Más de un cuarto de siglo de vida es un dato del que no todas las bandas pueden presumir y para celebrarlo Saratoga llevó a cabo una de las mejores, más amplias y exitosas giras que se recuerdan, aprovechando, a la par, otra fecha clave en la idiosincrasia de la banda, quince años desde la salida al mercado del mejor disco de heavy metal facturado en nuestras fronteras “Agotarás”.
Luis de Juan // @SentenciadeJuan.
Para poner el broche de oro a este doble aniversario Saratoga nos regala su último larga duración, “Aeternus”; decimotercer trabajo de estudio de la banda que acredita el excelente estado compositivo en el que se encuentran realizando lo que mejor saben hacer: PURO HEAVY METAL.
La banda actúa en el sempiterno formato de cuarteto y podríamos decir que se han ganado a pulso definirlos como la formación más clásica que ha tenido la banda. Pónganse en pie para recibir a don Niko, don Jero, don Dani y don Tete; la flor y nata del heavy metal estatal sin ninguna duda. El disco no engaña a nadie, gracias a Odín, es Saratoga en su máxima expresión. Siguen las directrices marcadas con el nacimiento del magnífico “Agotarás”. Una potentísima, contundente y súper técnica base rítmica, una guitarra que no corre, sino que vuela, facturando esos magníficos riffs made in Jero y un Tete Novoa que no me equivoco al decir que está de escándalo, el disco en el que mejor canta, lo cual no es baladí.
Sí que he notado una cierta “modernización” en la producción del disco, se aprecia una mezcla entre las partes del Saratoga más clásico con un sonido mucho más actual que crea una fusión chulísima. Igualmente debo mencionar esa apuesta por el mantenimiento de algunos coros guturales dentro de la enorme cantidad y variedad de los mismos dentro de los trabajos de Saratoga.
Descolocados recibimos el inicio del cd. Arranca con Tete Novoa recitando en latín el inicio de la oración padre nuestro y que sirve de introducción para la primera canción del trabajo: “El olvidado de Dios”. El tema podría servir para definir a la banda, lo cual tiene un doble beneficio; por un lado, el viejo aficionado sabe lo que va a escuchar y le va a gustar y, por otro lado, el nuevo oyente, se va a quedar loco por lo que va a escuchar y descubre que le va a gustar. Un riff de guitarra más heavy que el infierno da paso a una estrofa a lomos únicamente de las líneas bajo de Niko que, finalmente, confluyen en una tempestad que comanda de manera brutal la bestia de Dani. Este abuso finaliza en un veloz estribillo en el que Tete nos da la primera exhibición vocal. Bienvenidos a Aeternus.
“Una vez fuimos héroes” no pisa el freno, continua la velocidad de crucero, ¡qué grande Jero, cómo lo de cera al instrumento! En un abrir y cerrar de ojos te pasan por encima y no te das ni cuenta. Con “Tres ahorcados” tenemos otro tema tipo Saratoga. Una canción cuya instrumentalización es brillante y elegante, con un ritmo vivo y alegre, pero que, por el contrario, relata una triste historia. Terceto ganador de inicio, no se puede empezar mejor un disco. “Renegado” es una de las sorpresas del disco. Un tema con un ritmo mucho más pesado y un sonido más actual, muy lóbrego y espeso. Cabe destacar los coros cuasi guturales. Una vuelta de tuerca al sonido Saratoga, no digo ni mejor ni peor, eso lo deberá determinar cada oyente por sí mismo. “De tierra de nadie” empieza como un cañón. Voz y coros a tope, como si no hubiera un mañana, mientras los instrumentos dan cera de manera cortante y contundente, todo ello finaliza en un pre y un estribillo ultra veloz.
“Si tú no estás” arranca con un riff de bajo para explotar en un tema ágil y veloz. Un tema que gira en torno a lo que significa la música para un profesional, pepinazo en toda regla. La balada del disco se llama “Acuérdate de mí”. Entramos en la recta final del disco con “Culpo a Dios” y es que están muy profundos los buenos de Saratoga. Un riff potentísimo sirve de apertura para desarrollar una estrofa contundente y cortante. Poco a poco se va iluminando la canción hasta la llegada de un estribillo compacto y pegadizo. “Cien mil veces no” es una de las canciones más pegadizas y contagiosas del disco. El sondo metálico del bajo es brutal. Más pronto de lo esperado llegamos el final del disco con “Siempre hacia el sol”, pero no por eso va a perder potencia el cañón, más bien al contrario. Tete se termina de desatar a lo largo de un temazo rápido y directo a la yugular. Pura esencia Saratoga.
Fenomenal trabajo el que ha facturado el mejor grupo de heavy metal que ha parido la madre patria. Tenemos suerte de que, tras tantos años dando el callo, estos fenómenos sigan con ganas de regalarnos discazos como este “Aeternus”. Por lo menos el que suscribe lo agradece y lo degusta como merece.
Luis de Juan // @SentenciadeJuan.
Temas:
El olvidado de Dios.
Una vez fuimos héroes.
Tres ahorcados.
Renegado.
De tierra de nadie.
Si tú no estás.
Acuérdate e mí.
Culpo a Dios.
Cien mil veces no.
Siempre hacia el sol.