Ahora que se acerca la esperada fecha en la que la madrileña banda Sôber va a representar “Paradÿsso” íntegramente junto a la Orquesta Sinfónica OCAS, es buen momento para echar un vistazo atrás y rescatar aquel álbum, convertido ya en todo un clásico del metal y el rock alternativo de nuestro país.
Alberto López
Sôber ya venían cosechando buenos comentarios con sus anteriores discos, y con temas como “Loco”, “La prisión del placer” o “Vacío” eran ya un nombre bien conocido y a tener en cuenta en el panorama musical español. Pero no fue hasta 2002, con este magnífico “Paradÿsso” que nos ocupa, cuando lograron llegar al éxito más rotundo. Disco de platino, el single “Diez años” llegó a número uno de las listas, una gira con más de 150 conciertos… “Paradÿsso” sentó las bases de la grandeza de Sôber.
Musicalmente muchos lo tacharon de excesivamente comercial si se comparaba con sus predecesores, y sobre todo porque con este álbum empezaron sus apariciones en Los 40 Principales y demás medios más comerciales y generalistas. La realidad es que “Paradÿsso”, a día de hoy sigue siendo uno de los mejores discos de Sôber, para muchos el mejor, y fue el punto de partida de una línea ascendente, también en lo musical, que llega hasta nuestros días.
“Arrepentido” abre el álbum. Se convirtió en clásico instantáneo y en su momento me lo encontraba casi cada día en la televisión a la hora de comer. Fue, quizá con “Diez Años” y el corte que da título al disco, uno de los grandes responsables del gran éxito que cosechó “Paradÿsso”, y que a día de hoy sigue siendo prácticamente inamovible en sus conciertos.
“Lejos”, con ese ritmo pesado y cortante, fue una de las que más desapercibidas pasaron, pero que con el tiempo ha ido ganando en gusto para los fans, siendo una agradable incorporación en los setlist de la pasada gira.
¿Qué decir de “Diez años” que no se haya dicho ya? Fue el auténtico impulsor de este álbum siendo también un corte imprescindible en sus shows. Ese estribillo, ese “Decir si a ser libre…” ha traspasado fronteras estilísticas, siendo así todo un clásico de lo alternativo en este país.
El trío conformado por “Cápsula”, “Eternidad” y “Hemoglobina”, sigue siendo, para mí, de lo mejor que ha facturado la banda en su historia, y donde realmente se aprecia en todo su esplendor la línea que llevaban, la que comenzaron a llevar y la que llevarían más adelante. Esos juegos de arpegios y efectos que pronto se convertirían en marca de la casa, y la inclusión de cuerdas e instrumentaciones clásicas que con tanto gusto seguirían utilizando, marcarían el sonido de Sôber, sin dejar de lado la contundencia y la claridad, característica que ha hecho de ellos un grupo difícilmente igualable en directo, y que aquí ya se podía apreciar más que bien.
Ante tanta calidad, quizá “No perdones” o “Animal” quedaban un pelo por debajo del resto de cortes en la segunda parte del disco, y es que “Mis cenizas”, “Reencuentro” y “Paradÿsso” se llevaron toda la gloria, merecidamente por otra parte. El acierto compositivo es más que evidente, habiendo facturado unos temas que poseían contundencia y grandes melodías, con una cantidad ingente de arreglos de un gusto exquisito y una interpretación que llega hasta lo más hondo. Seguramente el haber tenido tiempo y tranquilidad de cara a este lanzamiento, habiéndolo grabado en los estudios CUBE junto a Alberto Seara, y encargándose ellos mismo de la producción, tuviese mucho que ver.
En su momento fue criticado, tristemente como todo lo que rompe moldes en este país, pero realmente fue un disco muy grande y que marcó la llegada al éxito de una banda que ya no se bajaría de ahí. Imprescindible.
Alberto López
Temas:
Arrepentido
Lejos
Diez años
Cápsula
Eternidad
Hemoglobina
No perdones
Mis cenizas
Animal
Reencuentro
Paradÿsso