‘Pinnacle of Bedlam” es el título del séptimo disco de estudio de los estadounidenses deathmetálicos Suffocation. Han tardado más de cuatro años en sacar nuevo álbum pero aquí están de nuevo, con sus altísimas dosis de brutalidad, técnica y riffs que atraerán a los más gustosos del género. Paris Gonzalez |
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Nota:7,5/10 |
Existen pocos grupos que, por sí solos, delimiten un estilo. Si hay alguno que lo haga con el brutal death metal, esos son los estadounidenses Suffocation. Más de veinte años de trayectoria creando, transformando y puliendo el género les han colocado en el trono deathmetálico. No obstante, en esta ocasión, la banda ha querido apartarse de la mera brutalidad en la que basaban su estilo y han buscado otras facetas en las que parecen mostrarse bastante cómodos, como demuestran los notables ramalazos técnicos que se despliegan por lo largo y ancho de este ‘Pinnacle of Bedlam’.
Una de las incógnitas que pasaban por la cabeza de todos los fans era la acomodación de Dave Culross, el batería que tenía la misión de hacer olvidar al inigualable Mike Smith. No obstante, Culross ya estuvo en un EP del grupo neoyorquino, allá por 1998. La técnica de Culross no es la del afroamericano pero no se queda lejos y realiza un trabajo más que notable, con unos ritmos que se salen de lo que nos tienen acostumbrados Suffocation. Han dejado de lado tanto infinito blast beat y ha dado rienda suelta a su técnica, dando lugar a una sección rítmica algo más liviana que en precedentes ediciones.
Del resto del grupo, no podía haber dudas. Las guitarras de Marchais y Hobbs suenan a gloria con unos riffs tan machacones como siempre y que dan la característica más personal al grupo. Boyer, al bajo, tampoco era ninguna novedad y las voces de Frank Mullen, como siempre, suenan atronadoras y feroces, dando a la banda otro de sus puntos referenciales.
Pero si hay algo negativo en el estilo de Suffocation es lo similar de todas y cada una de sus obras. Es un grupo con una calidad y una técnica innatas, pero todo suena demasiado igual. Puede que esto suene a una cuestión personal y, quizás, demasiado subjetivo. Y así es. Pero se perciben demasiadas pocas diferencias, lo que no impide que el presente disco sea una verdadera apisonadora de sonidos que exceden de lo extremo y que nos impidan ver toda esa calidad que desborda por los cuatro costados a los estadounidenses. Entremos de lleno en el álbum…
Como siempre, Suffocation empiezan sus discos mostrando todas sus cartas. ‘Cycles of suffering’ es toda una bofetada en la cara con un tremendo solo a mitad de tema que hará las delicias de los seguidores de Hobbs. La parte “lenta” del corte permite a Culross desplegar sus capacidades tras los timbale. Sin tiempo para un respiro, llega ‘Purgatorial Punishment’, donde se nos muestra la faceta más técnica de los neoyorquinos en lo que supone el corte más corto de todo el CD.
‘Eminent Wrath’, el tercer tema, nos devuelve a los Suffocation más auténticos. Brutales y agresivos. Las partes más “relajadas” son todo un deleite para el oyente y conforman un buen corte. La cuarta canción del disco, ‘As Grace Descends’ recuerda, y mucho, a los también estadounidenses, Decrepit Birth, con ese riff inicial “mareante”. Otro golpetazo en nuestros oídos que deja paso a uno de los temas más curiosos a la par que bellos de todo el álbum: ‘Sullen Days’, en el que unas guitarras acústicas dan inicio al tema. ¡Guitarras acústicas en un disco de Suffocation! Pese a lo extraño del corte, que luego deriva en los mismos guarismos brutales que el resto del álbum, permite un impass en los oídos que se agradece con el paso de los minutos, y es que escuchar un disco de estos cinco todo del tirón, resulta complejo.
La canción que da título al disco llega como una de las más técnicas de todo el trabajo, con un pegadizo estribillo y unas líneas de bajo especialmente marcadas. Por su parte, ‘My demise’ es, quizá, uno de los cortes menos desarrollados, aunque cabe reseñar el buen solo de Hobbs a mitad de tema. Después llega ‘Inversion’, tema que alterna partes brutales con otras lentas, en el que lo más destacable vuelve a ser el solo guitarrero.
El noveno corte, ‘Rapture of revocation’ nos trae una brutalidad de tema. Blastsbeats como para parar un camión y headbangear como el que más. Un sonido más cercano al que nos tienen acostumbrados los neoyorquinos. Y para cerrar el disco, ‘Beginning of sorrow’, una regrabación de su clásico del disco Breeding the spawn de 1992
En definitiva, estamos ante un disco notable de los neoyorquinos. Las pequeñas innovaciones, con ciertos toques técnicos, le dan un aire moderno y novedoso al álbum. Una obligación escucharlo para todo aquel que guste de la banda y del death metal en general. Una buena forma de empezar a conocer a una banda clásica del panorama metalero para aquel que todavía no lo haya hecho.
Tracklist:
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Cycles of suffering
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Purgatorial punishment
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Eminent wrath
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As grace descends
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Sullen days
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Pinnacle of bedlam
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My demise
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Inversion
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Rapture of revocation
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Beginning of sorrow