"Devocean" es el segundo trabajo de estudio de los barceloneses Moonloop, y supone un serio paso adelante respecto a su ya de por sí disfrutable disco de début, publicado cinco años atrás. Muy respetados en la escena local, Moonloop aún no gozan del reconocimiento general que probablemente merece su calidad musical, pero cabe confiar en que esto cambie gracias al discazo que es este "Devocean", en el que demuestran que tienen calidad y personalidad a raudales y donde se erigen como una de las bandas de death metal progresivo más ricas e interesantes de la escena no solo española sino también internacional.
Albert Vila
A pesar de que Moonloop como banda ya casi ha alcanzado la mayoría de edad (se formaron en 2001), Devocean es tan solo el segundo larga duración de los barceloneses, que se han tomado su carrera, voluntariamente o no, con bastante calma. Veteranos de la escena local, respetadísimos como músicos y como personas en la Ciudad Condal pero aún bastante desconocidos más allá del Tibidabo, durante todos estos años se han ido curtiendo y labrando un nombre mientras compartían escenario con bandas del nivel de Gojira, Anathema, Cynic o Persefone. Su disco de début, titulado Deeply From the Earth y publicado en 2012, fué casi un recopilatorio de las mejores canciones que dieron de sí los primeros diez años de trayectoria de la banda, la mayoría de ellas ya repartidas por maquetas varias, así que a pesar de contar con temas realmente excelentes como "Beginning of the End" o "Strombus", quizás pecó de cierta falta de cohesión y, probablemente, no les llevó tan lejos como les hubiera gustado.
Eric Baulenas, vocalista, guitarrista y líder de la banda, trabaja desde hace tiempo en una conocida tienda de discos de Barcelona, y allí conoció años atrás a Laurent Merle, director de la discográfica francesa Listenable Records, famosa por haber catapultado a la fama a bandas como Aborted, Soilwork, Textures o, sobretodo, Gojira. En ese encuentro casi fortuito Eric cuenta que tuvo la oportunidad de mostrarle la música de Moonloop, y Laurent acabó tan satisfecho que la reunión acabó con la promesa de que, una vez la banda hubiera grabado algo y el resultado tuviera la calidad técnica esperada, Listenable lo publicaría y distribuiría. Y así es como Deeply From the Earth, a pesar de ser el álbum de début de una banda totalmente desconcida a nivel internacional, fué ya editado por una discográfica de cierta repercusión en el mundillo del death metal. Y aunque comercialmente no funcionó quizás del todo bien, los franceses han tenido la visión, el acierto y la paciencia de mantener a la banda en su roster y apostar de nuevo por ellos asumiendo de nuevo la publicación de este segundo trabajo, que sin duda supone un paso adelante en cuanto a sonido, cohesión y madurez, y que, si el mundo es justo, estoy seguro que va a auparles a cotas bastante más altas.
Al contrario que en su début, todos los temas que componen Devocean (menos uno) se han escrito, a lo largo de los últimos cinco años, específicamente para este disco, en lo que ha sido un proceso largo, orgánico y coherente que ha llevado a la banda a trabajar como una unidad, afinando poco a poco cada uno de los cortes y puliendo el sonido perfecto para cada uno de los instrumentos. Este trabajo tan meticuloso y perfecccionista se refleja claramente en el resultado: Devocean es un disco muy compacto, maduro y cohesionado, con multitud de temas brillantes de una elevada complejidad que se entrelazan perfectamente unos con otros a través de cientos de matices inapreciables en las primeras escuchas, formando una obra con la que el cuarteto barcelonés, compañeros de instituto que han mantenido la misma formación con la que empezaron a excepción del bajista Vic (que se incorporó en 2008), parece listo para dar el salto mediático y de calidad que los catapulte a la primera línea del metal extremo, como mínimo, en nuestro país.
Devocean no es tan solo la nueva cúspide compositiva de la carrera de la banda, sino que creo que tanto en lo que se refiere a calidad de la propuesta musical com en ejecución y sonido está a totalmente a la altura de lo que se hace actualmete en la escena death metal progresiva internacional contemporánea, donde no tienen nada que envidiar a casi nadie. Lo primero que llama la atención, al igual que ocurría en su disco de début, es la preciosa fotografía que ilustra la portada. Si en Deeply From the Earth el protagonista era un buque oxidado y varado en una brumosa playa, en Devocean (como no, visto el nombre) continúa la temática oceánica con la preciosa captura de una colorida medusa por parte del celebrado fotógrafo anglo-australiano Matty Smith, especializado en fotografía marina (y, concretamente, en fotos medio dentro y medio fuera del agua). Para redondear el empaquetado, la producción es sencillamente brillante: compacta, grave, oscura, poderosa y contundente sin resultar empalagosa en ningun momento, otorgando el protagonismo necesario a todos los instrumentos y permitiendo que suenen, sencillamente, como creo que tienen que sonar. La voz de Eric Baulenas, por su parte, es avasalladora y feroz, en un gruñido bajísimo y amenazador que no tiene nada que envidiar a vocalistas notoriamente graves como Johan Hegg o Jukka Pelkonen. Curiosamente, esos bramidos no resultan incómodos o violentos, sino que dentro de un entorno que, aunque agresivo, siempre guarda una cierta clase, acaban transmitiendo paradójicamente una gritona aura de seguridad y tranquilidad.
La propuesta propuesta musical de Moonloop (cuyo nombre, por cierto, está inspirado en el tema homónimo de Porcupine Tree), se enmarca indudablemente dentro del death metal progresivo, pero lo cierto es que me cuesta encontrar grupos a los que compararlos directamente, cosa que no es nada habitual. Hay momentos que me recuerdan a los Death del Human, a los primeros Cynic o a Between the Buried and Me, a In Mourning, a los alemanes The Ocean o a los andorranos Persefone, pero también a bandas tan dispares como Immolation o Dream Theater, sin llegar a sonar nunca del todo como ninguna de ellas. Así que aunque Moonloop no estén realmente inventando nada en este disco, sí que se las apañan para conseguir un sonido propio, y si bien en su primer trabajo sí que podías ver momentos donde la influencia de Opeth o de Gojira era muy evidente, aquí esta inspiración se difumina para crear un sonido más compacto y personal, donde todas estas inspiraciones se entremezclan de forma orgánica y acaban diluidas en un potaje menos identificativo. Quizás por ello, y como detalle negativo (o no), la poca abundancia de momentos específicamente pegadizos y de pasajes que identifiquen a muchas canciones de otras (que haberlos haylos, pero contados) hace que a veces resulte difícil situarte o recordar algunas canciones concretas. Por otro lado, el continuo creado por los altibajos que poseen todos los temas te atrapa sin remedio y hace que sea fácil mantener el interés durante los casi 60 minutos que dura este disco sin preocuparte demasiado si estás en tal o cual tema.
Para destacar algo, "Megalodon", que casualmente se llama igual que un conocido tema de Mastodon, es un corte muy progresivo y perfectamente apropiado para emepezar, atacando de buenas a primeras con una guitarra aguda y punzante y evolucionando hacia pasajes, sobretodo en el bajo y en algunos solos, que llegan a sonar mucho a los Death del Human alternados con momentos muy lentos y poderosos. "Nightmare Gallery", por su parte, es una canción algo discordante en varios sentidos. Por un lado, se trata del único corte que temáticamente, no encaja con las preocupaciones ecológicas, geológicas y paleontológicas que copan la temática lírica de este disco, y por el contrario está dedicado al actor Vincent Price, uno de los intérpretes favoritos de Eric. Por otro lado, y segun palabras de los propios miembros de la banda, su composición data de 2008, aunque ha contado con un generoso lavado de cara para que suene perfectamente coherente con el resto del disco. Curiosamente, se trata de uno de mis cortes favoritos gracias a sus pegadizos y contundentes riffs de guitarra, muy groovies y llenos de harmónicos que les acercan vagamente a bandas como Pantera o los primeros Machine Head. La copia del disco que se encuentra en Spotify, por cierto, es distinta de lo que se publicita tanto en el bandcamp de la banda como en sitios como discogs o los metal-archives, ya que esta canción y la siguiente "Zeal" intercambian posiciones, cambiándole incluso el nombre a "Gallery of Diminished Nightmares".
Otros temas como "Zeal", "Expired Kings", "Medusa" o "Interglacial" (la más corta del disco con poco menos de 6 minutos) saltan con facilidad de pasajes abrasivos y violentos a partes acústicas trufadas de guitarras españolas, ritmos jazzísticos y solos blueseros o a riffs punzantes, divertidos y saltarines. De blast beats (los que menos) a ritmos pesados, graves y contundentes (las que más) y a partes asincopadas y progresivas, con una alternancia constante de luz y de oscuridad, de voces suaves y etéreas mezcladas con guturales potentísimos y un velo de melodía y elegancia que cubre todo el conjunto. A su vez, cada uno de los instrumentos se turna para brillar de forma natural dentro de la intrínsica complejidad estructural de cada uno de los temas, y los arreglos, delicados pero siempre presentes, no hacen sino dar sino más lustre al resultado final.
Antes decía que si hay algo que hechaba un poco en falta en este disco es la falta de partes pegadizas e identificativas. Podemos poner esta afirmación en cuarentena hasta que pase la que para mí es la gran canción de Devocean. "Oceans" tiene todo lo que hace grande a Moonloop y un poco más. La progresiva y luminosa melodía de guitarra que protagoniza sus primeros compases es una maravilla por si misma y ya te predispone a amar el tema, pero la cosa va mucho más allá. Con una voz limpia y melódica muy similar a la que Rider G. Omega utiliza en el último disco de los también barceloneses Obsidian Kingdom, "Oceans" se sumerge en las profundidades marinas e invierte sus más de nueve minutos en crear una atmosfera burbujeante y casi psicodélica sin ningun tipo de prisa y con un resultado absolutamente impresionante. Para acabar, "Origins" empieza como en una tonalidad tranquila y melódica que me recuerda a James LaBrie, vocalista de Dream Theater, pero enseguida se anima para alcanzar los contrastes y la potencia que abundan en el global del disco, acabando de forma repetitiva y apoteósica.
Con Devocean, por fin Moonloop tienen en sus manos un trabajo redondo que les debe ayudar a, por fin, dar el salto a la primera división del metal extremo estatal y a empezar a sacar la cabeza por Europa. Para empezar, en breve se anunciará una gira de presentación por las principales ciudades de la península que recomiendo que no os perdáis, ya que los barceloneses tienen calidad y personalidad de sobras para volar la cabeza a cualquiera que se les ponga por delante.
Albert Vila
Temas:
1. Megalodon (07:23)
2. Nightmare Gallery (08:02)
3. Zeal (06:56)
4. Expired Kings (07:17)
5. Medusa (07:36)
6. Oceans (09:14)
7. Interglacial (05:41)
8. Origin (06:44)