan otras grandes bandas como Metallica, Iron Maiden, Scorpions…?

M.M: No recuerdo ahora quién fue quien dijo que cuando descubres los motivos por los que te gusta alguna manifestación artística, automáticamente deja de interesarte. ¿Por qué Judas Priest? ¿Qué tienen ellos que no tengan los demás? Me resulta difícil explicarlo. Quizá -y aunque sea muy obvio- por todo, pero principal y evidentemente por sus canciones. El impacto que me supuso con diez años llegar a mi casa con la cinta de cassette de British Steel y escuchar las primeras notas de «Breaking The Law», fue tan grande que me marcó para siempre, como creo que lo habría hecho con cualquiera. Si además, meses más tarde estrenan en televisión el video de «Freewheel Burning», en donde la banda se presenta con toda la imaginería del metal llevada al grado sumo, tal vez se obtenga la respuesta a tanta devoción.

M.S.: Según la contraportada del libro “juras y perjuras” que es el primer libro que escribes pero que también será el último. ¿Por qué? ¿No hay otro grupo que merezca semejante esfuerzo?

M.M: Como también explico en la contraportada no soy escritor ni periodista, ni tampoco me dedico profesionalmente a nada que tenga relación con este mundo. Mi trabajo no tiene en absoluto nada que ver con las letras y ponerse a escribir requiere de muchas horas de las que, a causa de la actividad laboral que me da de comer, no dispongo. Crear esta obra ha sido un hobby que se ha venido desarrollando a lo largo de muchísimos años. Los dioses del metal está concebido como el tributo que rindo a la banda a la que admiro y que con su música me ha acompañado, y todavía lo hace ahora, a lo largo de las diferentes etapas de mi vida. Los músicos hacen versiones de las canciones de Judas Priest porque les gusta el grupo, yo, sencillamente, he escrito un libro. Además, y a riesgo de parecer pedante, no creo que jamás pueda llegar a acumular tanto conocimiento de otro grupo como el que tengo de los Apóstoles de la fe metálica.

M.S.: ¿Has tenido la oportunidad de conocer a los miembros de Judas en persona? ¿Has podido intercambiar alguna palabra con ellos?

M.M: Bueno, más que conocerles, estuve con ellos y una veintena más de personas en el meet & greet que organizó la revista Metal Hammer en el Pavelló Olímpic de la Vall d’Hebron cuando presentaron Jugulator. Estaba tan alucinado que apenas articulé palabra, el simple hecho de tenerlos delante ya era suficiente. Todos me parecieron unas personas muy afables y cercanas, y para nada afectadas por los tópicos de la fama y el éxito. Recuerdo que fuera del pabellón había unas cien personas esperándoles. Cuando salieron y se dirigieron hacia el autocar, lo hicieron sin que les acompañara nadie de seguridad, parándose a firmar autógrafos y a hacerse fotografías con todo aquel que se lo pedía (¡hasta hubo padres que llevaron a sus hijos recién nacidos para que Glenn o K.K. los cogieran en brazos y poder inmortalizar la imagen!). Todo el grupo, pero en especial Ripper, estaba flipando con el ambiente, creo que ni ellos se habrían imaginado que aquello pudiese ser cierto.

M.S.: ¿Conocen la existencia del libro? Si es así, ¿qué opinan de él? Y si no saben de su existencia, ¿vas a buscar la forma de hacérselo saber?

M.M: Que yo sepa, el grupo no tiene conocimiento de la aparición del libro ya que con la editorial decidimos no hacérselo saber para evitar posibles problemas legales.

Por norma general, los miembros de Judas Priest no quieren tener ningún tipo de relación con nada en lo que ellos no hayan tenido el control absoluto a lo largo de todo su proceso. De una manera u otra, así me lo dio a entender su mánager, Jayne Andrews, cuando hace tiempo quise ponerme en contacto con ellos. Además, el ejemplo más reciente lo tenemos con el libro de Neil Daniels Judas Priest – Defenders Of The Faith, donde en sus páginas el autor reproduce el e-mail de respuesta de la oficina de management del grupo, en el que más o
menos le contestan esto mismo que acabo de explicar.

M.S.: ¿En qué momento dejas de ser un seguidor más del grupo y decides convertirte en su biógrafo? ¿Hubo algún hecho determinante?

M.M: La verdad es que todo empezó un poco a modo de terapia: la gente ya estaba harta de escucharme hablar siempre del grupo y de sus gestas y como tampoco quería perder a mis amistades, decidí escribir todo aquello que sabía de la banda. Esta idea surge alrededor del año 1992 o 1993, y aunque por la época también tuvo lugar la deserción de Rob, no fue ése el factor que me llevó a elaborar la biografía.

M.S.: ¿Quizá fue cuando hubo el reemplazo de Ripper Owens por Halford? ¿Qué pensaste en aquel momento? ¿Era el sustituto ideal?

M.M: La marcha de Halford y la posterior llegada de Owens pienso que fue uno de los momentos más delicados de la historia de la banda y es por eso que es una de las partes del libro donde hay mayor profusión de datos.

No puedo negar que cuando se anunció el fichaje de Ripper me sentí feliz, porque eso quería decir que los fans podríamos volver a disfrutar de la música de Judas Priest tanto en estudio como en directo. Cuando escuché su voz en Jugulator se disiparon todas las dudas sobre si habían acertado o no con el recambio.

Aunque mucha gente siempre ha criticado su falta de carisma sobre el escenario, pienso que Ripper es un vocalista estratosférico, las giras protagonizadas por él, insuperables y en sus shows he disfrutado como nunca. Los elepés de estudio editados en esos años fueron, como marca la tradición de Judas Priest, fruto de su constante evolución y del interés por no perder comba, tomando elementos de las diferentes corrientes que en aquel momento estaban en boga y adaptándolas a su personal estilo. Muchas veces, correr este riesgo lleva implícito el hecho de equivocarse.

M.S.: Y luego tenemos la vuelta de Halford. ¿Crees que era algo necesario o te pareció más un posible movimiento de marketing? No olvidemos que en la gira del “Demolition” no consiguió congregar en la sala Razzmatazz de Barcelona más de 1.500 personas y en la gira de reunión en el Pavelló Olímpic de Badalona tocaron frente a 10.000.

M.M: Quiero pensar que, sin olvidar la importancia económica que entrañó dicha operación, la reunión se produjo cuando ellos ya habían restablecido auténticamente su amistad, tras largos años intercambiándose reproches. También es cierto que la carrera de los Sacerdotes estaba, y está, más cerca de su fin que no de sus primeros verdores, con lo cual es lógico pensar que sea Rob quien ocupe el puesto de cantante llegado ese momento.

Respecto a las pobres ventas de Demolition y a la escasa asistencia de público a sus conciertos durante esa época, tal vez encontremos la razón en que tanto en este trabajo como en su anterior Jugulator sus propuestas no acababan de casar con los gustos de los seguidores clásicos de Priest; pero nunca fue culpa de Ripper: él únicamente se limitó a cantar -y cabe decir que fantásticamente bien- aquello que componían Tipton y Downing.

M.S.: Aunque no es el tema que nos ocupa, pero entrando un poco más en lo musical, ¿qué te parece que el nuevo disco de Judas Priest sea conceptual? Bien porque después de tantos años siguen evolucionando; o mal porque no les pega un estilo tan “épico”?

M.M: Sacar un trabajo conceptual en el mundo del metal es todo menos original y más si se trata de un personaje tan manido como Nostradamus. Pero lo que también es cierto es que dentro del espectro de los Defensores de la Fe es algo totalmente novedoso, ya que se trata de la primera vez que lo hacen y supongo que el reto de crear una obra que concatene uno tras otro los momentos más significativos y claves de la vida de este visionario para relatarla -huyendo de referirse a sus trilladas profecías y predicciones- ha sido la motivación que les ha llevado a involucrarse en este proyecto, la simple idea de ir más allá de sus experiencias musicales anteriores.

En Nostradamus han decidido evolucionar añadiendo, como tú muy bien dices,  elementos épicos y grandilocuentes que no encontrábamos antaño en sus composiciones, ampliando su espectro musical sin que esto les lleve a perder sus rasgos propios de identidad. Estos repentinos virajes son lo que les hace ser grandes: quizá sea esta imprevisibilidad, este no ceñirse a su propio esquema lo que convierte cada obra en algo único.

Creo que este nuevo trabajo no entra a la primera escucha, ya que los temas son mucho más largos y menos directos que de costumbre, además de contener muchos desarrollos acústicos y de teclados. Pero, por otro lado, creo que estamos ante un disco preciosista al que le vas descubriendo diferentes detalles tras cada escucha y en donde destacan temas que pasarán a convertirse en nuevos favoritos.  

Lo que si está claro es que no va a dejar a nadie indiferente y que será idolatrado y defenestrado a partes iguales. Por mi parte, únicamente puedo darles mi aprobación, pienso que se trata de una compilación de excelentes canciones, que marcarán un nuevo hito en su carrera.

M.S.: Supongo que estarás implicado dentro de la escena “metálica” actual, ¿nos podrías decir que grupos escuchas a día de hoy de este género o algún concierto al que hayas ido?

M.M: La verdad es que mis gustos han variado muy poco a lo largo de los años y el grueso de grupos que escucho continúa estando compuesto por los que eclosionaron a principios de los ochenta. Esto no quiere decir que no haya ido incrementando mi lista con grupos con Helloween, Rage y Megadeth o posteriormente Gamma Ray, Primal Fear, Hammerfall y Edguy. Tampoco quiere decir que me cierre en banda a un estilo concreto: también escucho  Bonfire,  Poison, White Lion o Children Of Bodom.

Los últimos conciertos a los que he ido han sido a los de 80’s Dreamers (www.80sdreamers.com), un grupo de Barcelona que hace covers de bandas de metal de los ochenta. Si podéis, no os perdáis sus directos.

M.S.: ¿Cuánto tiempo tardaste en recopilar toda la información? ¿Y luego en escribir el libro? ¿Encontraste alguna dificultad a la hora de conseguir los consentimientos para publicar
cierto material?

M.M: Como ya he dicho antes, todo empezó siendo simplemente un hobby. Poco a poco iba recopilando todas las noticias y entrevistas que aparecían en las publicaciones especializadas (evidentemente a esta ardua tarea me ayudaban los familiares, amigos y conocidos que sabiendo de mi "enfermedad" me hacían llegar todo lo que caía en sus manos referido a los Dioses del metal), y así fui haciéndome con una cantidad considerable de información que decidí convertir en algo parecido a un libro durante 1993.

A lo largo de esos años, "el libro" era el entretenimiento al que le dedicaba buena parte de los períodos vacacionales, y a esta búsqueda de datos se unió un nuevo aliado: Internet y, fundido a este fenómeno, las brutales páginas de los auténticos fans de Priest diseminados por todo el planeta. Este proceso de trabajo fue desarrollándose así hasta la vuelta de Rob a Judas Priest en julio de 2003, momento que creí suficientemente significativo para dar por acabada esta obra. Desde ese momento y hasta junio de 2007 todo quedó en un documento de Word. Finalmente, a principios de octubre de ese mismo año, y tras haber contactado con Quarentena Ediciones, decido traducir el libro al castellano (el texto original está escrito en catalán) y en ese proceso darle los últimos retoques y ampliarlo considerablemente, para entregárselo a Pere Homs, el editor, en febrero de este 2008.

Respecto al consentimiento por parte de sus autores de publicar las fotografías aparecidas en el pliego central y en la portada, todos ellos se mostraron totalmente dispuestos a cedérmelas, lo que para mí ha sido todo un honor. Las de la agencia ForSe son de los fotógrafos que trabajan con la editorial; las de Mariano Muniesa son una cesión para este uso a Quarentena Ed., con quienes acaba de publicar la biografía de Led Zeppelin titulada El poder de la  pasión y la magia; Laura es mi mujer (y me las está cobrando en especias, ja, ja…). Con Hood, Petersen, Messina y Dassy contacté a través de e-mail y todos ellos resultaron personas muy amables.

Las fotografías que aparecen firmadas como “colección privada del autor” son aquellas que he ido adquiriendo a lo largo de los años, pero que, lamentablemente, quienes me las han facilitado no ha sabido decirme quiénes eran sus autores.

M.S.: Entrando un poco más de lleno en tu experiencia como escritor, ¿por qué decidiste escribir en presente? ¿Qué tipo de ritmo intentabas darle a la obra?

M.M: Decidí hacerlo así para que cuando se leyera resultara más fácil transportarse a las diferentes épocas y se pudieran vivir más intensamente aquellos momentos.

M.S: Ahora se llevan más los libros de autoayuda, de la Familia Real Española o explicando las intimidades de algunos famosos…. A nivel del mercado más general, ¿qué pretendes enseñarnos con este libro de Judas Priest? Supongo que estarás de acuerdo en que, por desgracia, están más en boga los primeros que cualquier otro género, dejándolos así un poco de lado, ¿verdad?

M.M: Evidentemente estoy totalmente de acuerdo con lo que comentas, pero si te digo la verdad, no me he planteado dónde ni cómo se puede ubicar este trabajo dentro del actual panorama editorial. Únicamente es una muestra de idolatría hacia el grupo -bajo mi humilde punto de vista- más grande de todos los tiempos. Si además la obra se va vendiendo, la gente disfruta de su lectura y valora el trabajo y el esfuerzo que hay detrás de ella, la satisfacción que siento no puede ser mayor. 

M.S.: Y una pegunta que no puedo dejar de hacerte porque ha sido algo que me ha llamado la atención a lo largo de toda la lectura. En un libro en el que de forma recurrente aparecen los nombres de los países y ciudades por los que pasaron Judas, ¿por qué “Estado español” y no “España”?

M.M: Es un término que creo que engloba mejor las diferentes sensibilidades y realidades nacionales, sin que tenga ninguna otra segunda lectura. Es sencillamente sentirse más a gusto con una opción que con la otra. Es algo parecido a lo que pasa con el hecho de hablar del grupo como Judas Priest, Priest, Dioses del metal, Sacerdotes o Defensores de la fe en lugar de hacerlo como Judas a secas.

M.S: Por nuestra parte ya hemos acabado, agradecerte de nuevo tu tiempo y si quieres decir algo que no se haya dicho, este el momento. Gracias una vez más y ¡suerte!

M.M: Muchísimas gracias a todos los que formáis Metal Symphony por concederme esta entrevista con la que sin lugar a dudas me ofrecéis la posibilidad de dar a conocer el trabajo de toda una vida a los visitantes de vuestra fantástica web.

No querría despedirme sin antes decir que todos los beneficios derivados de los derechos de autor de Judas Priest – Los dioses del metal los donaré a la obra social de la fundación de una conocida clínica oftalmológica de Barcelona.

Lo dicho, muchas gracias y a seguir en la brecha.

Rosa Ibanez / David Aresté
Fotos directo: Stuart MacDonald

ENLACES RELACIONADOS:

Novedades literarias: Judas Priest . Dioses del metal // Quarentena Ediciones
KobetaSonik ’08- 20 de Junio (IV) – Kobetamendi ( Bilbao )

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