El 26 se inaugura SOUNDTRACK la próxima exposición de Juan Pérez-Fajardo en #EFTI .
Escribe Fernando Navarro:
Decía Keith Richards que para hacer rock and roll simplemente basta con unos tíos tocando las guitarras con cierta habilidad, pasión y desparpajo sin importar los avances tecnológicos. “La tecnología no hace rock and roll”, sentenciaba. Sucede lo mismo con la fotografía, ese otro noble arte que vive en la calle, liberando sensaciones. La fotografía -ahora que parece que todo el mundo es fotógrafo con los móviles de última generación- no necesita de tecnología para ser sugerente, evocadora, impactante, inolvidable. La mirada que hay tras el objetivo es más importante que todo lo demás, como en una banda de rock and roll son más importantes los individuos que la forman y su manera de interpretar el mundo con canciones que todo lo demás. Juan Pérez-Fajardo bien lo sabe. O, al menos, bien lo testifica con sus fabulosas imágenes, llenas de vitalismo y detalle.
Sus fotografías son testimonio de un oficio, pero también de algo más importante: simbolizan a toda una raza en peligro de extinción. Juan Pérez-Fajardo, que ha trabajado para Rolling Stone, Mondo Sonoro, Rock Deluxe, Esquire o el diario El País y ha tenido exposiciones permanentes en galerías de Madrid y el Hard Rock Hotel de Las
Vegas, es uno de los pocos fotógrafos musicales que quedan. Todo un superviviente, pero también todo un maestro de la imagen musical. Como bien demuestran las instantáneas de la exposición que se celebrará del 26 de octubre al 23 de noviembre en EFTI (Centro Internacional de Fotografía y Cine), su mirada es una de las mejores miradas musicales en España. Hay otras, por supuesto, pero casi ninguna con su talento, su pasión y, después de tantos años al pie del foso, su sabiduría. En sus retratos hay una energía tremendamente humana y atractiva. Y se transmite a través de protagonistas de lo más dispar desde el lado rockero de Bunbury, Loquillo o Rosendo al perfil amable de Bertín Osborne o Pablo Alborán, pasando por iconos como Patti Smith, Kiss, Nick Lowe o Stevie Van Zandt.
Conozco a Juan Pérez-Fajardo desde hace años. Le he visto en muchos conciertos en salas, en muchos festivales, con muchas horas de trabajo a las espaldas, con mucha paciencia y también con muchas ganas de seguir en este oficio. O, mejor dicho, en esta razón de ser que es el fotógrafo musical. Y siempre que le veo con su cámara a punto de disparar, enfocando y buscando el momento perfecto, pienso en otras palabras de Keith
Richards rememorando sus inicios. “Si quieres ser guitarrista, empieza por coger una eléctrica. Primero tienes que conocer a esa cabrona. Irte a la cama con ella. Si no hay una chica alrededor, duerme con ella. Tiene la forma perfecta”. Cambia la guitarra eléctrica por una cámara fotográfica. Ahí tienes a Juan Pérez-Fajardo en sus comienzos. Después de una vida con ella, se conoce a esa cabrona mejor que a cualquier novia. Créeme que en sus fotografías esa conexión se nota. Es imborrable. Es un misterio repleto de arte.