Pero aún así nos acercamos a ver que daba de si y a ver que nos ofrecía la tan anunciada gira de despedida de Metalium de los escenarios. Además para los organizadores, suponía su primer concierto con un grupo internacional, algo que a ellos mismos les estaba siendo muy gratificante por lo que puede significar sobre todo de cara a un futuro y de cara a traer a más grupos. Ya son varios los conciertos que se han celebrado bajo el auspicio de la Asociación Juvenil Martillo de Thor con diferente resultado, pero con gran ilusión.
Pero la noche debía empezar y lo hizo con Ariday, un grupo zaragozano con una vocalista entre sus filas y que además es mexicana. Algo exótico sin duda, además por lo que decía, esta es la segunda parte de la gira, una gira que les ha llevado por México además. La actuación fue con poco público, como suele ser normal en el caso de los teloneros, y más teniendo en cuenta que al final la sala no se llenó.
Pese salir con un ligero retraso, su actuación fue un poco irregular, y más bien discreta, presentando temas de un primer disco titulado “Cruda realidad” que estaba a la venta en la zona de merchandising. Un total de algo más de media hora estuvieron sobre el escenario, para un total de 7 temas entre los que estaban ”Quiero salvar”, “Yo no tengo miedo” o “Perdóname”. No disfrutaron de un sonido muy bueno durante el concierto, y al final pasaron con discreción sobre el escenario, ya que por lo que fuere no acabaron de cuajar por completo. Su rock metal no conectó como se esperaba con los allí presentes.
Tras un breve descanso para acercarnos a tomar algo, salieron a escena Hypnoside. Esta banda barcelonesa que canta en inglés, tampoco disfrutó de un sonido por parte de los técnicos de lo más adecuado, aún así con ganas y entrega solventaron la papeleta. Su metal basado en la potencia de la voz de Héctor, así como su presencia en el escenario, hicieron que la gente se interesara por ellos. Parecía como que al ser un tanto desconocidos por la zona, la gente no estaba animada.
Ellos lo suplieron con ganas de demostrar que su tour “45 minutes” está acabando ya que según dijeron, estaban inmersos en la grabación del siguiente album. Me llamó la atención la Jackson que lucía su guitarrista, y que alternó con otra, una blanca y otra negra. Pero centrándonos en el aspecto musical, sonaron temas como “Requiem”, “Prisioner 666” del próximo album”, “Reborn”, así como una versión de Megadeth muy coreada por la gente, “Symphony of Destruction”. Tras 8 temas dieron por concluido el concierto y dejaron paso a los técnicos para cambiar el escenario de cara a Metalium.
Durante ese interludio entre Hypnoside y Metalium, salieron al escenario algunos de los miembros de Martillo de Thor, así como de MPR Produktions para dirigirse al respetable. Los chavales quisieron agradecer la presencia de la gente en los conciertos que llevan haciendo este año y recordar que van a cumplir un año como Asociación, haciendo un pequeño balance de lo que está siendo este año. Finalmente con un ligero retraso que se mantuvo hasta el final, tocaba el turno de Metalium. Esta banda que tras 13 años decidía poner el punto y final a una dilatada carrera y que tuvo como mayor éxito su primer disco, salía con timidez al escenario.
La sala no se llenó, quizás el que al día siguiente tocaran en una localidad tan cercana a Miranda de Ebro, como es Donosti, a sólo 2 horas en coche, quizás restó gente a uno y a otro concierto. Aún así unos 400 fans de este grupo de power metal germano se acercaron a disfrutar de su despedida de los escenarios.
Comenzaron con “Fight”, una canción que ya daba a entender lo que íbamos a disfrutar durante el resto de la noche. El sonido estaba muy alto, y así se mantuvo durante todo el concierto, algo que al final nos pasó factura en los oídos. También destacar el bajo tan curioso que exhibía Lars Ratz el bajista. Además su guitarrista Tolo Grimalt se dirigió en varias ocasiones al público en un más que correcto castellano, aunque eso si presentado por Lars Ratz, El caso es que se les vió con ganas de disfrutar del concierto, y empezaron con gran intensidad, tanto que se rompió una cuerda del bajo en la segunda canción y estuvieron parte de la misma sin ese sonido, aunque lo suplieron con dignidad. Una vez solventado el problema continuaron con un Henning Basse a la voz increíble.
Sus giros vocales y su presencia en el escenario estaban a la altura de la noche. También me llamó la atención de la disposición de los músicos en el escenario, ya que de izquierda a derecha iban aumentando en altura hasta llegar a Mathias Lange, que es el más grande de todos y se le nota.
Se salían del escenario para acercarse la gente a la mínima, en especial el bajista, ya que quería sentir al público de cerca, y no paró en todo el rato.
“Crossroad Overload”, “Paintcross in the night”, temas de ayer y de hoy, de siempre que iban cayendo con una sensación agridulce, ya que la interpretación de los mismos era más que notable, pero a la vez cada minuto que se pasaba, se notaba el final más cerca. “Spirits “ y su velocidad también sonaron, “Eye of the Storm”, presentada por Tolo Grimalt, para continuar con “Lonely” y “Rasputin”, referente a ese monje ruso.
Tras ella, y como estamos en el año del fallecimiento de Dio, no podían ser menos y dedicarle una canción a esta gran voz que ha hecho que el heavy metal esté donde está. “Stargazer” de Rainbow sonó por los amplificadores. Un tema difícil, pero que Metalium supieron ponerlo a la altura de las circunstancias y que fue muy aplaudido.
Por supuesto que sonó el tema “Metalians”, canción que dedicaron a todos los presentes para tan emotivo concierto para ellos.
Con esta canción se retiraron a tomar un poco de aire, por que estaba claro que no podían abandonar el escenario tan pronto, tan sólo una hora y veinte después de haber comenzado a tocar y que se nos pasó como un suspiro, debido a como lo estábamos disfrutando.
Tras el regreso, y dedicar los bises a los roadies que les han acompañado en esta gira final, salieron con “Free Forever”,. Y para poner el colofón a esta noche de metal, sonó el gran clásico “Smoke on the Water” de Deep Purple, hecho al estilo de Metalium, que personalmente me gustó mucho como sonó.
Y ya no hubo más. Los 5 se juntaron en el escenario para agradecer al público su asistencia, alzando las manos en alto. Una vez concluido el saludo a los presentes, y con el consiguiente reparto de púas para los que tuvieron la ocasión de acercarse a la primera fila, salieron a saludar a la gente y a charlar con ellos, ya fuera del escenario y con las luces encendidas.
No pasarán a la historia como el mejor grupo de power metal, pero si que por lo menos podemos estar satisfechos de su legado y de haber vivido un concierto especial que se tiene pocas ocasiones de ver.Agradecer a Martillo de Thor y a Charly de MPR Producktions, las facilidades que nos dieron para disfrutar de esta noche.
Texto y Fotos: Silvia López