Stone Sour: Hydrograd // Roadrunner Records
Hace tiempo que Stone Sour dejó de ser “la banda del cantante de Slipknot” para labrarse un nombre propio en la escena metalera contemporánea. Y es que si bien con su debut homónimo se les tachó de mero pasatiempo en tiempos de barbecho de Slipknot, a parte de ser el que más reminiscencias tiene a los enmascarados, Corey Taylor y Jim Root, aunque ya no esté en la banda, demostraron que había mucho más, facturando un “Come What(ever) May” todavía insuperable a día de hoy. Después vinieron otros tres grandes trabajos, con sus más y sus menos, hasta llegar a este “Hydrograd”, primer lanzamiento que encaran sin Jim, muy bien sustituido por Christian Martucci.
Alberto López
Con un “Hello you bastards” nos da la bienvenida “YSIF”, el tema instrumental que hace las veces de intro y que da paso a “Taipei Person/Allah Tea”, corte que supera los cinco minutos y que nos muestra a una banda compacta que desarrolla el riff inicial a lo largo de sucesivos cambios, con ciertas reminiscencias a Metallica en algunas partes.
Según el propio Corey este es probablemente el mejor disco que ha grabado en su carrera. A mí, personalmente, me parece una afirmación sumamente arriesgada, ya que si de algo puede presumir el rubio cantante es de haber grabado discos enormemente importantes. Aun así, dicha afirmación empieza a calar en tu mente cuando el bajo cargado de distorsión da comienzo a “Knievel Has Landed”, uno de los grande cortes de este disco sin duda alguna. Corey vuelve a demostrar que es uno de los mejores cantantes, y frontman, de la actualidad. Incluso infravalorado a mi juicio. Se mueve en esa tesitura que no llega a ser tan agresiva como es en Slipknot pero que transmite una agresividad contenida tremenda para acto seguido regalarte unas melodías perfectas. Ese es el éxito de esta banda. Ese, junto con los riffs de Martucci y Rand, el siempre genial Roy Mayorga tras los timbales y la efectividad de Johny Chow a las cuatro cuerdas. Lo tiene todo.
“Hydrograd” tiene un peso específico digno de mención. Da título al álbum y nos ofrece unos riffs densos y profundos, un tempo pausado y ciertas reminiscencias Stoner. Evoluciona crecientemente hasta una buena sucesión de solos hasta retomar el estribillo, que acaba por gustar a pesar de no ser de los mejores que han facturado.
Llega la hora de los dos singles de adelanto. El primero, “Song #3”, es simplemente ese single perfecto para una banda como esta. Contundencia y melodía, un video clip que simula un plano secuencia muy trabajado, y una composición que engancha como la peor, o mejor, de las drogas. Pero es que después llega “Fabuless”, el segundo adelanto, y termina de “arreglar” el asunto. Temazo absoluto, con un video clip divertidísimo, en el que la banda pasa por todas sus fases, levantándote literalmente del asiento en su parte más agresiva. Si, de lo mejor que Corey ha hecho nunca.
“The Witness Tree” y “Rose Red Violent Blue (This Song Is Dumb & So I Am)” rebajan algo la euforia. Más calmadas y distendidas, funcionan muy bien como respiro, algo que Stone Sour siempre ha sabido hace muy bien. La dinámica general del álbum es importante y no se puede estar ni todo el rato arriba ni todo el tiempo abajo. Y ellos lo saben muy bien, por eso tras “Thank God Is Over” llega “St. Marie”, una de esas baladas que tan bien le quedan a Taylor. Y es que es todo un especialista en este tipo de temas, ya lo hemos comprobado a lo largo de su carrera con cortes como “Bother”, “Through Glass” o “Zzyzx Rd.”, o incluso “Vermillion Pt. 2” de Slipknot. En este caso, encontramos un tema donde prima lo acústico, con una steel guitar regalándonos arreglos preciosistas, de gran intensidad y con un toque Country e incluso navideño.
“Mercy” es típicamente Stone Sour y da paso al inicio denso y oscuro de “Whiplash Pants”. Que no os engañe, va adquiriendo velocidad y agresividad hasta pasar por un corte que por poco no acabó en uno de los álbumes de Slipknot.
“Friday Knights”, a pesar del gran trabajo de Roy Mayorga, quizá sea la que pase más desapercibida. Precede a “Somebody Stole My Eyes” que, sin embargo, puede que sea de lo más destacable de este “Hydrograd”. Metallica y Motörhead se me viene a la mente, mientras revientan mis altavoces.
Para cerrar nos encontramos con “When The Fever Broke”. Con este toque extenso, melancólico y pausado ponen fin a un disco de altura. No me atrevería a decir si es mejor o peor que este o aquel, porque aun manteniendo la pura esencia de Stone Sour es muy diferente a sus predecesores. Lo que es seguro es que calidad hay a raudales.
Alberto López
Temas:
01 – Ysif
02 – Taipei PersonAllah Tea
03 – Knievel Has Landed
04 – Hydrograd
05 – Song #3
06 – Fabuless
07 – The Witness Trees
08 – Rose Red Violent Blue (This Song Is Dumb & So Am I)
09 – Thank God It’s Over
10 – St. Marie
11 – Mercy
12 – Whiplash Pants
13 – Friday Knights
14 – Somebody Stole My Eyes
15 – When The Fever Broke