Rock Fest Bcn’16: Primeras impresiones, 15-17 de Julio’16
No hay dos sin tres, a la tercera va a la vencida, tres son multitud… cualquier variación de nuestro refranero popular para hacer relación de la nueva edición del Rock Fest Bcn que se celebró a mediados de Julio en el ya consolidado Parque de Can Zam en Santa Coloma de Gramanet organizado un año más por Rock’n’Rock.
Texto: David Aresté
Fotos: David Aresté/ Susana Manzanares
Antes de entrar a valorar o explicar nada, lo primero es felicitar a la organización por seguir con toda esta historia un año más y mantener un cartel de tales características, que imaginamos que a día de hoy resultará casi imposible y que sigan paso a paso buscando ese festival que de una vez por todas se consolide en este país.
A nivel de recinto sí parece que hayan encontrado esa estabilidad con uno que satisface sus necesidades como es el extenso terreno del parque de Can Zam en Santa Coloma de Gramanet, con el metro a medio minuto y los taxis y autobuses también a la vuelta del recinto y próximo a todos los accesos al festival tanto públicos como privados y que en ese aspecto quizás el único inconveniente fueran las limitaciones que conllevan los horarios del transporte público.
La disposición de elementos fueron prácticamente las mismas que las del año pasado con la diferencia de una mayor variedad en la oferta gastronómica, contando este año con 22 Food Trucks y algo de “decoración” para dar más ambiente al austero terreno del recinto. Otra novedad de este año es que se contaba con una carpa dedicada a Motörhead, donde se servía Jack Daniels con cola en honor a Lemmy y donde además había proyecciones con conciertos de la banda y entrevistas, y en algunos momentos del festival actuaban el tributo Motörhits para seguir con el homenaje al desaparecido Lemmy… Todo eso lo completaba un gigantesco mural donde quien quisiera podía escribir un mensaje recordando a Lemmy y que luego se lo llevarían a su familia.
El mercadillo seguía en la línea de los años anteriores, con amplísima variedad de camisetas, parches, chapas, ropa de diferentes estilos… incluso para bebés. Un paseo que siempre va bien para esos momentos de espera o descanso.
Aparte de los escenarios principales, este año hubo la Rock Tent para todos aquellos que quisieron seguir la fiesta después de los conciertos con alguna que otra sesión de DJ’s y con más…conciertos! Boni, 77′ y Thundermother fueron las tres bandas que actuaron en ese escenario más pequeño, aunque esperemos que se les dé la oportunidad de hacerlo en los principales en las próximas ediciones. En esa carpa también hubo ediciones puntuales del Kararocker, un karaoke donde todo aquel que quisiera podía cantar alguno de los clásicos de la escena.
Acabando de dar la vuelta al recinto teníamos la carpa de merchandising oficial con las camisetas de las bandas que iban actuando cada día, una grada para quienes se querían sentar, y una plataforma para todos aquellos que tuvieran una discapacidad pudieran ver los conciertos. Este año el servicio de baños estaba cubierto dentro de una gran carpa, señalizados entre baños de hombres y mujeres.
Haciendo gala en la época en la que estamos, el sol y el calor sofocante volvieron a hacer acto de presencia y era un verdadero reto aguantar delante de los conciertos por las mañanas o a media tarde… por eso siguió siendo un acierto contar con personal encargado de mojar al respetable de las primeras filas con mangueras para poder aguantar sin sufrir desvanecimientos u otros efectos derivados del intenso calor. No podemos decir lo mismo de los ventiladores/aspersores colocados en la parte superior de las barras de bar que expulsaban agua, ya que en el momento que salía propulsada el agua se evaporaba. Algo parecido sucedía con el puente –bastante renovado con respecto al año anterior- con sistema de riego que dejaba caer una vaporizada cascada de agua, un poco más de presión en ambos dispositivos y perfecto. Factores y complementos para que lo más importante, los tres días de conciertos, se sobrellevasen de la mejor forma posible y así es como fue, total y completa armonía a lo largo de todas las jornadas sin ningún tipo de incidente.
Ya analizaremos en los reportajes de cada día las actuaciones de los grupos, pero podemos resumir diciendo que obviamente hubo de todo y para todos los gustos. Conciertos de gran nivel como los de Kreator, Michael Schenker o King Diamond el primer día; Leize, Unisonic, Overkill y Iron Maiden el segundo o Eclipse, Impelliteri, Anthrax o Slayer en el último día. Los momentos para recordar con Mägo de Oz y su “Finisterra”, Tyketto recordando su “Don’t Come Easy”… Ese “Abigail” del Rey diamante, Kai Hansen y Kiske juntos de nuevo –lo que nos han hecho esperar…-, Loudness aunque visto lo visto ya tienen poco de exclusivo, la sorpresa de la visita de Rata Blanca o el homenaje Thin Lizzy. Y obviamente grandes decepciones como Barón Rojo y el esperado estado de la voz de David Coverdale de Whitesnake.
Acabando con un resumen de pros y contras podemos decir que nos alegró ver la variedad en la comida del festival, con los siempre en boga Food Trucks y poder disfrutar de los bagels de “Cafe Chrome”, de la carne ahumada de “Smoke Box”, del fish & chips de Marenostrum o los veganismos de “Home Made Vegan”, del importantísimo acierto al incorporar la cerveza sin gluten o del puesto de helados, aunque algo más “de frío” hubiese estado bien, nos lo pedimos para el año que viene.
Otro punto positivo fue una mayor presencia de los menores de edad por el Rock Fest, que cada vez en más número aparecen por el festival junto a sus familias, indicando que sube una generación de rockeros/metaleros interesados por todo nuestro mundillo y que se integraron sin problema en la convivencia de los tres días de festival.
Otra novedad esta edición fue la incorporación de una pequeña zona de prensa, lo cual estuvo bien que al menos hubiese algo, pero quizá se quedó algo pequeña y un poco apartada de la zona principal.
En cuanto a los aspectos susceptibles de mejora, quizá destacaríamos un par de ellos. Uno sería, fue el espacio reservado para la gente con movilidad reducida, que como decíamos estaba en un punto bastante alejada y una de las torres de sonido y luces les tapaba uno de los escenarios, un pequeño desplazamiento a un lugar más cercano y de mayor visibilidad y quedaría resuelto. Junto con ese, el otro punto sería para los servicios. Una carpa enorme con un gran número de lavabos desechables es una gran idea, y más que estuvieran diferenciados para hombres y mujeres aunque estar señalizados no sirvió de mucho, ya que la gente buscaba bien el que tuviera papel o simplemente ni miraban y se metían donde primero pillaban… pero vamos, nada que no solucione un cartel más grande. En cuanto al mantenimiento, quizá lo más desagradable es que algunos no se vaciaron y llegado el último día rebasaron su capacidad –sobre todo los urinarios de la zona de los hombres- y no vamos a decir hasta donde se olía por si alguien está comiendo, aparte claro está de las obvias razones higiénicas, algo que debe estar extremadamente presente y cumplir unas mínimas condiciones en cualquier tipo de evento tan masivo y multitudinario.
El balance general de nuestras impresiones y de las que hemos ido recogiendo, es que este año el Rock Fest ha supuesto un importante paso adelante con respecto a ediciones anteriores. Un visible esfuerzo de la organización y de un infatigable equipo que no ha parado de trabajar del primero al último las veinticuatro horas del día para que toda la maquinaria funcionara, se ha materializado en un festival que a cada año que pasa se está consolidando y nosotros bien que lo agradecemos… todo sea por la música que tanta falta y tan feliz nos hace…
Texto: David Aresté
Fotos: David Aresté/ Susana Manzanares