Los libros autobiográficos de estrellas de rock de las décadas más desfasadas de la época dorada del género, los setenta y los ochenta, no suelen ser un adalid de profundidad. Normalmente van directos al turrón que interesa al lector. Hay varios ejemplos de ello, el más popular quizá sea "The Dirt" de Mötley Crüe, que si bien era una montaña rusa de diversión e información, la verdad es que hacía honor a su título de la primera página a la última.

Edko Fuzz

No es el caso de "Slash", la autobiografía del icónico guitarrista con chistera de Guns N’ Roses publicada en 2007 (2010 en nuestro país). Escrito conjuntamente con el periodista de Rolling Stone Anthony Bozza, este libro es una crónica documental de una época concreta, un retrato del auge y caída de la última gran banda de rock del siglo XX y un viaje por las vivencias en primera persona de Slash, todo en un solo volúmen. Ahora que Slash y Axl Rose parecen haber enterrado el hacha de guerra, es un buen momento para echar un vistazo a una autobiografía que marcó un antes y un después en el género.

Para empezar, el retrato que crea Slash del Hollywood de finales de los setenta y principios de los ochenta es para enmarcar. Cualquier persona interesada en ese lugar y en esa época en concreto debería echarle un vistazo al primer tercio del libro. En él, Saul Hudson nos cuenta, con todo lujo de detalles, historias de sus barrios, escuelas, institutos y parques donde co-habitaba con otras criaturas. En este contexto, vemos cómo un niño hijo de bohemios relacionados con el mundo artístico creció entre la cleptomania (hilarantes pasajes) y la pronta exposición a las drogas de todo tipo.

A partir de ahí, van entrando personajes clave en la historia como el propio Steven Adler, uno de los mejores amigos de Slash desde la tierna infancia o Marc Canter, el conocico como "sexto gunner". Es en esa época cuando Slash descubre a Aerosmith y toca por primera vez una guitarra, instrumento del que ya no se desprenderá hasta nuestros días. Es en este punto cuando otros nombres como Duff McKagan, Izzy Stradlin o, finalmente, Axl Rose, entran en escena. No deja de ser irónico en este punto, que ni siquiera el propio Slash sea capaz de contar con exactitud cómo se acabó juntando la que sería la formación clásica de Guns N’ Roses, pero es que con el ir y venir de personajes entre bandas de aquél par de años, tampoco se le puede culpar.

Ojo, pero que nadie se asuste. En el libro hay bastante carroña, por supuesto. ¿Cómo no iba a haberla? ¡Estamos hablando de una autobiografía relacionada con Guns N’ Roses, por favor! Escarceos con las drogas, violencia, situaciones surrealistas, sexo, más drogas… Está todo, pero siempre contado desde la perspectiva de Slash, que no se suele jactar de haber hecho todo lo que se cuenta en estas páginas. Y es que el tono de su discurso es muy neutral; lo cuenta todo de manera muy natural, sin exageraciones ni excusas, dejando que el lector sea el que juzgue por sí mismo. El único momento donde el Chisteras anda con pies de plomo es cuando habla, por supuesto, de Axl Rose. No hay que olvidar que este libro apareció en un momento álgido del choque de egos entre ellos dos, así que es normal que Slash quisiera evitar posibles pleitos por parte del ejército de letrados del pelirrojo. En el libro, Slash retrata a Axl como una persona de enorme talento e inteligencia, pero a la vez con una personalidad geniunamente explosiva, peligrosa e inestable, todo ello sin entrar jamás en jardines de los que no pueda salir.

Las anécdotas de gira están a la orden del día, así como buenos detalles sobre la grabación de "Appetite for Destruction", los ensayos pre "Use Your Illusion" (dinamita pura) y luego ya, cosas de la etapa post-GN’R con especial énfasis en su vida privada. Es posible que para la mayoría de lectores el último tercio del libro decaiga en interés, pero aun así sigue habiendo auténticas perlas de buena información.

En el libro Slash también suelta mini-exclusivas que harán salivar a cualquier fan de GN’R que se precie como que, por ejemplo, existen horas y horas de filmación de la gira de Use Your Illusion. Un par de amigos de la banda se dedicó a filmarlo todo con acceso ilimitado e incluso el propio Slash especula con la posibilidad de que algún día todo ese material viera la luz en formato documental, admitiendo que en caso de suceder, estaríamos ante el documental definitivo sobre la banda. Imposible no empezar a pensar qué pueden esconder esos kilómetros y kilómetros de celuloide.

https://www.youtube.com/watch?v=DOgu-J8xT7w

Si queremos encontrar pegas al libro lo vamos a conseguir, por supuesto. Probablemente habrá gente que eche en falta unas páginas dedicadas al propio estilo de Slash como guitarrista en sí, pero en ningún momento es ese el objetivo de esta historia. De hecho, Slash se presenta como un fan más de la música que logró encontrar un medio de expresión a través de seis cuerdas sujetas a un trozo de madera. El guitarrista menciona sus influencias y sus motivaciones, pero nunca a nivel técnico, simplemente se considera un fan más que encontró una energía en inspiración en personas que para él eran puros ídolos.

Podría seguir y seguir, pero es que la cantidad de información que contiene este libro es casi inabarcable. "Slash" sea probablemente una de las autobiografías musicales definitivas publicadas hasta la fecha. Es el equilibrio perfecto entre información, anécdota, interés y redacción (hay que admitir que el amigo Bozza ha ordenado los pensamientos de Slash de manera impecable). Sin duda alguna, es un libro de lectura absolutamente obligatoria para cualquier fan de la banda o el guitarrista, y me atrevería a decir que cualquier aficionado al rock en general.

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Edko Fuzz