Sin duda hay bandas con las que te aseguras una noche de victoria y si además
acaban de editar un álbum digno de celebrar, la noche se convierte en la reostia.
25 de marzo, sala Razzmatazz II de Barcelona: Saxon y Masterplan, un par de
bocatas nutritivos, un poco de rasca en el ambiente y una descarga de auténtico
heavy metal apunto de invadir nuestras venas… el domingo «aburrido» promete.
Sólo un concierto de estas características puede mostrar el cartel de «entradas
agotadas» en la taquilla.
Resultaba interesante poder disfrutar de Masterplan, una banda que contrasta
con los cabezas de cartel y que presentaban también nuevo álbum y nuevo vocalista
y sin ningún tipo de retraso saltaron al escenario -cosa que se agradece-.
Personalmente Mike Dimeo me generó bastantes dudas ejecutando los temas que
tan buen recuerdo guardaba con Jorn Lande, además el vocalista se mostró más
melódico de la cuenta en ciertos momentos de la actuación a parte de ser un
frontman bastante seco.
En cuanto al sonido he de decir que estuvo constantemente acaparado por los
aporreos del señor Mike Terrana, que es un pedazo de batería pero… ¿hace falta
tanto?? Os aseguro que la batería temblaba toda ella a lo que el pobre Dimeo
señalaba con gestos de discrepancia. A todo esto decir que tampoco vi muy correcto
un solo del mohicano con una actuación que no llegó ni a 50 minutos (…).
Por lo que se refiere a Roland Grapow, su actuación estuvo llena de esmero
y muy cercana al público, lástima el hecho de no contar con otra guitarra a
la hora de forjar algunos temas. Fueron sonando «Lost and gone», «Take me over»,
y sobretodo temas del primer álbum de la banda -detalle que aún acrecenta más
la sensación de álbum insuperable- pero que los fanáticos de la época Jorn Lande
agradecimos… de hecho hay temas que no se pueden olvidar como «Crystal nights»,
«Soulborn» o «Spirit never dies».
«Kind hearted light» para cerrar me pareció un tema extenso y demasiado lento.
En definitiva un directo con poco peso (excepto el que sorepasó M. Terrana)
y que espero no se convierta en el modelo de las próximas giras, aunque hay
que admitir que existe calidad de sobras en los músicos y el nuevo álbum es
una buena muestra de ello.
Sin demasiada tregua, las luces volvieron a apagarse y el humo empezó a crear
un ambiente perfecto para emprender la intro de «State of Grace», el tema que
abre su último disco.
Los clásicos de una banda como Saxon siempre son bien recibidos pero el hecho
de dedicar una buena parte de la jornada a los temas del nuevo álbum robustece
aún más su valía además que demostraron que «The Inner Sanctum» es perfecto
para el directo: «I’ve got to rock (to stay alive)», «Red star falling» o «Let
Me feel your power» fueron ejemplares sobresalientes.
En cuanto a los clásicos, es inevitable que puedan caer todos los que esperamos
pero eso le da más autenticidad a la banda ya que tal y como viene demostrando
Biff hace años, puede hacer con su set list lo que le rote. «Power and the glory»,
la nostálgica «And the band played on», «Wheels of Steel», mi favorita «Princess
of The Night» y algunas sorpresas recuperadas como «Are we travellers in time»
de «Metalhead»… como siempre la banda excitadísima no permitió que nos relajáramos
ni un segundo «Attila the Hunn», «Ashes to ashes», «If I was you» (el single
que a mi parecer no sobra solo en el disco), «Crusader»…
Si existe una banda ejemplar en todos los aspectos, esa es SAXON. Su alucinante
escalada desde sus inicios hasta el momento en el que se encuentran es difícil
de explicar pero se mantienen en un nivel de forma y popularidad altísimos.
Descargan en salas más grandes y sus discos, vuelven a figurar en los puestos
de listas de ventas de varios países editando álbumes interesantísimos. Da igual
que se trate de una sala pequeña o un gran festival, la veteranía de estos incombustibles
les permite afrontar el show con unas garantías inalcanzables para otras bandas
clásicas o actuales.
Texto: Angi Reyes
Fotos: Marcel.lí Dreamevil