La verdad es que, en ocasiones, el mundo de la música extrema peca bastante de ser machista. De los clásicos, pocos grupos podríamos encontrar con alguna fémina entre sus componentes y mucho menos que fueran las “frontwoman” del grupo en cuestión. Quizá la más famosa y la primera en hacerlo fuera la gran Doro. De un tiempo a esta parte, es cierto que este tipo de música se ha relajado un tanto en este sentido y es más habitual ver grupos con mujeres en sus filas. Incluso algunos, aunque no hablemos de metal extremo, en los que todo son mujeres, como es el caso de las célebres Otep. Paris González |
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Nota:8,5/10 |
Dentro de la música más extrema, el ejemplo más claro lo tenemos en Angela Gossow, cantante, desde el año 2000, de Arch Enemy, una de las bandas de melodic death metal por excelencia. En un segundo escalón encontramos a Alissa White-Gluz, lideresa de The Agonist, grupo canadiense que practica una mezcla entre el género de los suecos y un metalcore potente.
En este 2012, los canadienses llegan con su tercer disco de larga duración, tras haber lanzado, el pasado año 2011, un EP, que tuvo cierto reconocimiento dentro de la escena y que fue buena previa para este “Prisoners”. A Alissa escoltan en esta ocasión sus dos compañeros desde los inicios del grupo, el bajista Chirs Kells y el guitarra, Danny Marino. Además del batería, Simon McKay, quien se embarcara en la banda allá por 2007 y Pascal Jobin, segundo guitarra que hace su primera aparición en un LP del grupo.
Si tuviéramos que definir en una sola palabra este nuevo disco de The Agonist, habría que hacerlo con “evolución”. Y es que los canadienses han dado no uno, sino mil pasos de gigante con este nuevo álbum, dejando en poco menos que en basura a sus dos predecesores. El disco en conjunto suena realmente bien y han adquirido una madurez que se percibe, incluso, en la portada del CD.
Evolución también en todos y cada uno de los componentes. Desde la voz de Alissa, que suena además de más potente, mucho más gutural en los momentos en los que es necesario; y mucho más melódica e impresionante cuando lo tiene que hacer. Los momentos para cada tipo de voz han sido seleccionados a la perfección. También en el aspecto músical, con riffs, muchísimo más elaborados y técnicos, además de La batería suena bien en todos los aspectos. Las líneas de bajo se escuchan si el oyente pone un poco de atención
También evolución a nivel compositivo, con riffs mucho más técnicos y ciertamente pegadizos, además de con canciones de hasta 8 minutos de duración, algo que obliga al compositor a ser. Tampoco hay que olvidar que el disco dura 58 minutos, casi veinte más que cualquiera de sus dos predecesores.
Otro aspecto en el que han variado, porque no cabe aquí el término “evolución” es en el de la potencia. En este sentido, los canadienses han dado una vuelca de tuerca a su música, haciéndola además de mucho más potente, claramente más extrema, más bruta. Un paso adelante que, a servidor, le ha encantado. Aquel que escuche el disco con un poco de oído podrá encontrar cierto influjo black metal en algunas canciones. Cuestión que no deja de sorprender al que escribe estas líneas Quizá, y por ponerle una pega al disco, los temas pueden sonar demasiado bajos, y, en ocasiones (solo a veces) algunos instrumentos, en concreto el bajo, no se escuchan.
“You’re coming with me” es la canción inicial del disco. Comienza con un arpegio digno de cualquier grande del death metal melódico, para continuar con un tema bastante en la línea de ese estilo tan característico de Suecia. La potencia vs melodía que se plasma en el tema podría evocarnos a alguno de los grandes discos de grupos como Dark Tranquility o Scar Symmetry. De los mejores cortes que se pueden encontrar a lo largo de estos 58 minutos.
El segundo tema, “The Escape” parece querer mostrarnos una faceta un tanto más melódica del grupo, pero es únicamente durante algunos segundos. Pronto comienza el arreón de fuerza y potencia del grupo. Puede ser uno de los cortes con los que el oyente menos acostumbrado a este tipo de música puede adentrarse en el conocimiento de la banda. Unos niños cantores nos introducen en “Predator & Prayer”, que continúa con un riff ciertamente pegadizo. También encontramos un solo que conmoverá a más de uno.
“Anxious Darwinians” “Panophobia” nos enseña la vertiente más metalcoreta del grupo en lo musical, pero con voces guturales que, para mi enorme y grata sorpresa, suenan de lujo. Al final del tema, ciertos pasajes casi ambientales dan un toque especial a la canción.
Llegamos a uno de los puntos importantes del disco. La canción de más de 8 minutos: “Ideomotor”. Un inicio con algunas notas que parecen recordarnos a black metal, como ya antes habíamos comentado, aunque pronto parecen desvanecerse y la canción, a la par que pierde cierta calidad, se mueve hacia vientos hardcores. Sin embargo, después vuelven hacia pasajes más potentes y extremos que devuelven la dignidad a la canción. A mediados de la canción, un solo y un freno de ritmo, dan paso a un arpegio que parece dar por concluida la canción. Pero los redobles de la caja de McKay hacen revivir el tema que se torna en instrumental hasta el final, con algunos de los pasajes musicales más elaborados de todo el disco.
El séptimo corte, “Lonely Solipsist”, había sido la canción elegida por el grupo para realizar un single de adelanto junto con “The Escape”. Tema que por su potencia y garra puede dar la sensación de ser demasiado bruto y extremo para el grupo canadiense, pero todo ello después sería contrarrestado con la melodía del estribillo. “Dead Ocean” contiene un riff que puede recordarnos un tanto a algo de Deftones, con algo más de potencia y que también introduce las guitarras acústicas; cuestión, quizá poco acertada para el camino que llevaba el tema. De nuevo aquí encontramos esos matices “black metal”, que al oyente atento pueden descolocar.
“Mass of the Earth” se constituye como uno de los temas más lineales del disco, aunque ciertos riffs muestran la calidad del grupo. La subsiguiente, “Everybody wants you (dead)” comienza con guitarras acústicas y un gran solo del guitarra principal, para continuar con una de las canciones con más chicha de todo el CD. Cambios de ritmo, riffs, guitarras acústicas, voces de todo tipo…De lo mejor. El disco se cierra con “Revenge of the dadaist”, una voz femenina en francés nos da paso a una guitarra acústica. Todo es un espejismo, ya que Alessa nos devuelve a la realidad con su voz gutural. Después volverán a aparecer las guitarras acústicas y Alessa volverá con su voz limpia para dejarnos un muy buen sabor de boca al final del disco.
En resumen, The Agonist se ha sacado de la manga un muy buen disco, mejor aún si tenemos en cuenta su anterior discografía, lo que les deja en un escalafón alto dentro del mundo metalero. Tanto para quienes ya les conocieran y les gustaran los canadienses, como para los que no les conocieran o no les atrajera el tipo de música, deberían darle una oportunidad.
Paris Gonzalez
Web: https://www.myspace.com/theagonist
Temas:
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You’re coming With You
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The Escape
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Predator & Prayer
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Anxious Darwinians
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Panophobia
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Ideomotor
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Lonely Solipsist
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Dead Ocean
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Mass of the Earth
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Everybody Wants You (Dead)
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Revenge of the Dadaist
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=qzTAcTheKG8[/youtube]