Hace ya la friolera de 25 años desde que vio la luz el primer trabajo de los americanos Stryper, titulado «The Yellow And Black Attack». Trabajo que marcaría un antes y un después en nuestro rollo. Ellos crearon un estilo dentro de la música heavy, destacando sobre el resto de bandas de la época por los contenidos de sus letras, dedicadas a la religión cristiana, lo que se conoce desde entonces como «Rock Cristiano» o «White metal». Después de ellos llegaron otras bandas como Petra o Whitecross.
Se caracterizaban, además de por las letras de sus canciones, por su indumentaria, donde a parte de las pintas con claras influencias «glam», dominaban los colores amarillo y negro, que también dominaba en las portadas de sus discos e incluso en los instrumentos utilizados y en el escenario. Y así fue hasta que a finales de 1990 publicasen lo que sería el último trabajo que supuso el final de su primera época, Against the Law. A pesar de que para esa ocasión y coincidiendo con el cambio de década, cambiasen radicalmente los colores, que pasaron a ser negro y azul, e incluso la orientación de sus letras, dedicadas esta vez, a la Ley y a ir en su contra, incluyendo en su track list, el primer tema dedicado a una mujer «Lady».
Tras este trabajo que, a pesar de concederles éxito comercial, muchos de sus fans no lo encajaron bien, y tras editar el recopilatorio «Can’t Stop the rock», Michael Sweet decide abandonar la banda para emprender carrera en solitario.
Después, varios han sido los discos recopilatorios editados. Hasta que en 2003 se publicó «7 Weeks Live In America» y dos años más tarde volvieron a reunirse, esta vez con un trabajo en estudio que lo avalaba, «Reborn», que hasta ahora había sido el último trabajo de la banda, y que no fue recibido de la misma forma por todos sus fans, siendo los más «talibanes» muy críticos con la evolución musical que había experimentado la banda.
Es ahora, el 28 Agosto de 2009 cuando se publica en Europa y a través del sello Frontiers Records, el último trabajo grabado a finales de 2008 y que había visto pospuesta su salida anteriormente debido a la grave enfermedad de la esposa de Michael Sweet, que finalmente concluyó de forma trágica con su muerte el pasado 5 de Marzo.
De esta manera, ha coincidido el 25 aniversario con la salida del disco, y tras publicarse el pasado 21 de Julio en USA ha dado comienzo a una gira, primero en Estados Unidos, y más tarde internacional para celebrarlo.
Después de esta introducción, vamos a centrarnos en lo que realmente nos ocupa: el análisis de «Murder By Pride», título de este trabajo que, si bien suponía un regreso a las «raíces» de la banda, para algunos parece no ser así, al menos del todo.
Tal y como yo lo veo, es un trabajo a caballo entre el antiguo sonido de la banda, con el que cosecharon tantos éxitos, y la evolución, por otra parte muy lógica de lo que fue «Reborn».
Si bien, no recupera al cien por cien el sonido de entonces, con aquellas melodías que enganchaban como ninguna, sí que ha dejado de un lado los pesados riffs que abundaban en «Reborn». Partimos de la base que de «Reborn» no fue mal disco, aunque no fue lo que tras diez años de sequía muchos esperaban de él.
También hay que pensar que diez años son muchos años, en los que todo aquello que llegar a afectar a cualquier labor creativa puede cambiar, y de hecho cambió, ya que los chicos no son los de antes, porque tienen vidas muy diferentes, y han tenido muchas vivencias que marcan, incluyendo, por supuesto la triste pérdida que ha sufrido Michael Sweet y que se encuentra tan reciente. Esas cosas, no puede negarse, que influyen y de qué modo en su trabajo.
Por ello, nos encontramos ante un buen trabajo a nivel técnico y de composición, con una voces inmejorable, y donde Michael Sweet se explaya a gusto en muchos temas con esos agudos que se tanto se añoran, dejando claro que por su voz no pasan los años salvo para mejorar. Con un Oz Fox con mucha clase y donde cabe destacar la ausencia de un Robert Sweet sustituido para esta grabación por Kenny Aronoff, que ya trabajó en el pasado junto a Michael Sweet, y a pesar de que la pegada es impresionante, no llega a tener el sonido de antaño, pero está a la altura. Las razones de esta sustitución «temporal» no han trascendido, quedando estas en el seno de la banda.
Estamos ante un trabajo muy madurado, con grandes melodías, y riffs de guitarra notables. No en vano, el propio Michael Sweet comentó que tendría muy en cuenta las opiniones de los fans.
El trabajo comienza recuperando gran parte del sonido de los ochenta, pero sin llegar a alejarse demasiado de ese sonido moderno que nos ofrecía en «Reborn». Entre estos temas yo destacaría, «Eclipse of the sun», «Murder by Pride» y mi favorito del disco «4 Leaf clover». Además, en esta primer parte también nos encontramos con la versión de Bostón que ya pudimos escuchar en directo hace un par de años durante la última visita a nuestro país. Aunque la verdad en aquel momento no lo disfrute como ahora, pues el sonido de la penosa sala donde se celebró el concierto de Madrid, no lo permitió. Veremos que hacen cuando regresen a primeros del próximo año.
Quizás, le pondría un pero al trabajo, que comienza muy bien, pero que más o menos a la mitad, baja mucho la intensidad por la inclusión de temas más melosos, y con menos velocidad, y alguna balada marca de la casa.
Aún así en esa segunda mitad tiene algún tema reseñable como puede ser «Everything» con un gran comienzo, y letra pegadiza pero que al llegar al estribillo, lejos de encontrarnos con un estribillo facilón, lo complican algo más con lo que el tema pierde puntos. O el mismísimo «My love (I’ll always show)», que ha sido completamente reescrito, y no queda de él más que la letra, pues ha dejado de ser esa balada tierna y melosa para reconvertirse en un tema lleno de fuerza, con lo que no lo considero ni versión.
Y como en todo disco de Stryper que se precie, ha de reservarse un hueco a las baladas, y en esto andamos de suerte en Europa ya que la edición de USA sólo contiene «Alive», pero para la edición europea nos han incluido otra, marca del propio Michael Sweet, pues está incluida en su último trabajo en estudio «Touched», y que lleva por título «My love, my life, my flame» y que fue dedicado íntegramente a su esposa Kyle Sweet.
En conclusión, es la evolución que yo esperaba respecto del «reborn», y que aunque los sonidos ochenteros estén ahora de moda, no estamos ni mucho menos en los ochenta, porque como decía al principio, mucho ha llovido desde entonces y por lo que debemos dar gracias a dios es porque esta gran banda, bandera de aquellos años, con la que muchos crecimos, continúe dando conciertos tan espectaculares como los que ha dado hasta ahora, dándolo todo sobre las tablas, y sacando discos con tanta calidad como de ellos se espera. Por muchos años, Amén.
Bárbara Hernández
Temas:
1. Eclipse for the Son
2. 4 Leaf Clover
3. Peace of Mind
4. Alive
5. Plan
6. Murder by Pride
7. Mercy Over Blame
8. I Believe
9. Run in You
10. Love Is Why
11. Everything
12. My Love (I’ll Always Show)