Pese a ser un local pequeño, el escenario era lo suficientemente grande como para que se pudieran mover bien y que la gente estuviera encima disfrutando del mismo. Así, previo a la apertura de las puertas, ya unos cuantos fans estaban esperando, lo que siempre es un buen síntoma de la expectación que pueda crear una banda.
Blowsight eran los encagados de abrir, un grupo que a tenor de lo escuchado en disco y lo escuchado en directo, la diferencia es bastante grande. Salieron con puntualidad británica al pequeño escenario de la Sala Azkena los cuatro suecos, a cada cual vestido de una manera cuanto menos distinta entre ellos. Cierto es que cuando empezaron había poca gente en la sala, un aforo que poco a poco iba tomado el carácter definitivo de la gente que nos juntamos para este concierto.
Su metal, con tintes pop e incluso punk, recordándome a veces a grupos como Good Charlotte fue una buena propuesta, ya que consiguieron animar a los allí presentes. El cantante demostró tener ganas de mover a la sala e incluso trataba de decir palabras en castellano para provocar a la gente. Temas como “Miracle”, “I wish you 666” o inclusouna versión que me pareció de Britney Spears, “Bandit” , aunque para mi el guiño más simpático fue el que concluyeron con el sonido de cerrar la sesión de Windows poniendo el colofón a su set que fue de menos a más..
En definitiva estuvieron poco más de 40 minutos para un total de 8 temas, donde supieron captar la atención de la gente que estaba allí esperando a ver a Sonic Syndicate, e incluso ellos también vieron un arto su actuación desde el lateral. Además al finalizar el concierto la gente pudo conversar con ellos y sacarse fotos, ya que esperaron para ello.
Con el final de Blowsight, estos se dispusieron a recoger con rapidez, y lo consiguieron, ya que la demora fue breve relativamente, una media hora tuvimos que esperar para que se apagaran las luces. Decir que la gira no la hizo Richard Sjunnesson-, en la voz gutural, puesto que decidió dejarlo un tiempo para dedicarlo a la familia y por discrepancias sobre la tendencia más comercial que están tomando. En su lugar está Christoffer Andersson, de momento para cubrir la gira. Decir que lo hizo de manera notable, cubriendo perfectamente el hueco dejado por Richard, aunque la presencia escénica fuera distinta.
Pero volvamos al concierto en sí. Al apagarse las luces y sonar la intro, la agitación estaba servida. La cercanía del grupo en esta sala es una gozada, y ya desde la primera nota que tocaron y la primera palabra que cantaron de “We rule the night” dejaron patentes cuales eran las intenciones del grupo. Intensidad, fuerza y sobre todo dejar a la audiencia más que satisfecha. La presencia de Nathan James Biggs en el escenario es imponente. El tío se mueve, rapea y hace las voces limpias con un grandísimo acierto. Se le nota que toma el mando en el escenario, ya que no para.
El presentar este disco que tienen en el mercado hizo que muchas de las canciones que allí tocaron fueran precisamente de este “We rule the night”, de ahí que empezaran con la que da título al disco , para seguir con “The Beauty and the freak”, también del mismo. Sus ganas de directo se iban acentuando, y todos los miembros estaban dándolo todo, headbanging a tope,. No paraban en ningún momento, con una Karin Axelsson al bajo que la principio estaba un poco por atrás pero que poco a poco se fue viniendo adelante en una grandísima actuación.
El sonido en las primeras filas era muy bueno, y las alternancias vocales así lo dejaban ver, además de los samplers que usan para hacer los efectos correspondientes a los teclados de canciones como “Revolution “Baby”, “Aftermath” o la balada” “My own life”. El disfrute de la gente se iba notando según caían los temas del set list, ya que la gran mayoría de las canciones son conocidas entre los fans del grupo.
Antes de empezar con “Heart of Eve”, Natahn quiso dedicarles la canción a sus colegas de Blowsight que es están acompañando toda la gira, y con los que parece que tienen buen rollo. Tras esta sonó seguidamente sin pausa “Powershift”, con esa contundencia que tiene la canción, sonó como esperábamos y eso que ninguno de los vocalistas del disco es el mismo que el directo.
Para tomar un poco de aire se animaron con la balada “My own life”, un tema que nos da más pistas sobre la evolución en la que está la banda y que fue muy coreada por la gente.
Hay canciones que son esperadas y en este caso “Aftermath”, una de mis favoritas de los suecos sonó con toda esa rabia que tiene y que transmite, y donde la gente botaba y disfrutaba mucho, es una canción pura de directo y así se vió.
“Denied” fue la siguiente, que también tiene mucha fuerza e intensidad en directo y que además es del mismo disco que la anterior, del “Love and other Disasters”.
Así , tras tocar “Break of the day”llegamos al breve descanso que se concedieron, ya que era muy pronto para retirarse.
Para esta parte final guardaron tres temas que son una seña de identidad en ellos ahora mismo, como el primer single del disco, y la canción con la que se presentó a Nathan, “Burn this city”, Pausa para poner los samplers en marcha y que sonara “Turn it up”, canción de corte más comercial, que seguro que es la que marcará la línea del próximo disco, una línea que tiene a ser menos dura, pero sin olvidar su origen y su pasado en cuanto a intensidad.
Y como no podía ser de otra manera….”Jack of Diamonds”, la canción emblema del grupo, un clásico de ellos que no puede dejar de sonar, ya que es a mi juicio la canción que les define, tanto en disco como en directo. Su intensidad es brutal y el contagio que te hace es increíble, los botes, las ganas de saltar, y las ganas de disfrutar de la música en directo están contenidas en esta canción, al menso para este día.
Y como todo lo bueno se acaba, pues para terminar el concierto nos volvieron a tocar un fragmento largo de “We Rule the night”, curioso que empiecen y acaben con la misma canción, no es algo habitual.
Así tras unos 70 minutos y esos 16 temas, se despidieron del respetable, emplazándonos hasta la siguiente. Esperemos que sea en otra sala más grande donde veamos de que pueden ser cpaces en esta nueva etapa de Sonic Syndicate.Si que eché en falta algún tema más como “Psychic Suicide”, pero esto ya no dio para más.
En resumen un concierto corto pero intenso y donde se ven las evoluciones del grupo en las canciones, ya que, pese a ser algo lógico el que toquen muchas del album más reciente, si que encontré que faltaron alguna más dura, lo que puede hacer peligrar su seña de identidad…al menos en disco, por que en directo al menos a mí, me gustaron muchísimo y las expectativas que tenía se cumplieron ampliamente.
Texto y Fotos: Silvia López