Sensaciones encontradas ante el esperadísimo segundo trabajo de Obsidian Kingdom. A Year With No Summer es un muy buen disco, maduro, atmosférico, muy cohesionado, con grandes instrumentaciones y melodías, muy bien tocado y producido, pero ha quedado atrás la sorpresa y la originalidad que destilaba Mantiis, su álbum de debut. Aún así, los catalanes siguen siendo una de las bandas jóvenes más interesantes y prometedoras de este país.

Albert Vila

Por fin tenemos aquí el anticipadísimo segundo disco de los barceloneses Obsidian Kingdom, después de haber amasado ovaciones unánimes con su debut, Mantiis, publicado en 2012. Desde entonces la banda no ha perdido el tiempo y ha seguido haciendo crecer su nombre y su prestigio con intensos e inventivos directos, teloneando a bandas como Cult of Luna y Solstafir, y recibiendo la aprobación y admiración general de crítica y público allá donde ha pisado.

Mantis me pareció y me sigue pareciendo un álbum memorable. Probablemente el disco más interesante que ha salido de este país en años. Especial, original, inspirado, sorprendente, imprevisible, único. Una montaña rusa que te catapulta con aparente naturalidad desde íntimas dulzuras hasta agresividades inusitadas, intercalando pasajes electrónicos con partes puramente black, guitarras acústicas y melancólicos pianos con progresiones post, riffs agresivos con interludios trompeteros. Un disco que aúna pedacitos de Satyricon, Pain of Salvation, Pink Floyd, My Dying Bride, Karate, Anathema, The Mars Volta,… sin que nada parezca forzado. Sin tener un sonido propiamente "suyo", paradójicamente, la brillante mezcla de estilos le dá un toque absolutamente personal.

Uno de esos pocos discos que, al descubrirlo, y a cada nueva escucha, sentí la necesidad de compartirlo y de comentar con todo el mundo "mira qué banda acabo de descubrir". Y la respuesta de casi todos fué igual que la mía. "Wow".Y asi, con el hype por las nubes, es como me enfrenté a este nuevo álbum.

Y tengo que reconocer que la primera vez que escuché A Year With No Summer me llevé una profunda decepción. Esto no tiene nada que ver con lo que me encantó de Mantiis. No es solo que hayan desaparecido las partes más agresivas. También faltan los momentos íntimos. Y los interludios exóticos. Y los cambios de registro bruscos. Y la diversidad de voces. En este disco, todo es mucho más lineal, en sonido y en ritmo.

Ellos mismos, antes, se definían como una banda de metal muy difícil de clasificar. Creo que con este disco se han convertido en mucho más fáciles de clasificar. No voy a decir que se han vuelto vulgares, porque no es en absoluto así. Pero se han vuelto uniformes. El estilo ahora es mucho más evidentemente post-rock, con un poco de shoegaze, un aire en general más opresivo y con más presencia electrónica o incluso industrial. También un algo alternativo, toques quizás a Radiohead o Nine Inch Nails. Las voces son mucho más homogéneas y melódicas, dando más protagonismo a las líneas vocales que antes. En vez de saltar de género en género verticalmente como en Mantiis, la mezcla esta vez ha sido en horizontal: se coje un poco de aquí y un poco de allí para crear un sonido más plano, más continuo durante todo el disco, quizás más individual.

Obsidian Kingdom nunca ha sido un grupo conformista, al contrario, así que tampoco era lógico esperar que fueran a publicar un Mantiis II. Superada la decepción inicial, asumido que se trata de dos trabajos absolutamente diferentes, con realmente pocos puntos en común, y después de varias escuchas, he de decir que le he sabido encontrar la gracia. Porque ojo, A Year With No Summer es un buen disco. Incluso un muy buen disco. Es bastante más accesible también que lo era Mantiis. Llegará a gustar a un público más amplio, aunque tengo mis dudas que llegue a impresionar a tantos como hizo su disco de debut.

Tres canciones destacan para mí por encima del resto: la que da nombre al álbum y sirve para abrir el disco, con una excelente línea vocal y una magnífica progresión de las guitarras, es buenísima. Carne de single y de himno. "The Kandinsky Group" es la más larga y ambiciosa de todas, lenta y opresiva, con voces más violentas y con una intrincada y ruidosa instrumentación. Finalmente, mi favorita es la última, "Away / Absent". Aquí se deja por fin el medio tiempo eterno en el que va transcurriendo el álbum para poner una marcha más y soltarse la melena, empezando con un riff un poco grunge y acabando de manera bastante apoteósica con el único coqueteo con el black metal que podremos escuchar.

Además de éstas, "Black Swan" es el primer single y video, y concentra en sus cuatro minutos la escencia del álbum: una pegajosa melodia de voz muy protagonista y una sensación general de cierta ansiedad. Los dos interludios instrumentales, tan habituales en Mantiis, son aquí "10th April", con un rollo Blade Runner, y "The Polyarnik", más melancólica, y sirven para darle cohesión y continuidad al disco. Lo hacen bien, pero siguen la misma línea rítmica y sonora que el resto de temas. "Darkness" completa el disco, otro buen tema con interesante melodía vocal.

Las estructuras en crescendo típicas del post rock se van repitiendo, prácticamente tema tras tema. Y suenan bien. La atmósfera general está muy lograda y la producción, quizás menos agresiva de lo que a mí personalmente me hubiera gustado, es magnífica y me parece adecuada al ambiente general. El disco fluye perfectamente y no se hace nada pesado, a pesar de que, como ya he comentado, transcurre constantemente en el mismo medio tiempo.

Aún así, mi sensación es que, mientras Mantiis era como conducir por los fiordos noruegos, donde a cada curva te puedes encontrar con una sorpresa que te deja la mandíbula en el suelo, que te hace llorar de la emoción, A Year With No Summer es más bien una carretera cerca de la costa, muy bonita, espectacular incluso, muy disfrutable, mejor pavimentada, pero en su mayor parte llana y falta de sorpresas. De tanto en cuanto te paras en algun mirador para echar fotos, y asientes con una sonrisa de satisfacción, pero difícilmente te saldrá una carcajada histérica. Y con el tiempo, el viaje que vas a recordar, que te pondrá los pelos de punta, va a ser el noruego.

Es complicado poner una nota a este disco, ya que es imposible olvidar de donde venimos. En este sentido, personal y subjetivamente, Mantiis me emociona y A Year With No Summer no tanto. A la vez, es injusto valorarlo en función de ello: la propia banda se ha encargado de alejarse suficientemente de su anterior trabajo como para merecer una valoración absolutamente independiente. La verdad es que A Year With No Summer es un muy buen disco, con un par de temas brillantes, y Obsidian Kingdom confirma que sigue siendo una banda ambiciosa, talentosa y valiente. Con este disco han dado un paso más allá. Será interesante ver su crecimiento a nivel de público, y será muy interesante de ver también como las nuevas canciones van a encajar en directo con las de Mantiis. Obsidian Kingdom son presente y futuro del metal en estos lares, y este disco no hace más que poner una piedra más en esa dirección.

Albert Vila

Temas:

A Year With No Summer (6:25)
10th April (4:49)
Darkness (7:08)
The Kandinsky Group (10:32)
The Polyarnik (2:42)
Black Swan (4:11)
Away / Absent (7:30)