Hablar de Siddharta es hablar de una de mis grandes debilidades musicales. Uno de esos grupos que siempre te preguntas por que no estarán más alto. Bien es cierto que fácil no lo han tenido, y que quizás su música por momentos fuese demasiado blanda para el Rock y demasiado dura para el Pop, y eso al público, por lo general bastante encasillado, le desconcierta. Sea como fuere, la calidad de sus trabajos está fuera de toda duda, contando, además, con una de las mejores voces de este país: Fernando Pleite.
Alberto López
La historia de la banda, para quien no los conozca, comienza en 2001 con el lanzamiento de “Octubre”, que les supuso una crítica estupenda y se les mencionase como grupo revelación en diversos medios. Canciones como “Títere”, “Nadia” o “Sr. Nadie” mostraban una banda que sabia moverse muy bien por terrenos melódicos, con un gusto musical y una sensibilidad que a mí, como a otros tantos, me enganchó desde el primer momento.
Pero en 2005 se sacaron de la manga “Todo/Nada”, una auténtica maravilla de Rock melódico que les puso en boca de todos dentro del terreno independiente de este país. Desconozco las circunstancias, pero este álbum era para que una discográfica de peso lo hubiese cogido y lo hubiese puesto en lo más alto. Pero no, y ahí quedaron, casi como banda de culto.
Quizá esta circunstancia, el verse relegados al plano de lo independiente sabiendo el buen material que poseían, les llevo a cambiar de nombre y probar más suerte bajo el título de 7 Lunas, regrabando temas pasados, como “Nadia” y “Sentir”, y volviendo a facturar otros nuevos de gran calidad como “Sobre la arena”, “Como la luna al sol” o “Dolor”. Otro buen registro que quedo ahí, sin más, hasta que en Octubre de 2015, otra vez bajo el nombre de Siddharta, lanzan sorpresivamente dos temas de adelanto de lo que será su próximo trabajo, que no es otro que este “III” que aquí nos ocupa.
“Funambulista” da comienzo al álbum, con un riff típicamente rockero, hasta que la voz de Pleite hace su aparición, momento en el cual, tras las melodías vocales, comienzan a sucederse los pequeños arreglos y detalles de las guitarras que ya son marca de la casa. El tema camina sobre parones y cambios hacia un estribillo que poco a poco se te mete en la cabeza hasta no salir. Entre solos llega una parte, con cierto aire funky y la voz de Pleite cargada de efectos, que le da otro aire a un corte que si no, quizá se hubiese hecho algo largo con sus más de seis minutos.
“Si duele existe” fue uno de los temas de adelanto que pudimos disfrutar. Una auténtica maravilla. Eléctricas arpegiadas y con mucho efecto, apoyadas por acústicas muy disimuladas y Pleite mostrando su amplio registro, desde lo más grave en las estrofas a los tonos más altos al final de los últimos estribillos. Uno de las mejores canciones que han facturado en toda su carrera.
Las letras siguen girando en torno a los sentimientos, muy intimistas, aunque quizá alguna como “Tu nombre” lleve un espíritu algo más positivo. Tercer corte, este, que vuelve a tirar de su faceta mas rockera y directa, para acto seguido llevarnos al mundo de la balada/medio tiempo que tan bien se les da y que les queda tan deliciosamente bien. Hablamos de “De un solo golpe”, que destila melancolía por los cuatro costados y vuelve a mostrarnos al mejor Pleite, quien ha desarrollado aun más su faceta interpretativa, dejándonos momentos de auténtica piel de gallina.
“Caín o Abel”, vuelve a recuperar su faceta más rockera. Hablar una vez más del buen hacer de Fernando Pleite sería ya reiterativo, pero baste decir que está auténticamente impresionante durante todo el disco. Posee uno de esos estribillos que según lo escuchas te recuerda a algo y en seguida lo aceptas como propio.
Cosas extrañas de la vida, el primer adelanto que escuché fue “Es el momento” y en ese instante no me terminó de convencer del todo. El lado opuesto de lo que me ocurrió con “Si duele existe”. Ahora es un corte mucho más apreciado, con un caminar muy Siddharta, cargado de dinámica y que pasa por ser de los mejores del álbum. Menos mal que no me quedé con la primera impresión.
Volvemos al camino más delicado con “Siete lunas”, que después del repaso que hemos hecho a su trayectoria podéis imaginar por donde van los tiros. Rica en matices y otra vez derrochando melancolía e intimismo. Matices que no están ausentes, aunque de otra manera en “Rotos”, otro corte que supera los seis minutos, pero que gracias a esa habilidad que tienen para mediante un simple arpegio, un simple arreglo, un cambio en el momento adecuado, dotar a un tema de gran dinamismo, no se hace nada largo.
“Verano” es un in crescendo de intensidad que termina con un largo fade out de orquestaciones para finalizar el disco oficialmente. Otro gustazo. Aunque, siempre hay más, y en este caso se trata de “Junto a tu Edén”, bonus track que incorpora el piano como elemento principal.
En definitiva, estamos ante una banda y un disco que deberían estar mucho más alto, mucho más, de lo que lo están. Una grata experiencia este “III”, que en mi corazoncito pugna por el lugar de “Todo/Nada”.
Alberto López
Temas:
1 – Funambulista
2 – Si duele existe
3 – Tu nombre
4 – De un solo golpe
5 – Caín o Abel
6 – Es el momento
7 – Siete lunas
8 – Rotos
9 – Verano
10- Junto a tu Edén