Este año el disco The Ascendancy de Trivium celebra su 20º aniversario, marcando dos décadas desde su lanzamiento en 2005. En estos 20 años, The Ascendancy ha trascendido las barreras del tiempo, influenciando a nuevas generaciones de músicos y fans, y demostrando que su legado sigue tan vigente como el primer día.

Cuando The Ascendancy salió al mercado, Trivium ya había generado algo de interés con su álbum debut Ember to Inferno, pero este segundo disco supuso un salto cualitativo impresionante. La banda, liderada por Matt Heafy, mostró una madurez musical impresionante, mezclando la brutalidad y la complejidad técnica con una melódica accesibilidad que le permitió conectar con una audiencia más amplia. The Ascendancy no solo definió el sonido de la banda, sino que ayudó a definir el metal moderno de los años 2000.

El álbum abre con “The End of Everything”, un intro instrumental que prepara el terreno para el caos que está por venir. Esta pieza breve y atmosférica da paso a la explosiva “Rain”, donde las características que definieron el álbum se hacen evidentes desde el primer acorde: riffs rápidos, veloces y técnicamente intrincados, y una mezcla de voces limpias y guturales que alternan de manera espectacular. La habilidad de Heafy para moverse entre estos dos estilos vocales sería uno de los rasgos distintivos de Trivium en su carrera, y aquí ya está claramente definida.

Uno de los puntos más altos del álbum es “Like Light to the Flies”. Esta canción, con su poderosa combinación de thrash metal melódico y hardcore, se ha convertido en uno de los himnos más representativos de la banda. Con riffs pegajosos y un estribillo que invita a la participación del público, este tema muestra la fórmula que Trivium perfeccionaría en los años siguientes: agresión técnica y accesibilidad melódica. The Ascendancy tiene una forma única de equilibrar estos elementos, creando canciones que son tanto intensas como emocionalmente resonantes.

El álbum también se distingue por sus cambios de ritmo y estructuras complejas. “Drowned and Torn Asunder” y “A Gunshot to the Head of Trepidation” ofrecen una mezcla más progresiva de agresión y técnica, destacando la habilidad de la banda para crear secciones instrumentales intricadas que se intercalan con momentos de gran carga emocional. Las canciones no siguen la estructura típica del metalcore, lo que les otorga una sensación de frescura y originalidad que hizo que The Ascendancy destacara dentro del panorama musical de la época.

La producción de The Ascendancy fue otro factor crucial para su éxito. Producido por Jason Suecof, conocido por su trabajo con bandas como Death Angel y All That Remains, el sonido del disco es pulido pero conserva la agresividad necesaria para que el álbum no pierda su fuerza. Las guitarras de Heafy y Corey Beaulieu suenan nítidas y potentes, mientras que la batería de Travis Smith y el bajo de Paolo Gregoletto complementan perfectamente la agresividad de las guitarras.

En retrospectiva, The Ascendancy se revela como un disco clave para Trivium y el metal moderno en general. Su combinación de riffs técnicos, melodías pegajosas y líricas profundas sentó las bases para los futuros discos de la banda, pero también marcó un punto de inflexión para el metalcore como género, elevándolo a nuevas alturas. A 20 años de su lanzamiento, el legado de The Ascendancy sigue vivo, no solo a través de la influencia que dejó en las bandas emergentes, sino también en los seguidores que siguen cantando sus canciones con la misma pasión que lo hicieron en el momento de su lanzamiento.

En un mes los tendremos en Madrid celebrando parte de ese disco.

David Aresté