La expectación era máxima, por ello se esperaba una gran entrada para ambos días, nosotros nos decantamos por el primero, básicamente por ser sábado. Como cabía esperar el ambiente fue extraordinario y se llegó a rozar el lleno.
Respetando la hora prevista, los bilbainos Positiva hacían su aparición sobre las tablas de la Sala Rock Star Live. Estaban ante una gran oportunidad, que intentaron no desaprovechar. Durante la media hora de actuación de la que dispusieron, nos presentaron su primer trabajo “Centaur´s Ride” editado el pasado año 2007. Se mostraron enérgicos y con ganas en temas como “Mushroom Grave” o la que da título al primer disco. El cuarteto, clara influencia del rock mas setentero intento agradar a los asistentes, los cuales desconocían de su propuesta. Apenas hicieron pausas entre temas, lo cual dio como resultado una fluida actuación. Habrá que seguir la pista a esta banda pues su rock and roll es de bella factura.
Se hizo larga la espera en el cambio de backline y es que los técnicos de Motörhead necesitaron mas de media hora para que todo estuviera en perfecto estado. Había mucha expectación por ver la actuación estelar de la noche. Motörhead se presentaban en Bilbao a escasas semanas de editar lo que será su nuevo disco de estudio que llevara por nombre “Motörizer” que vera la luz a finales de Agosto, aun y todo no adelantaron ningún tema en esta actuación. Tampoco les hizo falta pues la inmensa mayoría de los presentes se habían acercado en busca del repertorio más clásico de la banda.
Entre los presentes encontrábamos a diferentes generaciones de rockeros, muchos de ellos ataviados con camisetas de los ingleses. Se apagaron las luces y el estallido de júbilo con la aparición del power trío será recordado por mucho tiempo, “Dr. Rock”, “Stay Clean” y “Be My Baby” puso de manifiesto que esta actuación iba a ser trepidante, pues ni pararon entre temas. Comandados por Lemmy Kilmister gozaron de su habitual sonido potente y a la vez contundente, el bajista a pesar de la edad se mostró sobrio a las 4 cuerdas y su voz cazallosa no se resintió en ningún momento. Como cabía esperar su show se baso en los temas más clásicos del grupo, aunque con la infinidad de temas que tienen seguro que a más de uno se le quedo alguna en el tintero.
La actuación fue avanzando a un ritmo vertiginoso, destacando “One Night Stand” de su ultimo trabajo hasta la fecha “Kiss Of Death”, el publico estaba correspondiendo a la banda, sobre todo a un motivado Phil Campbell que con su guitarra, no paro de moverse y animar al público en toda la noche. Llegada la mitad de actuación Mikkey Dee tuvo su momento estelar con un solo de batería no muy extenso. Sin apenas descanso, encararon la segunda parte de la actuación, tan entregados como al comienzo con temas como “Rosalie” versión del clásico de Thin Lizzy y “Killed By Death” con la cual se despidieron a la hora de actuación.
Tenían que volver pues insistentemente lo pidió un público entregado con ganas de más música. Volvieron a ritmo de blues, con sendas guitarras acústicas en manos de Phil CampBell y Mikkey Dee, que abandono la batería en este tema, mientras Lemmy se encargaba de la voz y la armónica en el tema “Whorehouse Blues” que curiosamente cerraba su disco “Inferno” del año 2004. Seguidamente llegaría la traca final con “Ace Of Spaces” y “Overkill”, habituales en sus finales de concierto y que pusieron broche final a la actuación.
A pesar de los más de 30 años de trayectoria del grupo, siguen convenciendo en cada uno de sus conciertos, en este caso nadie quedo indiferentes y pudimos gozar de una gran actuación de rock and roll. Aunque algunos nos quedamos con ganas de más pues hora y cuarto de show se antoja corto en nuestra opinión, pudiéndose haber ejecutado unos cuantos temas más viendo el buen ambiente que reinaba en la sala. Quizá lo hicieron para que volviéramos al día siguiente que estoy seguro que muchos aprovecharon para repetir. En nuestro caso, tendrá que ser en otra ocasión.
Texto y Fotos: Txema Sánchez