Neal Peart falleció el pasado martes 7 de enero en Santa Mónica (California) a los 67 años de edad. La noticia la dio a conocer el portavoz de la familia Elliot Mintz a través de la CNN días después, para preservar la intimidad de la familia. Sus compañeros de Rush tuitearon el pasado viernes el siguiente comunicado:
“… Neil, nuestro amigo, hermano del alma y compañero de banda de más de 45 años, ha perdido su increíblemente valiente batalla de tres años y medio con el cáncer cerebral”.
Neil Peart se unió al bajista y vocalista Geddy Lee y al guitarrista Alex Lifeson en 1974, desde entonces han forjado una leyenda dentro de la historia de la música rock, recibiendo un reconocimiento tras otro, adaptándose a las modas y evolucionando dentro del estilo genuino del trío canadiense. En 2013 Rush fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll.
La aportación de Neil Peart fue fundamental para el éxito de la banda con su excelente técnica a la batería, su estilo y precisión; lo que lo han aupado al olimpo de los mejores baterías de la historia. Pero no solo su aportación fue crucial a las baquetas, su aportación como letrista ha sido grandiosa, inspirándose fundamentalmente en las fuentes de la ciencia ficción y la filosofía e influenciado por autores como Mark Twain o Ayn Rand. Siempre incansable, maestro de maestros, referencia para muchos músicos, nunca dejó de investigar y tomar clases de batería.
La vida no se ha portado nada bien con Neil. En 1997 perdió a su primera hija en accidente de tráfico y al año siguiente su mujer Jacqueline con la que estuvo casado durante 22 años falleció de cáncer. Desde entonces su motivación por la vida desapareció retirándose incluso de la banda para regresar tras volver a casarse retomando el trabajo con “Vapor Trails” en 2002. Ha sido también un cáncer (un glioblastoma) quien se ha llevado a Neil por delante.
Siempre discreto, siempre solitario, tras sus desgracias apenas concedía entrevistas, pero verlo en acción ha sido siempre un verdadero espectáculo, en quien consideran muchos, el mejor batería de la historia. En 2016 la banda anunció que no girarían más por los problemas de salud de Neil y en 2018 confirmaron que no grabarían más discos. La enfermedad de Neil se llevó con la máxima discreción y con las mismas reservas de confidencialidad con la que siempre ha llevado su vida privada. El legado de Neil Peart y su banda Rush es un tesoro incalculable para la historia de la música. Todos sus fans lo echaremos de menos.
Descanse en Paz Neil Peart.
Toni Marchante