Steve Vai + El Twanguero – 18 de Julio 2022 – Noches del Botánico (Madrid)
Nueva visita a las Noches del Botánico para recibir a dos ases de la guitarra como El Twanguero y el siempre aclamado Steve Vai.
Texto y Fotos: David Aresté
Al primero lo vimos días atrás en el BluesCazorla y el segundo hacía 6 años que no pasaba por España. Lo último que vino a presentar fueron hace 6 años las reediciones especiales que publicaron por el 25 aniversario del “Passion and warfare” hasta hoy, que esta vez si vino con material nuevo bajo el brazo llamado “Inviolate” en una serie de fechas por España.
Aunque parecía media tarde, Diego García o lo que es lo mismo, “El Twanguero”, saltaba al impecable escenario de Las Noches… con una guitarra acústica, disipando cualquier duda si íbamos a ver el mismo show que en Cazorla. Él también estaba presentando disco, el segundo volumen de sus “Carreteras secundarias”.
Se trata de un álbum intimista de cortes acústicos, así que tal y como iba no necesitaba nada más para reproducir el ambiente de ese nuevo disco. Por tanto a la hora marcada y la gente entrando a sus plazas comenzamos a oír grandes y delicadas piezas a la guitarra como “La leyenda del Cañaveral”, “Samba de la Jungla” o “El Camino” destacando también una curiosa versión del “Mr.Sandman” con referencias a Chet Atkins, una referencia de Diego que le encanta.
Como decimos, nosotros le vimos días atrás en el BluesCazorla con banda completa y el show ganó muchos enteros. Aún así, este formato también estuvo bien y sirvió para que uno de los grandes guitarristas de España nos siguiese asombrando y deleitando con su técnica y buen hacer.
Momento para refrigerarse e intentar comer algo en el fantástico entorno donde suceden los conciertos del festival y así mitigar la asfixiante calor que hacía para llegar a las 22h y prepararnos para otro viaje al mundo del marciano Steve Vai.
Hay que decir que el setlist fue realmente equilibrado alternando un tema del disco nuevo con otro de los antiguos, dándonos así una pizca de cada cosa a medida que avanzaba el setlist.
Uno de los incentivos del show era ver en vivo a “Hydra”, la nueva guitarra de Steve con la que abre su nuevo disco “Teeth of the Hydra”, pero debido a sus dimensiones es impracticable llevarla al directo, así que comenzaron con “Avalancha” también del nuevo. Un muro sónico de riffs y ritmos que enlazaron con “Giants Balls of Gold”, que sonó sublime como siempre para seguir con la nueva “Little Pretty” que seguía la misma tónica de los dos cortes anteriores.
Para parar un poco las revoluciones del trío inicial “Tender Surrender” sonó maravillosamente delicada y elegante, celebrada por los más veteranos que estábamos allí y que sonaba tan bien en ese emplazamiento. Una sensación de verdadera exquisitez que se fue disipando con “Lights Are On” y “Candlepower” que parecieron temas iguales y se cayó un poco en la linealidad juntados con solos de Phillip Bynoe al bajo y Weiner a la guitarra.
Vai cogió fuerzas en este tramo para encarar la segunda parte del show y seguir con “Building the Church” y sus tappings endiablados. Hay que decir que durante todo el concierto las tres pantallas del fondo de escenario se estuvieron proyectando logos de Vai e imágenes relacionadas con las canciones para hacer el show más interesante a nivel visual.
“Greenish Blues” fue el penúltimo tema que sonó de “Inviolate” que en cierta manera nos cortó el subidón que nos dio el anterior, pero que por suerte nos iban a dar los siguientes. Bonito ejercicio de nostalgia fue cuando por las pantallas reprodujeron el principio del duelo de “Cruce de caminos” donde comienza tocando Vai y que este reprodujo de forma exacta para seguir con “Bad Horsie”.
Tema denso, pesado, técnico e igual de delicioso que siempre que el genio de las Ibanez se dedicó a calcar una vez más haciendo las delicias de los allí presentes. “I’m Becoming” pasó más desapercibida para dar paso a otra grande como era “Whispering a Prayer”, otro corte solemne y emocionante que sonó con el empaque que se merece y con una genial interpretación por parte de todos. “Dyin’ Day” fue uno de los cortes rescatados del “Fire Garden” que el año pasado cumplió 25 años y que verdaderamente podría haber rescatado más, ya que es un disco que nos encanta.
Encarábamos la recta final de la noche con el solo que faltaba, el de Jeremy Colson… Un solo que quedó resultón y que nos confirmó lo que ya sabíamos, que Colson es un fuera de serie, así que se lo podrían haber ahorrado y poner otro tema. Pero claro, a Vai le quedaban unos cuantos más, así que “Zeus in Chains” fue el inicio hacia los fuegos artificiales hacia el final del evento para seguir con “Liberty”; un tema demasiado corto emocionante en cada una de sus notas y que nos pone la piel de gallina cada vez que lo interpreta.
Todo aquello lo teníamos que acabar como se merece, así que era el turno de “For the Love of God”, pero esta vez la modificaron con Dani G. (guitarrista de The Last Days of Eden y técnico de sonido de Vai) saliendo a cantar una mini pieza de ópera en esos momentos iniciales para luego dejarnos disfrutar de la pieza cruda y acabar como siempre un show de Vai.
Un bis que siempre suelen tener en la manga es el “Taurus Bulba”, una parte de la “Fire Garden Suite” del disco del mismo nombre. Por poner algún pero, si hubieran quitado los solos todo ese tiempo lo podrían haber invertido en hacer la suite completa y aquello si que hubiese sido un final más que perfecto. Aún así la parte que oímos, con sus cambios de ritmo, partes orientales y demás florituras técnicas nos pareció como siempre otro bocatto di cardinale, así que a falta del completo este también estuvo realmente bien.
Vai sigue acompañándose de su trío de escuderos de siempre: Colson a la batería, Dave Weiner a la guitarra y Phillip Bynoe al bajo. El primero se ha ganado el puesto desde siempre, ya que nadie podría hacerlo mejor… la pegada de Jeremy es espectacular y solo tiene sitio para estar con alguien como Vai. Weiner lo hemos visto evolucionar desde que era bien jovencito, y aunque este a la sombra de Vai en cuanto a guitarras tiene momentos que demuestra su valía. Bynoe acompaña a los tres para marcar la base rítmica y aportar algo más que un bajista común por estar en la banda en la que está.
Por su parte, Vai sigue tocando igual que siempre sin importar esos 62 años de edad y para más inri no hicieron un setlist corto, aunque pudo descansar entre solo y solo. Destacar otra vez el nivel de agilidad y rapidez en sus dedos que hizo que siguiéramos maravillándonos como el primer día con todas las notas que nos dejó de sus Ibanez. Ojalá que aquellos rumores que decían que esta era su última gira mundial no lleguen a nada y podamos verlo algunos años más, al menos nos conformamos con tenerle aquí para la segunda parte de esta gira presentando ese último disco.