Si hay algo realmente complicado en el mercado musical de hoy en día que provoca más de un dolor de cabeza es el hecho de editar la continuación a un gran álbum de debut. Parece que esto es algo que The Poodles han tenido muy en cuenta a la hora de dar forma a “Sweet Trade” su disco “sophomore”, pues para decidir el listado de temas final compusieron nada menos que 35 cortes, de los cuales tan sólo 12 se incluyeron finalmente. Perfección y ambición cuanto menos si se aprecian en esta segunda entrega que verá la luz el 28 de Septiembre vía AFM Records, al igual que “Metal Hill Stand Tall”: Pasamos a desmenuzaros la esperada vuelta a las listas de éxitos de una de las bandas más exitosas y personales de este 2007.

Ciertamente The Poodles es la única banda que se me ocurre que en tan sólo un año ha visto como dos de sus discos se editaban, pues aunque singles posteriores a su actuación en Eurovisión como “Night of Passion” o “Metal Hill Stand Tall” vieran la luz en 2006, no fue hasta finales de Enero del presente año cuando “Metal Hill Stand Tall” saliera al mercado, convirtiéndose uno de los álbumes del año de rock melódico por derecho propio. Y ahora vuelve, con nuevas ideas, nuevos planteamientos y nuevos elementos que añadir a su peculiar música, elementos que sumados a una sólida base, harán de “Sweet Trade” un más que digno sucesor.

En primer lugar y a simple vista salta que el sonido ha sido endurecido. Las guitarras cobran mayor presencia en el conjunto de temas y eso le da un tinte más heavy al disco. Esto es totalmente palpable en temas como “Thunderball”, probablemente la más heavy del disco y de su carrera hasta la fecha. “Streets on Fire”, segundo tema del disco, plasma igualmente bien lo que decimos, añadiendo a los riffs del inicio unos coros glammies marca de la casa. El estribillo es igualmente genial y adictivo, y el tema en sí cuenta con un buen número de arreglos que le restan simpleza al corte. De lo mejor del disco, no en vano será el próximo single del trabajo tras el exitoso “Seven Seals”, del que ahora hablaremos…

Como no podía ser de otra manera, “Sweet Trade” cuenta con un buen número de temas de esos que todo reconoce instantáneamente al oírlos. Sorprende la sencillez con la que The Poodles componen sus temas. Mientras que otros se devanan los sesos por sobrecargar los temas con arreglos técnicos de todo tipo, basta un “Seven Seals” para convertirse en número uno indiscutible en las listas de éxitos de Suecia. Y es que los e Jacob Samuel están tocados por esa varita que parece regalada por el mismísimo Rey Midas, pues todo lo que tocan se convierte en oro. Estructuras básicas, sencillez, adictividad, gancho, personalidad, originalidad, son algunas de las claves del éxito de The Poodles que quedan patentes en temas como su primer single, “Seven Seals”, que además cuenta con la colaboración a la voz y guitarra de su compatriota Peter Stormare, que algunos conocerés por ser el “malo” en Prison Break, la serie de televisión.

“Reach the Sky” es otra prueba. Un tema coreable, alegre, 100% The Poodles y creada casi especialmente para el directo. Otra característica que se repite con relación a “Metal Hill Stand Tall” es ese himno con el que ya es habitual que los suecos nos obsequien. Si en el primer disco nos quedamos con ese “Song for You”, en esta ocasión “We Are One” hace las veces, pues es un emotivo canto hímnico a medio tiempo ¡Tampoco podían faltar las baladas! ¡Claro que no! Y es que esa es otra de las especialidades de los suecos, como ya demostraran en su anterior creación. “Shine” no es la típica balada pastelosa que estamos acostumbrados a escuchar, es un tema lento, eso sí, cargado de emotividad, pero no una balada al estilo clásico…

En “Sweet Trade”, al igual que en “Metal Hill Stand Tall”, hay mucha variedad, ese es uno de los puntos fuertes sin duda de The Poodles, la heterogeneidad y sencillez con la que dotan a todas y cada una de sus producciones musicales. Por otro lado, introducen elementos nuevos en su música y optan por una reducción de la edulcoración (sin pasarse) que hará explorar al grupo nuevos campos a la vez que afianzará sus pasos, pues en ningún momento pierden la identidad que les hizo triunfar co su debut y les llevó, entre otras cosas, a talonear la gira de Hammerfall y Krokus por toda Europa, incluído nuestro país. ¿Quién sabe si ahora, con su segundo disco, consigan protagonizar ellos solitos su propia gira?. La hazaña no parece lejana, pues la carrera de los suecos melódicos es por momentos meteórica, con el mérito añadido que supone protagonizarla en los tiempos que corren…

Raúl del Amo

Temas: 01. Flesh & Blood, 02. Streets of Fire, 03. Seven Seas, 04. Walk the Line, 05. Thunderball, 06. Reach the Sky, 07. We Are One, 08. Without You, 09. Band of Brother, 10. Heaven’s Closing In, 11. Kiss Goodbye, 12. Shine.