16 de Julio 2009 – Moondance lo ha logrado otra vez. El festival de rock de Minnesota es una buena forma de escaparse en verano y que lucha por complacer a sus asistentes ofreciéndoles una atmósfera de diversión segura en la que experimentar actuaciones en vivo de algunas de las mejores formaciones del planeta. Con un inicio de fiesta que ofrecia a Journey, Sheryl Crow, Kansas, Foghat, y Shooting Star, todo en el mismo escenario, quién podría declinar un viaje a Walker incluso aunque el tiempo no acompañara. EL día empezó con la gradual llegada de los fans y la consecuente excitación. A parte de algunos rayos de sol, la regla general era cielo nublado, mientras las temperaturas oscilaban en los 60 (Fahrenheit; unos 15.5 grados Celsius) y el viento soplaba de continuo. Sin duda era momento de ponerse algo de ropa para el frio que se avecinaba a la tarde.
Shooting Star tomaron el escenario a las 3:00, y rapidamente se convirtieron en unos de los favoritos del público y una de las sorpresas del día. Con un refinado arsenal de canciones y dejando un setlist muy ajustado con increíble energia, el grupo es una gema oculta en un mundo de rock clásico. La banda se formó en 1979 y se encontraron un moderado éxito en las listas en sus primeros años. A pesar de que nunca fueron muy conocidos por el gran público, han mantenido su música viva y dándoles todo su sonido a temas como “Last Chance” y “Tonight”. El vocalista Ronnie Platt cubrió unas agudísimas notas con gran acierto, fácilmente y con claridad, a la vez que el guitarrista Van McLain y la violinista Janet Jameson se batieron en un duelo sobre las tablas a base de notas freneticas. Los violines nos son algo que precisamente esperas ver en un concierto de rock, pero la habilidad de Jameson y su entusiasmo lo convirtieron en un muy buen acierto. Horas más tarde, el violinista de Kansas crearía la actuación de 2 actos con violonistas en la misma noche. La admisión general en el foso al frente del escenario estaba ligeramente concurrido en la primera canción de la formación, pero al final del setlist ese no era el caso.
Foghat llegaron a la tarima con la particularidad de ser precedidos y seguidos por bandas con violinistas en sus filas. Mientras el cuarteto conocido por “Slow Ride” no tenía acompañamiento de violines, sonaron tan perfectos como en años anteriores, lo cual es un gran logro. El batería Roger Earl es el único integrante que queda de la formación clásica de Foghat, y hoy en día lidera el grupo con vigor y energía. Aunque los años pasados ya no volverán desde que dos miembros de la formación original murieron en la última década, la diversa grabación y la experiencia de las giras del vocalista Charlie Huhn y el guitarrista Bryan Basset contribuyen a un nuevo y diverso sonido. Huhn canta con un estilo muy personal a la vez que mantiene la integridad de los clásicos del grupo, lo cuál hace que la banda siga viva a la vez que el 40 aniversario se aproxima.
Cuando se acercaba el final de su hora de actuación, se oían las primeras ovaciones pidiendo “Slow Ride”, pero primero llegó “Fool for the City”. Ambas canciones han estado en constante rotación en radios de rock desde que vieron la luz, asi que con el sonido de las versiones originales muy presentes en las mentes de los asistentes puede ser un poco preocupante recrearlo en directo. Afortunadamente la formación se ha ganado la aprobación del público del Moondance Jam, y las ovaciones se dejaron oír hasta las últimas notas del Slow Ride.
Un trio de triunfadores de los 70 acabaron con Kansas, un grupo que ha permanecido fiel a su formación y han conservado una fuerte legión de fans. Con unas potentes guitarras, cuerdas, voces y ritmos, Kansas ofrecieron un set lleno de hits. Gracias a la fina voz de Steve Walsh y el impecable trabajo instrumental, “Carry on My Wayward Son” y “Dust in the Wind” sonaron muy similares a las versiones de estudio que se grabaron hace unas 3 décadas. Constantemente de gira por el mundo, Kansas es una apuesta segura en directo.
Sheryl Crow fue en principio invitada como telonera de los actos vespertinos, Pero al haber firmado Journey, ella obtuvo el hueco de las 9:00. Los gritos eran ensordecedores para la sensación del country-rock, y ella pareció en escena con su banda habitual de apoyo tocando de primeras el éxito “Change“. Con un aforo estimado de unos 18,000 asistentes, no quedaba mucho espacio para pasear a la vez que la gente se agolpaba.
Aunque Crow pueda parecer que no encaja con el perfil de artistas que tocan en Moondance, sus gustos y acercamientos musicales a gente de la talla de Mick Jagger o Eric Clapton junto con su sensibilidad en el escenario la hicieron perfecta para el evento. La tarde era fría, y la lista de canciones se servía de canciones esperadas y algunas sorpresas. Desafortunada e irónicamente para Sheryl y el público presente, la lluvia empezó a caer en cuanto sonaba “Soak Up the Sun“, uno de sus éxitos en su extenso catálogo. Una versión de Led Zeppelin, “Rock and Roll”, fue escogida como la canción final, que quizá encajaba perfectamente en la atmósfera del festival.
No hay mejor sensación que la de esperar con anticipación a que un grupo como Journey saltaran a las tablas, especialmente sabiendo que estas a punto de ver el primer concierto de una gira muy amplia. Tan pronto como Sheryl Crow terminó su directo, la espera comenzó, pero no duró mucho puesto que rápido saltaron al escenario los miembros de la sensacional banda de rock y comenzaron con la melodía de “Separate Ways”. Muchas cosas han cambiado en el grupo desde 2005 cuando hicieron su última aparición en Walker. Sus componentes han conseguido de alguna forma parecer más jóvenes, y con la incorporación del cantante Arnel Pineda, el elemento de juventud de Journey queda reinstaurado. El setlist de la banda consistía casi exclusivamente de cada éxito que se puede encontrar a lo largo de las últimas décadas, junto con algunas rarezas en directo, incluyendo el “One More” de el Trial By Fire de 1996. En vez de anclarse en una fórmula dada, los hits han sido reformados para la gira del próximo año y han cobrado nueva vida. Hay una nueva parte vocal en “Don’t Stop Believin’”, partes instrumentales extendidas en “Wheel in the Sky“, y “Stone in Love” tiene más partes de solo de guitarra de las pudierais imaginar.
Es dificil resumir este importante grupo en su totalidad, así que algunas observaciones a nivel individual serán suficientes. Ahora en su segunda gira mundial con Journey, el cantante Arnel Pineda es una fuerza que debe ser reconocida en directo. Con incontenible energía y sentimiento, su personalidad literalmente traspasa del escenario hasta el público. Es casi imposible no quedarse absorto y cautivado por su presencia a la vez que él tocaba la guitarra y las baladas sin perderse ni una nota. El asombro en los ojos de aquellos fans, jóvenes y viejos, que estaban viendo su primer concierto de Journey era más que evidente. Manteniendo la energía del bajo, Ross Valory es siempre un punto de referencia.
Probablemente una de las personalidades del rock más auténticas, simplemente no puedes predecir sus expresiones faciales o sus movimientos de manos. Tiene muchos años de experiencia en la carretera que le avalan, pero parece que cada vez se divierte más que la vez anterior. Y Neal Schon, el hombre y su guitarra. Cada solo parecía el doble de largo de lo normal, pero cómo ponerle límites al tono claro y único de Schon que le ha convertido en uno de los guitarristas más prolíficos del rock. El batería Deen Castronovo no tuvo ocasión de mostrar sus habilidades vocales en ninguno de los temas elegidos para la ocasión, pero puso toda su energía en el uso de la batería.
Hubo un pequeño problema de salud hace unas semanas por parte de Deen, de hecho fue hospitalizado por breve tiempo. Pero fue un autentico placer verle totalmente recuperado (al menos desde la perspectiva auditiva). Ahora tocando no solo el teclado, sino que también pasa algún tiempo con la guitarra y con la armónica, Jonathan Cain busca la perfección en las tablas. Habiendo lidiado con fuertes vientos, lluvia y unas temperaturas de 50 grados (Fahrenheit; unos 10 grados Celsius), no cabe duda que la banda se estaba congelando, pero aun así nos ofrecieron un increíble show.
Nuevos temas del multimillonario en ventas del año pasado Revelation también fueron unos destacados del directo. Sonaron “Never Walk Away“, “Wildest Dream“, y “After All These Years”. Un solo de armónica de Jonathan Cain nos llevaron a “Wheel in the Sky“, quizá la canción más explosiva de la noche. Arnel no pudo contenerse en el escenario y corrió de lado a lado, haciendo que el público cantara y aplaudiera. Hubo un momento muy gracioso cuando más tarde el cantante se inclinó hacia el público e hizo gestos burlándose de un grupo de gente que estaban fumando algo distinto a cigarrillos.
El grupo tocó un bis, en la forma de “Lovin’, Touchin’, Squeezin’”, y dejaron las tablas después de casi 2 horas, convirtiendo su directo en el más largo de ninguna otra banda del Moondance Jam 18. Sin duda alguna, la primera noche del festival puso el liston muy alto para las otras 2 noches restantes, y Journey demostraron que son tan relevantes e impresionantes como siempre.
Texto y Fotos: Matthew Becker
Traducción: Leticia Ballester