Muy posiblemente la Reina ya no gobierne su “Reich” particular. Y es que nos encontramos ante una nueva debacle de los de Washington. Después del experimento del “Queensrÿche cabaret”, un proyecto en el que la banda mezclaba su propia música con un sórdido cabaret, los fans de la banda se preguntaban porque después de haber escrito algunos de los mejores discos de la historia del Rock, estos se prestaban a experimentar campos que seguramente ellos ya sabían estaba condenado al fracaso.
Y es que resulta muy difícil una vez más mantener la cordura después de gestionarse un “Operation mindcrime” o incluso un “Empire”, aunque la banda ya venía dando las largas con “Rage for order”, otro experimento con visos cibernéticos pero que llegó a muy buen puerto. Así tenemos “Walk in the shadows” como single que ya apuntaba maneras para lo que vendría después.
Es innegable, nadie cuestiona, ni propios ni extraños lo que significo “Operation mindcrime” o “Empire” para el Rock, en este caso para el Rock progresivo más comercial y accesible para todo tipo de público. Ahora viene la pregunta del millón de dólares, ¿Qué es lo que ha pasado con Queensrÿche para que hayan perdido el norte de la forma que lo han perdido haciendo discos que ni tan siquiera llegan a la denominación de mediocres?
La respuesta es sencilla, pero quizás el orgullo, el dolor o el resentimiento a Queensrÿche como banda no les deje ver mas allá de donde se disipa la niebla. La respuesta sin temor a equivocarme lo mas mínimo es Chris DeGarmo.
La ecuación es muy sencilla de resolver ya que solo se trata de ver los créditos de las obras de Queensrÿche antes y después de la marcha de DeGarmo, juzgar vosotros. Éste abandono la banda por el rumbo que estaban tomando las cosas. Mientras Chris abogaba por la melodía, parte de la banda abogaba por endurecer en la medida de lo posible los registros de la banda, el resultado salta a la vista ya que no han hecho nada decente desde la marcha de Chris DeGarmo.
Han pasado muchos años desde “Empire”, la última obra buena conocida de Queensrÿche, y permitidme y perdonadme por no ahondar en la herida y mencionar sus trabajos anteriores, pero es que a un servidor le da mucha rabia que por el devenir de los tiempos, se pierdan grandes bandas.
Nos encontramos con este “Dedicated to chaos”, en el que siendo benévolo se pueden salvar tres temas, a lo sumo cuatro de los dieciséis que componen en álbum. Un álbum producido por Kelly Gray y en el que según palabras de la propia banda, sería algo grande e inmenso.
Es obvio que el adjetivo grande es muy subjetivo para muchos, lo extraño es viniendo de Scott Rockenfield que sin duda alguna es uno de los mejores baterías del género que se han visto en mucho tiempo.Sin mas dilación, vamos a meternos en harina y a desglosar este “Dedicated to chaos”.
Esta joya de la corona abre con “Get started” que es quizás uno de los temas más afables que contiene el álbum, Hard rock clásico y sin concesiones que si nos transmite algo de empatía para lo que Queensrÿche fue en su día y nos da paso a “Hot spot junkie”, con un riff cortante aderezado con unos samplers de fondo como si quieran hacer una pequeña incursión en el terreno industrial.
“Got it bad” es otro sinsentido mezclado con sonidos de un sitar que nos evoca a la musical tradicional hindú, un tema carente de alma que es imposible mantenerse en pie por sí solo. “Around the world” por un momento nos recuerda a un descarte de cualquier disco de U2, un tema a medio tiempo que nos dice que “todo lo que necesitas es amor”, prueba de que líricamente ya nos alejamos de las tremendas historias conceptuales con las que nos deleitaron con “Operation Mindcrime”.
Con “Higher”, Queensrÿche intenta meterse en terrenos pantanosos a ritmo de Funk y medio rapeando con un resultado mas que sorprendente, pero por desgracia no para bien. “Retail therapy” retoma las riendas de un quiero y no puedo levantando un as sobre la mesa y percibimos un pequeño acercamiento a lo que fue la banda, con Eddie Jackson mostrando su particular sonido con un poco de saturación, como en los viejos tiempos.
“At the edge” ya parece concebida bajo los efectos del peyote llevándonos de viaje sin retorno a ninguna parte. De momento el balance es muy negativo pero tranquilo que viene la parte positiva haciendo un despliegue de medios y dándonos una sorpresa, llegan los bonus tracks. Queensrÿche han optado por innovar y no solo en el sonido, sino intercalando estos bonus entre medias del disco, quizás sea lo más sorprendente del álbum sin duda. “Broken” es el primero de los bonus y nos deja como detalle reseñable el sonido de saxo con el que el Señor Tate nos deleita brevemente.
“Hard times”, que puedo decir de “Hard times”. Solo se me ocurre que es cierto que corren tiempos duros. “Drive” es como si nos llevara de vuelta al sonido grunge y tratara de castigar a ese movimiento cultural que desbancó el Hard Rock que tan buena salud tuvo en los principios de los 90’s. Y así seguimos pasando páginas como si de un libro a medio escribir se tratara, con frases inconexas elaboradas por una mente disléxica. “I Believe”, “LuvnU”, “Wot we do”, “I take you”, “The lie” y ya el corte que cierra el album llamado “Big noize”, nos da cuartel con esta tortura.
Y sinceramente con mucha tristeza, tristeza por haber crecido con una banda que lo fue todo, que fueron capaces de darle al Rock un sentido especial, de innovar hasta limites increíbles, de mostrar verdaderos espectáculos tanto musicales como visuales, de ofrecerte espectáculos una vez más, conceptuales y una vez mas catapultando un estilo de música a la categoría de arte.
Ahora escucho este “Dedicated to chaos” y no sé si es un experimento enrevesado para suicidar una banda, es un experimento retorcido de querer jugar malamente con la fusión del jazz y otros elementos, o es un experimento maquiavélico dirigido por una mente enferma para destrozarnos la mente a base de elementos subliminales.
Los que crean, y da igual en lo que creáis, si tenéis fe y queréis disfrutar de Queensrÿche, rezad por favor para que el acercamiento se produzca y Chris DeGarmo vuelva al sitio que nunca debió abandonar. La Reina del Reich lo merece, merece un trabajo digno y que vuelva a poner a la banda en su sitio tirando a la basura la mediocridad a la que nos tienen acostumbrados en los últimos años.
Sixx
Temas:
01. Get Started
02. Hot Spot Junkie
03. Got it Bad
04. Around the World
05. Higher
06. Retail Therapy
07. At the Edge
08. Broken
09. Hard Times
10. Drive
11. I Believe
12. Luvnu
13. Wot We Do
14. I Take You
15. The Lie
16. Big Noize