No son ni chicas ni guapas, pero los daneses Pretty Maids saben lo que es el rock y lo llevan demostrando más de 30 años. La icónica banda de heavy melódico nos trae su quinceavo trabajo de estudio, Kingmaker, tras los proyectos de Atkins en Avantasia y Nordic Union.
Xavi Prat
Tres años después de Motherland, los daneses Pretty Maids nos traen este nada despreciable Kingmaker. Son nada más y nada menos que 11 temas fácilmente identificables a los de Ronnie Atkins. Su voz característica y los riffs, ganchos y melodías de Hammer son ya seña de identidad de la banda y lo encontraremos por doquier a lo largo del disco. Kingmaker es la continuación de una banda revitalizada, con algunos hits importantes en los ochenta (a destacar la inmensa back to back) pero también con algún periodo algo descafeinado. Este nuevo álbum recoge la esencia de aquel heavy directo y melódico tan divertido de escuchar y le pone el sello de 2016. La mezcla de potencia y melodía está más que bien equilibrada, algo que quizá hará que llegue a una mayor variedad de oyentes.
El álbum empieza fuerte con When god took a day off y su intro a lo Red, Hot and Heavy. La melodía, por sí misma, es una gran forma de empezar a despertar. Le sigue el homónimo Kingmaker y demuestra por qué es título del disco. Riff poderoso y pegadizo.En general el disco es muy homogéneo en cuanto a la calidad de sus temas, tanto los más potentes como los ya mencionados, Bull’s eye o King of the right here and now, en cortes más melódicos como Face the world (uno de mis preferidos) e incluso en la balada 100% prettymaidena Last Beauty on Earth.
El resto de temas no desmerecen el trabajo. Desde la teatral Humanize me hasta Heaven’s Little Devil con su melodía divertida, macarra y nostálgica a partes iguales, el álbum ofrece la grandeza y variedad de lo que hace unos cuantos años fue Pretty Maids.Civilized Monsters, potente y rápida, Sickening y su riff contundente (uno de los más duros del disco) y Was that what you wanted cierran el disco. Esta última, para mi gusto, es la más floja del disco y, aun así, es un buen tema con mucho de los ochenta en él. En algunas copias el disco se cierra con una versión extendida de Kingmaker.
Por decir algo de los componentes, todos rayan a gran altura. Atkins sigue cantando como él sabe, limpio, melódico y macarra cuando hace falta. Ken Hammer hace una gran labor a las seis cuerdas, tejiendo unos riffs, solos y melodías que no dejarán indiferente a nadie. Rene Shades al bajo y Allan Tschicaja a la batería hacen, también, una labor más que notable.
Kingmaker es un gran trabajo que deja a Pretty Maids donde debe, en lo alto del heavy melódico y cañero. La producción y la mezcla afianzan la idea de contundencia, consiguiendo que este trabajo sea muy bien recibido por los fans de la banda y por cualquier amante del género.
Temas
1. When God took a day off
2. Kingmaker
3. Face the world
4. Humanize me
5. Last beauty on Earth
6. Bull’s eye
7. King of the right here and now
8. Heavens little devil
9. Civilized Monsters
10. Sickening
11. Was that what you wanted
12. Kingmaker (extended) (bonus track)