Pasadas las siete de la tarde y con una Riviera que empezaba a notar el calor del público asistente, saltan a escena Krokodil como primer aperitivo de la mastodóntica noche que estábamos ansiosos por vivir. Desconocidos para la mayoría de los presentes, incluso pudimos escuchar voces; “¿Quiénes sois?”. Krokodil, consiste en la reunión de gente que ha militado en formaciones como Sikth, Cry For Silence, Gallows and Hexes.
Procedentes de UK, y con su primer plástico en la calle recientemente a través de Spinefarm/Universal, Krokodil interpretaron con furia, dinamismo y muchas ganas temas procedentes de su ‘Nachash’, trabajo que aúna pesadez, abrasividad, y la furia del hardcore, más que patente en el estilo vocal de Simon Wright.
Literalmente Krokodil nos escupieron esa noche a la cara sus temas. Y digo “literalmente”, porque estuvimos justo debajo del cantante mientras se desgañitaba. El señor Wright, se dejó la piel esa noche, y la garganta. Este tipo es 100% actitud y dinamismo sobre las tablas, no paró de moverse, saltar y correr ni un segundo. Lo dio todo, a nivel vocal también, forzando al máximo sus cuerdas, tanto que en ocasiones su voz sonó quebrada, y por segundos desafinada.
No es que se vayan a convertir en nuestra banda favorita, pero hay que reconocer el buen trabajo en directo que hicieron y la actitud del vocalista (que en ocasiones no conectaba con la energía más apagada del resto de la banda). Sin más finalizaron su actuación y parón general, gente de aquí a allá en las barras, buscando un buen hueco para más tarde, saliendo a fumar… Mientras, sobre el escenario, recogían a toda prisa instrumentos y hacían los cambios pertinentes para la entrada en escena de la segunda banda de la noche.
Big Business a escena, con su stoner/sludge metal procedente de Seattle. Sólo dos músicos en el escenario, lo que nos sorprendió, ya que teníamos entendido que eran trío. Incluso en la última formación conocida de la banda, sumaron otro guitarrista. Sea como fuere, dos sobre el escenario; Jared Warren al bajo y Coady Willis a la batería. Ambos alternando o compartiendo voces.
Formados en 2004, han editado 4 discos “Head for the Shallow” (2004), “Here Come the Waterworks” (2007), “Mind the Drift” (2009) y “Battlefields Forever” (2013). Muy influenciados por el sonido de bandas como Melvins (no en vano, pues estos dos caballeros son la base rítmica de Melvins desde 2006) o Mastodon, la pegada de su sonido no dejó indiferente a nadie. ¡Vaya si hicieron ruido!. ¡Impresionantes!
Con la presencia de la batería como protagonista absoluta, centrada sobre el escenario y cerca del público, ¡dieron un espectáculo de órdago!. Nos dejaron con la boca abierta a más de uno con su espectacular directo, y particularmente, con el increíble manejo de las baquetas de Willis. Limpio, enérgico, preciso, ACOJONANTE. Maestría y pegada que captó toda nuestra atención.
La reacción del público no se hizo esperar más que los primeros temas. Todo el mundo pudo percatarse de que estaban presenciando algo realmente bueno, y la respuesta llegó en forma de vítores, aplausos y atención absoluta a lo que estaba ocurriendo arriba. Y no era para menos, la gente dejaba la charla para prestar toda su atención a semejante despilfarro de buen hacer. Si no fuera porque después Mastodon hicieron también de las suyas, de forma impecable, y eran los reyes absolutos de la noche, nos íbamos a quedar con Big Business como grandes triunfadores. Ahí es nada, señores… Préstenle especial atención.
Nos han dado las nueve de la noche, La Riviera acoge un buen número de seguidores de los de Atlanta y espera expectante su salida. Suena la introducción de la potente ‘Tread Lightly’, y Mastodon se hacen con el escenario con un gran recibimiento por parte del público.
La banda presenta su último trabajo de estudio, y esto se hace patente en la siguiente hora y media en la que pudimos disfrutar de hasta ocho temas de “Once More ‘Round the Sun”. Las críticas del disco han sido disonantes, para todos los gustos. Pero está claro que los allí presentes coreaban los nuevos temas, prueba de que la aceptación general ha sido buena, incluso ha podido sumar nuevo público a los ya incondicionales fans de la banda.
Giro en el estilo de los norteamericanos que gozamos con temas como ‘The Motherload’ y su estribillo a lo Foo Fighters, ‘High Road’ o ‘Aunt Lisa’, coreables y adictivos al máximo. Entre los nuevos temas, iban serpenteando éxitos de toda su carrera que el cuarteto había seleccionado, y que inteligentemente regaban el set list desatando en el público un crescendo emocional.
‘Blasteroid’ y su magistral entramado de cambios rítmicos, y seguidamente ‘Oblivion’ de la que servidora pudo disfrutar plenamente, una vez acabado el turno de fotografía, buscando un sitio oscuro, alejado del tumulto y más despejado para absorber cada detalle, a solas, observar la reacción del público, y dejar que cada nota recorriera mi espalda.
A ratos encendido, a ratos absorto, el público va cambiando su actitud dependiendo de lo que va sonando. Y es que los nuevos temas incitan de lo lindo a saltar, corear y crean un ambiente festivo muy adecuado para el directo. Pero cuando llega el turno de temas como ‘Ol’e Nessie’ o ‘Aqua Dementia’ la gente quedaba fascinada y apenas se movía.
Una montaña rusa de emociones lo que estábamos viviendo y que veíamos reflejado en la marea, en las manos alzadas de las primeras filas. Cambié de ubicación varias veces, para comprobar que la acústica era buena desde todos los ángulos. Aunque noté, quizás, mejoría en la parte derecha de la sala desde la perspectiva del público, el sonido era excelente.
Recta final apoteósica llegando hasta los dieciocho temas interpretados. La gravedad de ‘Black Tongue’ dio paso a las progresiones de ‘Megalodon’ y ‘Cristal Skull’, más tarde, cabalgada heavy-metal en toda regla incluida. Gozada y locura desatada a estas alturas de la noche. A pesar de que la banda no es especialmente comunicativa con el público, recibían un feed back masivo.
Del tirón, sin despedidas y vueltas al escenario, totalmente innecesarias. Evitando forzados ruegos para volver a escena, tal y como suelen hacer todas las bandas para cerrar, con temas que ya están previamente definidos como bises… Suena, para culminar la noche; ‘Blood & Thunder’. ¡Carajo! ¡La sala se viene abajo de un momento a otro!.
Bonita despedida por parte de Brann Dailor que baja de la batería para regodearse prolongadamente en sus agradecimientos, simpático, conectando con el público. Tiene un sentido recuerdo para Isaiah "Ikey" Owens, recientemente fallecido.
El resto de la banda hace minutos que abandonaron el escenario, pero Brann, reitera de corazón sus agradecimientos, lo que nos provoca una dulce sensación, mientras suena ‘Pendulous Skin’ del álbum “Blood Mountain” tema en el cual Ikey Owens grabó los teclados.
El balance, muy positivo. Buen sonido, buena asistencia y respuesta del público, excelente ejecución, enormes temas, buena puesta en escena… En definitiva, una gran noche de Rock.
Texto y Fotos: Susana González
Setlist de Mastodon:
Tread Lightly
Once More ‘Round the Sun
Blasteroid
Oblivion
The Motherload
Chimes at Midnight
High Road
Aqua Dementia
Ol’e Nessie
Halloween
Aunt Lisa
Divinations
Bladecatcher
Black Tongue
Ember City
Megalodon
Crystal Skull
Blood and Thunder