Unos años antes de que se pusieran de moda los discos “desenchufados” (unplugged, en inglés), Tesla lanzaron al mercado un producto novedoso: sus canciones tocadas en directo en formato acústico, sin distorsiones, sin apenas guitarras eléctricas y con nada de baterías atronadoras, solo unos pequeños toques de percusión y un bombo muy tímido por ahí. Después, cuando todo hubo cambiado en el negocio del rock tras cuatro años de nuevas tendencias, grupos como Nirvana, Alice in Chains o los mismos Kiss hicieron lo propio: grabaron sus respectivos unplugged. Emilio Morote Esquivel |
También lo hicieron grandes estrellas del rock como Eric Clapton y REM. Pero, recordemos, el honor de haber inventado tal tendencia ha de recaer sobre esta formación de hard rock que todavía sigue en activo y con muy buenos discos de estudio en su haber.
El redondo, que se publicó en cedé sencillo, contaba con versiones de temas de sus dos discos en estudio (acababan, como quien dice, de comenzar su carrera y no había más material propio al que recurrir). También incluyeron versiones de bandas que les habían influido. Para sorpresa de muchos de los heavy metaleros de la época, los grupos elegidos para hacer sus canciones poco o nada tenían que ver con el metal ni con el rock duro. Grateful Dead, Beatles, Rolling Stones y Creedence Clearwater Revival fueron los nombres preferidos para que Tesla tocaran sus canciones ante un público que, presumiblemente, desconocía en cierta medida la labor de los maestros de los años sesenta.
Según parece, fue su mayor éxito comercial, llegaron al número doce de ventas en listas americanas, y se convirtieron, siquiera por poco tiempo, en estrellas de un negocio que no era el suyo: el negocio del metal, que entonces, en los años ochenta y principios de los noventa, movía cifras millonarias. Alguien tuvo en aquellos tiempos la idea de traerlos a Barcelona de teloneros de Metallica y ACDC, en sustitución de los por entonces adorados Queensryche, que estaban en la cima de su fama. Tesla fueron muy mal recibidos por el público. Fui testigo de cómo tuvieron que aguantar una lluvia de objetos tirados desde las primeras filas. Todo un recibimiento de “honor” para un combo que estaba arrasando en los países civilizados. Una pena.
Una de las canciones más recordadas de este plástico es la balada “Paradise”, que llegó a funcionar, incluso, en ciertas emisoras generalistas de España, lo cual es mucho decir. Y las interpretaciones de “Lodi” de Creedence, “Mother’s little helper” de los Stones y “We can work it out” de The Beatles sirvieron para dar a conocer al público metálico que los seguía en la Península Ibérica todos aquellas formaciones de rock, digamos, convencional que eran, sin embargo, la raíz del metal, del rock duro y de nuestra música.
http://youtu.be/i-GzIDnAED0
Lo cierto es que Tesla nunca se beneficiaron demasiado de su papel como pioneros de una moda nueva que generó fama y dinero a muchos artistas y no demasiado a ellos. Después de este cedé publicaron el atronador “Psycothic supper”, que sí que los llevó a cierto estatus de éxito como grupo hard eléctrico, pero luego llegarían las desavenencias, el abandono de ciertos miembros de la banda, la formación de un grupo paralelo con los supervivientes y que se denominó Bar 7 (con un solo disco en su haber, bastante potable, por cierto), el abuso de ciertas sustancias, luego el silencio, y después la reconstitución del grupo con casi todos los músicos originales, y una nueva época, la actual, marcada por trabajos de cierto mérito pero poco seguimiento por parte del público.
Lo cierto es que este acústico consiste en una de las joyas casi olvidadas de aquellos años de cambios y formación de nuevas corrientes musicales. Tesla siempre jugaron (y siguen jugando) en una división que no es la suya: la del metal. Sin embargo, nadie les ha apoyado (y denostado) en este país como lo han hecho los metaleros. Pedir a un roquero convencional que recuerde una sola canción de Tesla es casi como pedirle peras al olmo. Al igual que les sucedía a ACDC hasta que se convirtieron en el público de moda para los domingueros en los conciertos multitudinarios, a Tesla solo les prestan atención en la Península los heavys. Es así y no hay que darle más vueltas.
Por otra parte, y esto es lo que interesa: el disco es maravilloso y merece ser escuchado por todo aquel que tenga algo que ver con el hard y el metal pesado.
Emilio Morote Esquivel
Temas:
1. Comin’ Atcha Live/Truckin’ (7:23)
2. Heaven’s Trail (No Way Out) (4:41)
3. The Way It Is (6:35)
4. We Can Work It Out (2:09)
5. Signs (3:15)
6. Gettin’ Better (3:30)
7. Before My Eyes (6:06)
8. Paradise (5:49)
9. Lodi (2:51)
10. Mother’s Little Helper (3:47)
11. Modern Day Cowboy (6:09)
12. Love Song (9:54)
13. Tommy’s Down Home (2:04)
14. Down Fo’ Boogie (3:21)